Por si le puede servir a alguien esta amarga experiencia que pasé hace poco, debido a la desidia e irresponsabilidad de unos y otros. Los males a veces no vienen solos, pero no hay que desanimarse y debes de jugar con las cartas que tienes. La vida es así de dura y cruel y en España las compañías de seguros todavía dejan mucho que desear. Este anexo lo entregué (le he quitado los datos) junto a la ‘Declaración amistosa del accidente’.
ANEXO A LA DECLARACIÓN DEL ACCIDENTE
DE TRÁFICO
Accidente
en…, a las 18:45 horas, el 7 de junio de 2014. Antes de llegar al cruce de calles, toqué
el claxon pero A. D. se saltó el “Ceda el paso” y así lo reconoce en su
declaración. Iba completamente embalada, con su hija de acompañante y una niña
pequeña. Entonces me dijo que tenían mucha prisa, que hiciéramos el parte
cuanto antes. La acompañante manifestó que estaba cumplida del embarazo, le
dolía la barriga y que iban al hospital de Granada. Mi mujer le contestó que
llamara a una ambulancia, pero dijo que no, que irían juntas. Más tarde me di
cuenta que por la avenida de… se va a un barrio, y que la calle… (en dirección
a Granada) acababan de dejarla unos cien metros antes. No decía la verdad. De
acuerdo con A., empecé a rellenar el parte amistoso y le pedí el seguro del
coche. Me entregó dos fotocopias del seguro, pero le pedí el recibo anual para
ver si estaba en vigor. Como no me lo entregaba, mi esposa llamó a la Guardia
Civil por teléfono y le confirmó que tenía el seguro en vigor, y que venía una
patrulla. A. entonces empezó a rellenar otro parte amistoso, a pedirme datos y
que le entregara mi seguro. Le pregunté por qué no quería que yo rellenara el
parte amistoso y contestó que tenían prisa.
Sin
embargo, se presentaron dos policías locales, llamados por la hija de A. Les dijo que yo no las dejaba marchar (esto es
falso, y tendrían que explicar por qué querían marcharse sin rellenar
debidamente el parte, porque nosotros también teníamos prisa) y que no quería
rellenar el parte, así como que estaba embarazada y le dolía la barriga. Pero
no dijo a la policía que estaba cumplida y que se dirigían al hospital a
Granada, como nos dijeron a nosotros. Entonces, un policía me aclaró que la
embarazada tenía que irse al hospital y tenía preferencia, por lo que el accidente
no tenía ninguna importancia. Accedí a rellenar el parte de A., pero el croquis
no indicaba nada y tampoco señalaba los daños de los vehículos en las
observaciones. Entonces el policía dijo que el parte señala con una ‘X’ que A. no
respetó la señal de preferencia y que ya no hacía falta rellenar más. Le contesté
que yo no firmaba el parte porque faltaban los datos antes citados, acto
seguido el policía cogió la declaración y escribió en el lugar de mi firma “Se
niega a firmar”, como puede apreciarse, y me advirtió que, como yo no firmara
el parte, iba a ser el responsable de todo. Seguidamente, ordenó a las dos
mujeres que se marcharan y que le trajeran el parte del hospital.
¿Habría
que preguntar, a qué viene esta amenaza del policía, tratando de intimidarme e
inculparme, en vez de mostrar una actitud imparcial y verificar los hechos que
allí ocurrieron? No se entiende esta actitud hostil del policía local hacia mí,
tratando de obligarme a firmar un parte de accidente, donde no se recogen los
daños de ambos vehículos y cuando el croquis dibujado por A. no indica nada,
con la agravante de que intenta hacerme responsable del accidente, cuando la
causante fue A. ¿Si era urgente, por qué no llamó a una ambulancia para que se
llevara a la embarazada (esta rehusó llamar unos momentos antes, cuando se lo
dijo mi mujer), cuando el choque ni siquiera fue violento pues la chapa de los
vehículos se hundió unos centímetros? Este policía se enfadó conmigo desde que
llegó, sin yo dirigirme mal hacia él en ningún momento (yo no estaba para más
discusiones), diciéndome: “Tú no eres abogado, no tenías que haber llamado a la
Guardia Civil”, y presionándome para que accediera a todo lo que decían las dos
mujeres. Fue precisamente el policía que le acompañaba, el que señaló con una
‘X’ en el parte que A. no respetó la señal de preferencia, porque ni eso
figuraba. Lo que es de agradecer.
En
cuanto a los daños en mi vehículo: paragolpes delantero desencajado y abollado,
el lateral derecho se ha doblado un poco, hundiendo el faro derecho hacia
dentro por lo que la luz de posición no funciona, y el capó no se puede cerrar.
Los daños del otro vehículo: chapa abollada en el lateral izquierdo, pegando a
la rueda, y puede que en la puerta del conductor.
A
causa de estas circunstancias anormales e incomprensibles, me veo obligado a
presentar este anexo a la declaración de mi parte de accidente, para aclarar
los hechos.
Granada,
9 de junio de 2014
AL DEFENSOR DEL CLIENTE
… con el número de póliza… y número de siniestro…,
le expone la siguiente queja contra el agente de seguros de…
Han pasado 15 días desde el siniestro (7 de
junio) y sigo sin ninguna información del agente, con el vehículo averiado y
sin poder circular: el capó levantado, la luz de posición rota y también está
perdiendo aceite del motor, por lo que pueden robármelo en cualquier momento o
multarme. La incomprensible actitud del agente de no informarme de nada y de no
permitir que arreglen mi vehículo en el taller, está haciendo que tenga mi
vehículo inmovilizado, a pesar de que la
parte contraria reconoce en su declaración del accidente, del día 7, que se
había saltado un ceda el paso (documentos uno, dos y tres).
Le envío una copia de la reclamación (documento
cuatro) que le puse al agente, el 16 de junio, en la oficina de la Compañía más
próxima, pues en tres ocasiones que me pasé no estaba en su despacho, mientras
que N., que gestiona los partes, está de baja según me confesó por teléfono. La
declaración del siniestro me la selló el día 9 una oficinista ajena a la
aseguradora, aunque con el sello de la compañía –se ve que el agente le ha dado
instrucciones para que atienda al público en su ausencia y selle los
siniestros– y la petición de un perito la efectuó el día 10 una trabajadora de
la sucursal más próxima. El siniestro lo envió N. a la otra compañía el día 11
(la oficinista se lo envió escaneado), sabiendo que mi vehículo se encontraba
inmovilizado.
En las ‘Condiciones Particulares y Generales del
Contrato’, 1º.3. Indemnización de daños, dice lo siguiente: “Se entenderá que
existe responsabilidad del conductor o propietario del otro vehículo: c) Cuando
sea reconocida por escrito por dicho conductor o propietario. e) Cuando la Compañía,
a la vista de las circunstancias objetivas que conozca, así lo estime, por su
propia iniciativa, para evitar retrasos innecesarios”. En Reclamación de daños,
dice: “A) Interés del asegurado. 2. El adelanto de las indemnizaciones que
reconozcan formalmente el deber de los aseguradores de quienes resulten
responsables del accidente”. Si la otra compañía tiene siete días para
contestar y han pasado 15 días desde el siniestro, mientras que el agente no me
ha informado del estado de tramitación del siniestro ni ha permitido que
arreglen mi vehículo en el taller, ¿estamos ante un incumplimiento de las
obligaciones del contrato de…?, por lo que tendría que reclamar, además de la
responsabilidad del agente, los graves daños y perjuicios que me está causando
este retraso injustificado e innecesario. ¿Está utilizando intencionadamente el
agente el retraso en la reparación del vehículo para tenerme cogido y para que
no me dé de baja en…, porque la póliza vence el próximo 30 de junio? ¿Por qué
no me informa de la tramitación del expediente ni da la conformidad al
taller?... Ayer, día 21, le envié por correo electrónico al citado agente el
escrito que le adjunto (documento cinco). Debo aclarar que ignoraba que…
tuviera el Departamento de Defensa del Cliente.
Por todo
ello, espero su mediación en este asunto y, en caso de llegar a una pronta
solución amistosa, yo retiraría la reclamación del 16 de junio.
23 de
junio de 2014
Posdata: Entregué esta reclamación en una sucursal de mi compañía, pero
aquí me dijeron que a la compañía contraria no le constaba ningún parte de
siniestro, por lo que el plazo se alargaba otros siete días: “No existen
antecedentes”, decía el escrito de otra la compañía. Resulta que después de 17
días del accidente, el otro asegurado no había entregado el parte. ¿Quién se
iba a creer esto, cuando hay obligación de dar parte en el plazo de siete días?
¿No se sanciona esto? Mayor desidia e irresponsabilidad no se puede pedir a una
aseguradora. Sin embargo, me decidí y al día siguiente llevé a reparar el
vehículo donde lo habían peritado con anterioridad. Me costaba la reparación 1.200
euros (lo justo que tenía para pasar el mes) y tardaban casi una semana en
arreglarlo. No me quedaba otra opción, pues no podía utilizar el vehículo ya
que el capó estaba descuadrado y se podía levantar en cualquier momento con el
consiguiente riesgo para la vida del conductor y los ocupantes. Tampoco me
funcionaba la luz de posición del faro derecho, por lo que podían multarme. Pero
esto a las compañías les traía sin cuidado. Al día siguiente de llevar el coche
al taller, me llamó el mecánico de la Peugeot dándome una grata noticia: “Tu
compañía se hace cargo de la reparación”. La reclamación había surtido efecto y
se ve que ya no querían problemas, yo tampoco iba a parar y estaba dispuesto a
acudir a los medios de comunicación a contarles el caso. Un día antes de que
expirara el contrato, me di de baja en la aseguradora por la poca seriedad del
agente de seguro y por todo lo que me había hecho pasar innecesariamente. Con
fecha del 8 de julio, recibí contestación del Defensor del Cliente, con esta
resolución en el párrafo final: “En este sentido, debemos informarle que este
Departamento no observa incumplimiento de la Compañía en sus obligaciones
contractuales y/o legales; entendiendo por todo ello que la tramitación del
siniestro ha sido correcta”.
Pero si el asegurado deja de pagar en el plazo o no da el parte de
siniestro en siete días, sí hay incumplimiento. No se podía esperar otra cosa
por lo que algunas compañías seguirán gozando de total impunidad y causando
estragos entre los asegurados.
Hace unas semanas, tres extranjeros y un español alquilaron un apartamento en Málaga, y un turismo durante unos días. Cuando dejaron el apartamento, antes de venir a Granada, se bañaron en la playa. Unos cacos les robaron el equipaje del vehículo, forzando la puerta, así como los pasaportes, máquinas de fotos, ordenador y, prácticamente, todo lo que traían. Denunciaron el robo en la comisaría y, ya en Granada, los extranjeros tuvieron que viajar a Madrid durante la noche para sacarse el pasaporte en el consulado mejicano al día siguiente. Cuando entregaron el vehículo de alquiler, la compañía les obligó a pagar 210 euros alegando que el turismo no tenía seguro de robo de la puerta. Tenía seguro de robo, pero no de la puerta. Los extranjeros (dos mejicanos y un francés) se marcharon a París donde trabajaban con lo puesto, mientras que el español le puso una reclamación a la compañía por Internet. A la semana le escribieron diciéndole que le habían devuelto los 210 euros. Esto hacen en España muchos aprovechados con los extranjeros. Unos les roban y otros miserables les sacan el dinero. La policía nacional de Málaga tuvo el detalle de llamar por teléfono al español para decirle que a ver si conseguían recuperar lo robado.
ResponderEliminarExcelente articulo sobre queja contra aseguradora
ResponderEliminarGracias, Luis, ya ni me acordaba de este artículo, pero es todo lo siniestro que se pueda imaginar. El policía conchabado con la otra parte, y luego resulta que "después de 17 días del accidente, el otro asegurado no había entregado el parte". Es kafkiano lo que me pasó, hasta que decidí llevar a reparar mi coche y pasarle la factura a mi compañía. Publicaré este artículo de nuevo, para que vean la cara oculta de los accidentes de tráfico.
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