viernes, 21 de octubre de 2022

EXPOSICIÓN DE ROBERT CAPA Y GERDA TARO, EN ARMILLA

 

Reza el titular: "El éxodo... de 200.000 almas"

Aunque se enfrentaron las dos Españas, siempre 
estaré con las víctimas


El 23 de septiembre pasado, el periódico Granada Hoy se hacía eco de la exposición, en la Casa García de Viedma de Armilla, con las imágenes realizadas por dos de los fotoperiodistas más famosos de la la Guerra Civil Española. Taro y Capa en el frente de Málaga es el título de la exposición. En realidad, el húngaro Robert Capa era ya un periodista famoso, mientras que Gerda Taro, su novia, era menos conocida y fue en España donde hizo su primer gran reportaje, espero que al encabezar el título de la muestra no sea por razones feministas. La colección de obras se enmarca en febrero de 1937, año en el que el ejército sublevado con el apoyo de la aviación alemana e italiana bombardean toda la línea costera desde Málaga a Almería, produciéndose un éxodo masivo de la población hacia Almería, en el que murieron miles de personas inocentes. Capa y Taro llegaron a Almería el 14 de febrero, enviados por el periódico francés Le Soir, donde fotografiaron a los refugiados y a la marinería del crucero Jaime I y, dos días después, partieron hacia la costa de Granada, hasta Calahonda, acompañando el avance del batallón Tschapaiewde la XIII Brigada Internacional. Las imágenes de este viaje las agruparon en una serie que denominaron Front de Malaga.


Por la carretera de Motril

 

Las Brigadas Internacionales estaban formadas por jóvenes voluntarios de muchos países, que vinieron a España para combatir al lado de la II República. Entre ellas, destacó la Brigada Linconl, con los voluntarios estadounidenses que fueron enviados a la batalla del Jarama sin apenas preparación, por lo que murieron bastantes de ellos. Precisamente, el escritor norteamericano, Ernest Hemingway (años más tarde recibió el Premio Nobel de Literatura), escribió su famosa novela Por quién doblan las campanas, en memoria de aquellos jóvenes combatientes. Las imágenes que recoge esta muestra proceden del International Center of Photography de New York (ICP) y de los Cuadernos de Guerra de Les Archives Nationales de Pierrefitte-sur-Seine (ANP). Asimismo la exposición recoge fotografías cedidas por otros museos europeos y forma parte del proyecto de investigación y divulgación denominado Las Brigadas Internacionales en la Desbandá, iniciado en 2014 por la Asociación 14 de Abril para la Recuperación de la Memoria Histórica de la Costa Granadina. Paralelamente a este evento se llevarán a cabo actividades divulgativas como la proyección del documental Hasta pronto, hermanos. Las Brigadas Internacionales en la Desbandá y visitas guiadas de la mano de investigadores y especialistas de la asociación.


Al fondo se ven los cañaverales

 

La exposición contempla los acontecimientos desde una triple mirada. En la primera sección se muestra de forma diferenciada la obra de cada uno de los autores, sus diferentes enfoques técnicos, escénicos y motivacionales, la puesta en escena de lo visible. El segundo bloque se centra en la utilización que se realizó de esas imágenes, en el contexto de la guerra y la propaganda. Las fotografías fueron publicadas con unos claros objetivos políticos y sociales, más allá de enfoques compasivos o estrictamente estéticos. Gerda Taro firmó aquí su primer gran reportaje, en el que plasmó el sufrimiento de los refugiados malagueños. En la última sección se sitúa la obra y sus autores en el escenario de los acontecimientos, el Crimen de la carretera de Málaga a Almería y, en concreto, el auxilio de los voluntarios internacionales a la población civil. La exposición permanecerá abierta hasta el 29 de octubre y Fernando Alcalde Rodríguez es el comisario de la misma.


Puesto de ametralladora, en Calahonda

 

Gerda Taro falleció porque un tanque republicano la atropelló haciendo una maniobra, durante la batalla de Brunete. Fue enterrada como una heroína de la Guerra Civil española en el cementerio parisino de Père Lachaîse. Cuando lo visité en 2012, de casualidad me encontré con su tumba, una lápida en el suelo con varias dedicatorias, algunas de combatientes republicanos españoles. Estaba cerca de la tumba de Francisco Largo Caballero, expresidente de la II República durante la Guerra Civil, y conocido como el Lenín español, y también del primer ministro del rey Carlos lV, Manuel Godoy, al que un amigo le pagó la sepultura. En el cementerio parisino están enterrados muchos personajes famosos. Tanto Robert Capa como Gerda Taro fueron los fotógrafos que dieron a conocer al mundo los horrores de la Guerra Civil española, él también murió años después en la guerra de Indochina, al pisar una bomba. Y como siempre, España no ha tenido tiempo ni ganas de acordarse de estos dos jóvenes fotoperiodistas (en 1937 tenían 24 y 27 años, respectivamente), siquiera para dedicarles una calle en cualquier pueblo, en cualquier lugar.

Una familia de refugiados, en Almería 

 Copio estos párrafos de mi artículo Málaga: la carretera de la muerte, que salió publicado en La Opinión de Granada, el 6 de febrero de 2007:

La ciudad sitiada está a punto de caer en manos de las tropas nacionales y sólo queda emprender la juía, nombre con el que será recordada esta odisea. Norman Bethune, en su obra El crimen de la carretera Málaga-Almería (Publicaciones Iberia, 1937), describe horrorizado: Imaginaos ciento cincuenta mil hombres, mujeres y niños que huyen en busca de refugio hacia una ciudad situada cerca de doscientos kilómetros de distancia. No hay más que un camino. No hay más vía de escape (...) Lo que quiero contaros es lo que yo mismo vi en esta marcha forzada, la más grande, la más horrible evacuación de una ciudad que hayan visto nuestros tiempos. En el largo éxodo de la caravana de la muerte, los milicianos –unos 40.000 huyen en dirección a Nerja y Motril– y la población civil fueron bombardeados y ametrallados día y noche por la Marina y la Aviación franquistas. El trayecto, de 219 kilómetros, duró cuatro días y se calcula que murieron entre 3.000 y 10.000 personas. El joven José Ginés sobrevivió a la tragedia: En la recta de Adra, no se veía la carretera: era tanta la gente que caminaba hacia Almería, que todo el camino era una mancha de gente (...). Cuando volví al camino me encontré con el espectáculo más horrible que he visto en mi vida: niños, mujeres, borricos por el suelo; unos muertos, otros heridos; quejidos: ¡Socorro! ¡Amparadme!....

Carnés de fotógrafos de Taro y Capa

Esta tragedia ocurrió a unos setenta km de la ciudad de Granada, hace ochenta y cinco años y, entre los refugiados que huyeron de Málaga hacia Almería, había una familia con un niño de cuatro años, llamado Pepe García Ladrón de Guevara, el conocido poeta granadino que falleció hace varios años.


Cartel de la exposición

Posdata: Tengo que hacer esta precisión: La exposición la organizan Armilla Avanza, Memoria Histórica 14 de abril y la Diputación de Granada. Por eso, la desconocida Gerda Taro encabeza el título de la exposición, por delante de Robert Capa. Sin embargo, la crónica del periódico francés destaca en titulares Lo que fue la tragedia de Málaga. El éxodo en medio del horror de doscientas mil almas, y debajo pone: Photos Capa et Taro. Según Wikipedia, Robert Capa fue un reportero de guerra, considerado el más famoso de la historia. Su carrera como fotoperiodista bélico se inició en España, durante la Guerra Civil.

Un norteamericano de raza negra fue ascendido a general de la Brigada Linconl, mientras que en el Ejército de los Estados Unidos los negros no podían ascender. Los brigadistas solían reunirse hasta los primeros años de este siglo para recordar su participación en la guerra civil, lucían medallas, gorros, camisas... Tengo un video de 2004 donde celebran el encuentro, pero seguramente ya no vive ninguno de ellos, pues vinieron a España en 1937, cuando tenían veintitantos años. 


https://en-clase.ideal.es/2022/10/20/leandro-garcia-casanova-exposicion-de-robert-capa-y-gerda-taro-en-armilla/?fbclid=IwAR168i2T9atT6PzRwglhmSoMTEApYkU4jk6-JAgcRXY5bXAr54JpPEHr0Dk


jueves, 13 de octubre de 2022

EL DOBLE DE PERROS QUE DE NIÑOS

Mascota Wakyma





 El 18 de septiembre pasado, venía una crónica con estos titulares en La Opinión de Málaga:


“Málaga tiene casi el doble de perros que de niños menores de 14 años. El número de canes censados en la provincia supera los 400.000, mientras que los malagueños cada vez tienen menos hijos”

El diario se quejaba de que “en Málaga ya hay más perros que niños menores de 14 años. Y es que los malagueños  cada vez tienen menos hijos y más mascotas en casa. En la provincia hay censados 411.364 canes, según datos del Colegio de Veterinarios de Málaga, mientras que solo hay 254.327 menores de 14 años. Málaga tiene casi el doble de perros que de niños”.

En 2018 era la provincia andaluza que más mascotas tenía registradas y la cifra no ha dejado de crecer en los últimos años. “Actualmente hay registradas 490.992 mascotas, como gatos, hurones y otros. Sin embargo, los malagueños prefieren los perros antes que los gatos. El 83,8% de los censados son perros, le siguen los gatos (76.479), los hurones (1.972) y otras mascotas, entre ellas pájaros o conejos, que suman un total de 1.177”.

Sin embargo, los niños menores de cuatro años “siguen siendo menos que los gatos, ya que hay 70.101 niños en esa franja de edad; 6.378 menos que estos felinos. Por edades, hay 87.238 malagueños en el rango de los cinco a los nueve años y la cifra se incrementa -aunque no mucho- llegados a la adolescencia: 96.988 son los menores de 10 a los 14 años”. Ojo al dato, hay más gatos que niños menores de cuatro años, lo que da idea de por dónde va la familia moderna, de aquí a unos años las mascotas tendrán el derecho al voto.

 El diario denuncia que el número de nacimientos registrados en la provincia de Málaga sigue a la baja: “La provincia sitúa sus nacimientos en mínimos históricos con los datos más bajos para un semestre desde que hay registros oficiales (…).  En junio de este año nacieron 915 niños en Málaga, mientras que en el acumulado de los primeros seis meses del año esa cifra sube hasta los 5.858, dato que además se sitúa un 8,12% por debajo del balance del mismo periodo de 2019, año prepandemia. A pesar de esto, Málaga es de las provincias con cifras más altas del país, colocándose en séptimo lugar en el ranking nacional”. Y es que la inestabilidad laboral y económica es un factor clave y de ahí que la edad de tener hijos, independizarse o casarse sea tardía. “Los jóvenes malagueños –sigue diciendo– logran salir de casas de sus padres rondando los 30, se casan a los 35 años y son los andaluces que más tardan en hacerlo. Pero es que la provincia envejece y su media de edad va en aumento. A pesar de ser, por ahora, la quinta provincia andaluza más joven, en los últimos años la media de edad ha crecido en 3,5 años. Actualmente, la edad media de su población se sitúa en los 42,96 años”.

 La Opinión de Málaga asegura que, en la provincia malagueña más de la mitad de la población convive con algún animal, pero esto no impide que cada año abandonan más de 1.500 animales. “Según Carmen Manzano, presidenta de la Protectora de Animales de Málaga, el abandono de los perros de caza se dispara en la provincia. Los perros que más se abandonan son podencos y bretones. Durante 2021, hubo 1.304 entradas de perros y 443 entradas de gatos. A pesar de que la Protectora solo recibe a perros, gatos y hurones, durante el año pasado llegaron 29 gaviotas y 18 conejos. En comparación con el año de la pandemia, en 2021 aumentaron las adopciones; 1.328 frente a los 1.099 del año 2020”.

 El porcentaje de nacimientos en Europa es bajísimo, no digamos en España que es uno de los más bajos del mundo, 2,1 hijos por matrimonio. Francia tiene unos seis millones de musulmanes y hace años ya calculaban que será un país musulmán en cincuenta años, mientras que en Bélgica la mayoría de la población ya es extranjera. Los franceses tienen pánico al futuro que les espera, un país con mayoría de inmigrantes africanos (argelinos, marroquíes…), mientras que en España hay dos millones de musulmanes y miles de venezolanos, colombianos, ecuatorianos…, que al menos son de nuestra cultura y nuestra lengua. En España no se ha incentivado  la natalidad, ahora el Gobierno va a dar una  ayuda de 100 euros a los hijos menores de tres años. Rodríguez Zapatero estableció unos cheques-bebé por hijo, aunque entonces la mayoría de los nacimientos en España eran de los inmigrantes. Baste decir que en el País Vasco, el nombre más común es Mohamed por la fuerte inmigración musulmana, mientras que en Cataluña la mayoría de los nacimientos también son de inmigrantes, por lo que seguramente el catalán lo hablarán de aquí a unos años los descendientes de Jordi Pujol (su esposa Marta Ferrusola se quejaba entonces de que un parque infantil estaba lleno de niños castellanos), del Jordi Turul y el resto de la cofradía de la pela. Jordi Pujol impulsó una política de inmigración, sobre todo del Magreb, esperando que aprendieran el catalán y después les apoyaran en la independencia, pero esto no resultó. Al mismo tiempo, restringió la inmigración de los países de Sudamérica, porque el idioma español es contrario al nacionalismo de campanario. El Gobierno vasco hizo otro tanto, por lo que la mayoría de los inmigrantes se establecen en esas comunidades, donde reciben toda clase de subvenciones y ayudas.

 El nacionalismo se cura viajando, dejó escrito el escritor vasco Pío Baroja, en los años cincuenta. Se cura saliendo de la aldea, Barcelona era un modelo de ciudad cultural europea, mientras que Cataluña era una de las comunidades más prósperas de España. Hoy Barcelona es la ciudad europea que más delincuencia tiene mientras que el nacionalismo catalán ha empobrecido la Comunidad con el tema de la independencia: ha enfrentado a la población con el racismo y con una ley de educación ilegal, que margina el idioma español en las escuelas y en la comunidad, a la vez que han huido a la Comunidad de Madrid unas nueve mil empresas. En cambio, Madrid se ha convertido en la capital cultural de España mientras que la Comunidad de Madrid es la que más aporta al producto interior bruto del país.

  En la España del siglo XVI, la población morisca era mirada con recelo y una de las causas de su expulsión fue porque tenían un porcentaje  mucho mayor de hijos que las familias de los cristianos. La Unión Europea debería tener una política común con la inmigración, contratar la mano de obra inmigrante en los países de origen y así evitaría las oleadas de pateras que vienen a España, pues los gobiernos de Marruecos y de Argelia permiten el negocio de las mafias, pero no admiten las devoluciones de inmigrantes. Se puede decir que todo África está entrando por las costas españolas, sin embargo, las pateras no arriban a las costas francesas, portuguesas y gibraltareñas, mientras que a Italia ahora llegan menos, por algo será. El partido de Podemos, socio del Gobierno de Sánchez, pidió hace unos meses que se concediera la nacionalidad española a medio millón de inmigrantes, cuando hay doce millones de españoles en riesgo de pobreza. Y no olvidemos que uno de los primeros actos públicos de este Gobierno, fue el recibimiento en Valencia que hizo al buque Aquarius, lleno de inmigrantes. Todo esto provoca el efecto llamada. Hará unos ocho años, entrevistaban en la televisión británica a un musulmán, que vivía en un barrio de Londres, y dijo esto: Los europeos tienen perros y gatos en sus casas, mientras que yo tengo cinco hijos. Y aquí está la explicación de todo, se puede decir que el futuro de Europa es de los inmigrantes. Pero si hay una fuerte inmigración, habrá mayor desigualdad, más personas marginadas y más problemas sociales.





En SModa de El País, de 1 de junio de 2021, viene este titular: En España hay más hogares con mascotas que con niños, menores de 15 años. Yo iría más lejos: resulta que estamos metiendo a los ancianos en las residencias (no a todos, porque no están al alcance de cualquier pensión), mientras nos encariñamos cada vez más de las mascotas. Es muy triste ver al caniche ladrando y echado en el sofá y al abuelo en la residencia, porque se mea en los pantalones. A esto hay que añadir que hay dos millones de ancianos que viven solos. Según la ley que se está tramitando en el Congreso, las mascotas serán consideradas miembros y seres sintientes, de manera que con tanto progreso y tanta protección, hemos destruido la familia tradicional de nuestros padres. De la familia con el abuelo Cebolleta, que le contaba las batallitas a los nietos, hemos pasado a las familias monoparentales, monomarentales (como decía un botarate el otro día en las noticias de Antena3), la familia trans y así hasta llegar al último modelo: la familia caniche. En definitiva, una sociedad sin conciencia ni escrúpulos y, lo que es peor, sin futuro.

 https://en-clase.ideal.es/2022/10/12/leandro-garcia-casanova-el-doble-de-perros-que-de-ninos/?fbclid=IwAR3FqYWs4J60YjQKwhayvPwoz-tkotWpQFOWfhm4wjXRWY89dBTmSvkvCNY