El
pasado 30 de julio salió un reportaje en Ideal, con el título de ‘El humedal
cegado’, de los periodistas Juan Enrique Gómez y Merche S. Calle. Trata sobre
la laguna salina, que se encuentra cerca de la pedanía de Baico, en unas llanuras
que están junto a Baza. Hace poco más de tres años, “desde la carretera de
Benamaurel podía observarse una línea plateada de agua entre el verde de los
trigales”, y en estos humedales se podían ver aves acuáticas, pero resulta que
han sido sometidos a continuas desecaciones, utilizando motobombas con sistemas
de tuberías, así como haciendo largas zanjas para vaciar el humedal. Entre los
años 2009 y 2010 hubo abundantes lluvias, de manera que las lagunas ocuparon
varios kilómetros cuadrados, entonces, la ‘Asociación Proyecto Sierra de Baza’
llegó a censar medio centenar de aves, como cigüeñitas, flamencos, garzas
reales, garcetas y correlimos que se alimentaban de anfibios.
Sin
embargo, los continuos drenajes que han hecho los agricultores y las grandes
zanjas para la salida del agua han provocado que los humedales se conviertan en
pequeñas charcas plateadas, que hoy están semiocultas. Hace varios años, la
Junta de Andalucía quiso incluir estas lagunas en el ‘Catálogo de Humedales’,
pero varios propietarios de las tierras colindantes se opusieron interponiendo recursos.
El reportaje finaliza diciendo que “el humedal del Baico está herido de muerte”,
si no actúa de inmediato la Consejería de Medio Ambiente. Una vez que se ha
conocido el problema, debido a la labor de la ‘Asociación Proyecto Sierra de
Baza’ y al reportaje de Juan Enrique y de Merche, habría que tratar de salvar
el humedal del Baico. Esto me recuerda a la laguna de Fuente de Piedra, cerca
de Antequera, donde todos los años es un espectáculo ver cómo anillan a
centenares de patos pequeños. Sería imperdonable que, por la dejadez de unos y
la desidia de otros, se perdieran estas lagunas, hoy convertidas en simples charcas,
donde paran las aves acuáticas en sus migraciones, pero que llevan camino de
desaparecer. El Ayuntamiento de Baza debería de colaborar y exigir a la Junta
que se conserven estas lagunas y que se incluyan en el ‘Catálogo de Humedales’.
A principios de agosto salieron en la prensa
las infracciones penales, en la provincia de Granada, durante los seis primeros
meses de este año. La conclusión que se saca es que los delitos aumentan un 6%
(de 16.392 casos, a 17.395), las agresiones sexuales con penetración disminuyen
un 23,1% (de 13 casos el pasado año, se ha pasado a 10), mientras que los
delitos de tráfico de drogas suben un 30,9%. El pasado año se produjeron 233
casos, mientras que durante los seis primeros meses de este año se ha pasado a
los 305. Ahora bien, en Granada capital la subida ha sido del 47,1%, en los
últimos doce meses, por lo que se puede decir que los casos de drogas casi se
han duplicado. En cuanto a los robos, con fuerza en los domicilios, ha habido
un descenso del 15,3%, mientras que los hurtos han descendido un 1,1%. Estos
datos los ha ofrecido el Ministerio del Interior, que no siempre coinciden con
los que ofrece la Fiscalía General del Estado y que para muchos resultan más
fiables.
Hace
unos días, la policía y operarios de Endesa anularon 124 enganches de luz
ilegales en pisos de la Zona Norte. A consecuencia de esto, resultaron afectados
unos 500 vecinos, que fueron acusados por fraude en el consumo de luz de uso
doméstico, aunque esta operación no fue por el cultivo de marihuana en los
pisos. Un marroquí fue detenido en la A-92, a la altura de Alfacar, con 430 kg
de hachís en su coche –posiblemente fue un chivatazo, lo que suele ocurrir
entre las bandas rivales del narcotráfico–, mientras que en Motril la Guardia
Civil descubrió un invernadero con 26.000 plantas de marihuana. Todo esto hace
que Granada sea la provincia de España donde más ha crecido el tráfico de
drogas, en el último año. Si a esto le añadimos que las multas, por conducir
bajo el efecto de las drogas, en la provincia, sobrepasan ya a las multas bajo
el efecto de las bebidas, da una idea de cómo está el tema. Granada es una de
las provincias más deprimidas de España, pues apenas se crean puestos de
trabajo, como no sea en el comercio y en el sector servicios, por lo que padece
una continua emigración de jóvenes porque no tienen futuro. Es una desgracia
que tanto el cultivo como el consumo de marihuana se están disparando, en la
provincia, lo que acarrearán más delitos, pues solo en Granada se han casi
duplicado en el último año.
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