Dedicado a mis amigos zujareños
Me entero por La Opinión de que, a mediados de octubre, el Partido Popular de Zújar denunció que el alcalde socialista y sus concejales apoyaron con su voto en el pleno municipal la firma de un convenio con Endesa, para la construcción de una central hidroeléctrica –ojo al dato–, en el corazón del emblemático Cerro de Jabalcón. Así, el Ayuntamiento de Zújar cede, sin condiciones, a la empresa el derecho de superficie durante cincuenta años renovables. ¡Al negocio, señores! Tanto el Partido Popular como el Partido Andalucista se opusieron al proyecto, porque entienden que el Cerro de Jabalcón es un tesoro patrimonial que debe seguir dependiendo del pueblo, aunque está incluido en el Plan Especial de Protección del Medio Físico. Acusan, además, al alcalde de oscurantismo y de tratar de confundir a los zujareños.
Hace quince años, al escultor Eduardo
Chillida se le ocurrió la ‘parida’ de vaciar la gigantesca pirámide de Tindaya, en Fuerteventura. Quería
excavar en su corazón una caverna cúbica de 50 metros de lado con dos chimeneas
abiertas al Sol y a la Luna, pero aquello sólo se podía hacer a golpe de
explosivos y con trenzados ocultos de acero, de manera que el artista se equivocó
de montaña. Y en marzo pasado, causó estupor el proyecto de ampliación del
complejo turístico Los Collados de la
Sagra, que constaba de 34 apartamentos, 14 bungalós, un centro social,
aparcamientos, pistas deportivas..., en una superficie de diez hectáreas, pero
en suelo no urbanizable. Según el alcalde de Puebla de Don Fadrique, contaba
con los informes favorables de la Delegación de Obras Públicas y de la
Diputación Provincial. Sin embargo, ‘Ecologistas
en Acción’ denunciaba que, en esta especulación urbanística existía también
un proyecto para un campo de golf, con 18 hoyos, así como la construcción de
350 viviendas de lujo, con hoteles, restaurante y helipuerto. Un pelotazo. El
caso es que la Asociación Ecológica-Cultural Joven de la Sagra, junto a otras
asociaciones ecologistas y partidos políticos, presentaron sesenta alegaciones
al proyecto, movilizaron a los poblatos –otros, escribimos en los periódicos–
y, al final, de aquel proyecto nunca más se supo.
A primeros de diciembre del 2006, en un artículo denunciaba
que “a un km del ‘vertedero de escombros y sustancias tóxicas’ de Las Gabias
–según el proyecto de la Diputación, que están construyendo actualmente–, se
encuentra Montevive, la montaña que
ya es casi plana, de donde sacan el estroncio. Pues bien, en el 2005, la
Consejería de Medio Ambiente elaboró un informe, que textualmente dice: ‘La
mina de la Aurora es la mayor devastación provincial en un área de estas
características, y la montaña de Montevive ha sido transformada en una
escombrera...’ y advierte que ‘la cantera no cumple la Ley 8/2003 de la Flora y
Fauna Silvestres de Andalucía (...), la
cubierta vegetal ha sido devastada’”. Hace unos días, la Real Academia de
Bellas Artes criticó las actuaciones de explotación minera, que están
provocando “profundas y preocupantes transformaciones, hasta el punto de que
corre el peligro de desaparecer por el arrasamiento de superficie externa y las
extracciones de mineral”. Hay que alabar que la Academia trate de preservar el
Cerro de Montevive, pero creo que ha llegado demasiado tarde.
Uno se ha criado teniendo por horizonte la montaña
sagrada del Cerro de Jabalcón, símbolo espiritual de los bastetanos y guardián
de la comarca de Baza, pues desde cualquier pueblo se puede admirar la belleza
del cerro. Y así como la pirámide de Tindaya era el símbolo espiritual de los
majoreros, desde hace 3.000 años, lo mismo podemos decir de nuestro querido
Cerro de Jabalcón (de jabalón, cruzado con balcón. Arq. Madero ensamblado en
uno vertical para apear otro horizontal o inclinado). Incluso he subido a su cumbre para celebrar con los
zujareños la famosa romería de la Virgen
de la Cabeza y, mientras los cofrades pagaban de su bolsillo la comida de
los miles de romeros, el Ayuntamiento miraba para otro lado. Que no esperen que
nos quedemos de brazos cruzados viendo cómo unos ‘ganapanes’ hacen negocio con
el Cerro de Jabalcón, el símbolo del Altiplano. En el corazón de la comarca de
Baza. Dicen que la estupidez, la
ambición y la ignorancia mueven el mundo, por eso sería aconsejable declarar a
Jabalcón como Espacio Natural Protegido, para evitar estos saqueos.
Posdata: han pasado casi siete años y de los proyectos de la
central hidroeléctrica, en el Cerro de Jabalcón, y la ampliación del complejo
turístico, en Los Collados de la Sagra, nunca más se supo gracias a Dios. Es
más, la empresa de Los Collados de la Sagra tuvo que vender el restaurante. En
cuanto a la montaña de Montevive, la empresa minera despidió a los pocos empleados
que tenía y dejó de sacar estroncio, de manera que aquello lo tienen cerrado.
El estroncio es un mineral muy peligroso que contamina el agua y el aire,
precisamente, un médico me dijo por esa época que en Las Gabias había cánceres
de estómago y otras enfermedades debido a la contaminación del estroncio y a
los abonos del campo. Entonces el agua que bebíamos allí era de los pozos.
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