sábado, 22 de septiembre de 2018

LOS ALUMNOS DE DON EMILIO CARMONA






Cuando éramos unos niños. Don Emilio, un maestro entrañable de Benamaurel, falleció hace poco más de un mes



Me encanta esta foto del maestro don Emilio Carmona, rodeado de sus alumnos de Castilléjar, a comienzos de los años sesenta, por la naturalidad con la que han salido. Yo no llegué a tenerlo de maestro pero, cuando tenía siete u ocho años, iría atrasado en la escuela y mis padres decidieron que me diera algunas clases particulares en su casa, durante el verano. Don Emilio era amable y paciente, las clases resultaban amenas aunque apenas recuerdo algunas anécdotas. En una ocasión me preguntó: ¿De qué color es el caballo blanco de Santiago?, incluso me repitió la frase pero yo no supe responderle porque la pregunta tiene su truco. Otro día, don Emilio me habló de Cascorro, un poblado de Cuba, donde se encontraba un fuerte español. En 1896, el soldado español Eloy Gonzalo se arrastró con una lata de gasolina hasta la casa donde se encontraban los insurrectos que les atacaban, le prendió fuego y regresó a su posición. Esto hizo que la prensa española de entonces lo convirtiera en el héroe de Cascorro. En la Enciclopedia Álvarez recuerdo que venía un dibujo del soldado, con su lata de gasolina, y una reseña de su hazaña. Desde entonces, nunca he oído hablar de este héroe en los libros de historia, los historiadores españoles aún hoy pasan de puntillas sobre el Desastre de 1898, con la pérdida de las últimas colonias de Cuba, Filipinas y Puerto Rico. España ya no se recuperó y se encerró sobre sí misma. Pero ahí está su obra, su cultura y su lengua en diecinueve países de Hispanoamérica.

 En lo poco que recuerdo, don Emilio Carmona era muy correcto con los alumnos, en aquella época en que a muchos maestros se les iba la mano y los castigos en las escuelas eran el pan nuestro de cada día: “La letra con sangre entra”, fue el lema durante la Dictadura de Franco y duró más años que los cuentos de Calleja. Saturnino Calleja fue un famoso editor de Madrid, que vivió a finales del siglo XIX y principios del XX. Un día, don Emilio nos contó a los alumnos una anécdota que apenas recuerdo, pero que define su forma de ser. La otra tarde estaba yo en el casino de Federico y, uno de los que estaban jugando en la mesa al dominó, se le ocurrió contar un chiste sobre la Iglesia, de manera que todos se rieron a carcajadas. Pero a mí no me hizo ninguna gracia y le repliqué, porque aquello era una falta de respeto. Así era, pues no permitía ni una broma con la religión. Actualmente don Emilio tiene 80 años y vive en un barrio de la periferia de Granada, hace un año lo llamé por teléfono y me confesó que estaba muy preocupado por la enfermedad de su mujer. En julio pasado lo llamé de nuevo y ahora lo noté más alegre y abierto, a pesar de que Isabel, su mujer, está bastante delgada. Me dijo que don Ramiro, un médico que estuvo en Castilléjar, en los años sesenta, falleció en junio pasado. Quiero tener un recuerdo porque fue un buen  médico y una excelente persona. 

Los alumnos que aparecen en la fotografía con el maestro creo que tienen entre once y doce  años. En aquellos años, los pueblos y las casas estaban llenos de niños, pues los matrimonios solían tener cuatro o más hijos. Hoy, en cambio, la situación se ha invertido, pues los pueblos se han cargado de pensionistas –precisamente, estos chavales de la imagen han llegado o están llegando a la edad de la jubilación–, mientras que escasean los niños, pues en España ya hay más defunciones que nacimientos. 

Manolo Martínez Puerta colgó la fotografía en junio pasado y escribió en Facebook: Bueno, os pondré los nombres de los que me acuerdo empezando por arriba, a la izquierda: José Maeras, Andrés de Vicentón, Juan Fresneda, ?, Carlos Durán, Manolo Gómez, Miguel Morenilla, Antonio el de Iluminada, Miguel el Coscón, José Lózar y Serafín Encinas. Sentados, por la derecha: José Luis el del herrador, Carpintero de Juan, ?, Quico el Moro, Manolo Rodríguez, el de Antonio el barbero, Tomás Pinteño, Manolo Martínez y Ramón Martínez, y por supuesto el maestro es Don Emilio, un gran maestro. La interrogación quiero decir que no me acuerdo del nombre, el 1º sé que vivía en la Sacristía, y el 2º vivía en el molino del Duque. Carlos Durán hace este comentario: Hola, Manolo. Una reliquia, cuántos recuerdos evoca, los niños de nuestra generación, la clase de Don Emilio, prácticamente los recuerdo a todos. Y Don Emilio, el mejor maestro que tuve. Recuerdo cuando algunas tardes nos leía la novela de ‘Lassie’ el perro cazador. Un hombre inteligente y humano. 

He leído los nombres y, al observar sus caras, he reconocido a veces con dificultad a algunos de aquellos compañeros de colegio (han cambiado bastante, pues aquí está su imagen original). A muchos de ellos no los he visto desde la infancia y a otros me los he encontrado en algunas ocasiones, en el pueblo, pues la inmensa mayoría tuvieron que emigrar a Cataluña y a otras regiones. Da vértigo pensar que la mayoría de estos niños son ya abuelos. Carlos Durán me dice que la foto es de 1965 y que posiblemente está hecha en el patio de las antiguas escuelas públicas. Con anterioridad, allí se encontraba la Tercia, donde antiguamente almacenaban el grano para pagar los diezmos. El edificio de las escuelas fue derribado y hoy se encuentra el Ayuntamiento en el mismo solar. En Zújar pasó igual, el antiguo edificio de la Tercia fue destinado a escuelas públicas. 

No me canso de mirar esta foto, aunque yo no aparezco, pues creo que estaba internado en el colegio. A Andrés, el de Vicente, lo he saludado en las fiestas de agosto (no lo veía desde que éramos niños), tiene el mismo semblante y parece que los años no han pasado por él. También he estado con Manolo Martínez, que se conserva bastante bien, lo mismo que Carlos Duran al que saludé el año pasado. Sin embargo, José Lózar falleció hace dos años, y Ramón Martínez hace más tiempo. Varios niños han salido sonriendo, pero llama la atención la naturalidad con la que posan todos, la misma que se aprecia en el maestro –apoya el codo en un alumno, mientras posa la mano en el hombro de otro–, pues les infundía confianza. En las fotografías de aquellos años, los maestros solían salir con cierto empaque y los niños con el gesto serio. A don Emilio le envié esta imagen y le pedí que me diera sus impresiones, o contara algo para el artículo que yo quería escribir, pero no me ha contestado. 






En cuanto a la imagen de las Escuelas creo que no es de 1940 (se construyeron por esos años), pues los vestidos de las mujeres, con sus mandiles, y de las niñas que aparecen, indican que es de los años sesenta. A la derecha, y a continuación de las Escuelas, se aprecia colgado en la pared el anuncio circular de Teléfonos, que era de color azul e indicaba que allí se encontraba la centralita. En aquella época, en Castilléjar, habría unos diez teléfonos, de dos cifras: la farmacia tenía el número 16. La fotografía de los alumnos la hizo mi padre Leandro (la de las Escuelas posiblemente también), pues era el único fotógrafo del pueblo en aquellos años y se nota la mano de un profesional.

 Posdata. El Grupo Escolar Francisco Franco, conocido también por la Tercia. El edificio de las escuelas se ve nuevo, aunque las tejas están descoloridas mientras que en los zócalos de la izquierda se aprecia que en las paredes había humedad. El maestro don Andrés Fernández –era de Galera y falleció hace varios años, en Granada– nos encerró en un aula a varios niños, porque no sabíamos escribir los números que dibujó en la pizarra. La ventana del aula era la que se ve abajo, a la izquierda. Éste era uno de los castigos que solían imponer los maestros. Las niñas entraban por la puerta de la calle del Agua, mientras que los niños lo hacíamos por la plaza de la Constitución. Entre mis maestros recuerdo a don Miguel Lozano, a don Emilio Carmona y don Andrés Fernández, al que visité en su piso de Granada antes de fallecer. Apenas veía y no salía a la calle. También recuerdo a don Bartolomé, que era de Tabernas, y a don Pedro, que estaba algo sordo y nos repasaba las espaldas con la correa. Entonces los pupitres eran inclinados y tenían un agujero para el tintero. No me olvido de don Eloy, que daba clases particulares en su casa.

Recuerdo una anécdota con Pepe Lózar. Yo tenía unos 16 años y el tendría un año más, aquel domingo habíamos bebido más de la cuenta en el bar del Totovío y Pepe me propuso, cuando ya estábamos achispados, que fuéramos a comer cerezas a un bancal que hay cerca de la Fuente del Cuco. Era ya de noche y, por las Eras Bajas, fuimos al Puntal de San Juan y luego andamos por la carretera, que entonces era de tierra, podía habernos atropellado alguno de los pocos coches que circulaban. En el camino íbamos riendo y diciendo tonterías, pero, cuando llegamos nos dimos cuenta que las cerezas estaban verdes... Quiero recordar que nos escurríamos por un ribazo y caíamos al suelo, aunque nosotros no dejábamos de reír. Poco después, emprendimos el camino de regreso. Cuando llegué a mi casa, todos estaban acostados y yo no atinaba a subir por las escaleras. 

Nota: Isabel, la esposa de don Emilio, falleció hace más de un año. 


Artículo recogido en mi libro Leandro: Castilleja de los Ríos en blanco y negro (2020)











10 comentarios:

  1. Un artículo que zezuma sentímiento y nostalgia. Me ha encantado.

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  2. Gracias, Rocío. La verdad es que don Emilio se merecía el artículo, me dijo que sí pero al final no me contestó.

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  3. No me podia ni imaginar que un comentario asi y una foto que confieso que la veo por primera vez me hiciese tanta ilusion y confieso que me ha hecho llorar soy uno de los de la foto yo los conozco a todos y quiero mandarles un fuertew abrazo y a don Emilio daria cualquier cosa por darle un abrazo creo sinceramente que tuvimos la suerte de tenerlo de maestro y una excelente persona me acuerdo de su sobrino Victor de cuando cojia la bicicleta y se iba a Benamaurel a ver la novia y como no cuando nos leia adios mi leide quiero pediros a todos que me perdoneis prometo darme a conocer doy las gracias a Leandrin que creo que quien hace el comentario tambien quiero recordar a Dñ PETRA Dñ Luisa y Dñ CARMEN Y como no a Dn Jesus Dn Miguel Dn Bartolo y Dn Emilio un abrazo de un CASTILLEJARANO

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  4. Gracias, paisano Davo, por tu comentario donde confiesas que has llorado. La foto de mi padre tiene su mérito. A mí me ha costado horas elaborar el artículo, pues no tenía mucho material. De los maestros que mencionas, sólo quedan doña Petra (creo que está con un familiar en Santander), don Miguel, al que hace tiempo que no veo por Granada, y don Emilio. Espero que sepamos pronto quién eres. Un abrazo

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  5. Comentarios de Facebook.
    17 abril 2022. Almudena Loza. Mi padre (José Lozar) habría hecho este año 71 en Agosto… Le hubiera hecho ilusión poder ver esa foto de cuando era pequeño
    José Miguel Ortiz Lozar. Tu padre era conocido aquí como Pepe "el lozas".
    Jesús Costa. Almudena Lozas tu padre y yo eramos inseparables, igual venía el a comer a casa de mis padres, o yo a casa de tus abuelos, un saludo
    Leandro. He recordado esta anécdota. Un día estábamos en la clase de don Pedro y creo que a Pepe Lózar se le escapó un gorrión (dudo si fue él o ‘el Manino’, pues eran amigos y se iban a los pájaros), del bolsillo o de la cartera y allí se formó el alboroto. El maestro echaría mano a la correa y se pondría a repartir la ración diaria

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  6. Julio Carasa me escribe este comentario, el 19 de abril: El segundo por la derecha, agachado, es José Antonio, el hijo del carpintero nuevo

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    2. Lo ha borrado porque puse comentarios, en vez de lecturas. Van 1.772 lecturas

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  7. 10/01/24. Mariluz Gómez Martínez, de Benamaurel. Aun recuerdo la metodología que usaba ,para la enseñanza . Totalmente diferente a la instalada en últimos coletazos del franquismo. " La letra con sangre entra" jamás uso la violencia con nosotros. Supo sacar mediante la redacción lo más recondito de nuestro ser. Muchas gracias por todo DON EMILIO. por ser un caballero en todo momento.
    Antonio Martínez Cabrera, 11/01/24. Aquel articulo tuyo sobre él se lo hice llegar a través de su hijo pues el no utilizaba redes sociales...
    José Pinteño. Mira que ya lo había visto y leído, pero emociona volver a leer las cosas que cuentas y mirar las fotos.
    Juan Ramón Martínez. Gracias Leandro, ya lo había leído porque te sigo por facebook y leo todo lo que publicas aunque no te haya puesto nunca ningún comentario, pero los considero muy interesantes. Un abrazo
    Dori Carasa. Qué tiempos aquellos!! Don Emilio era una excelente persona, no sabía que había fallecido

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