viernes, 17 de octubre de 2025

COLONOS, ENTRE LA VERDAD Y EL RECUERDO

 


El programa Informe Semanal, que emite TV1, del pasado 6 de septiembre, trataba sobre los pueblos de colonización y el locutor comenzaba así:

Este otoño van a hacer cincuenta años de la muerte de Franco, 55.000 familias que fueron desplazadas, entre los años cuarenta y setenta, por el Instituto Nacional de Colonización, a municipios levantados de la nada, en tierras baldías. Unos trescientos pueblos en veintisiete provincias, sobre todo en Andalucía y Extremadura. Sus habitantes se sienten los grandes olvidados y sobre ellos perdura el estigma por una vida llena de sacrificios, sus hijos y nietos nos lo cuentan en primera persona.

A continuación se escucha la voz en off, o superpuesta, del programa ‘España se prepara’, de 1949 (en tiempos de Franco), con la imagen de un pueblo:

Llevar a esos campos el agua, construir caminos y viviendas, escuelas e iglesias y preparar buenos cultivadores porque el problema de producción agrícola afecta a los españoles del campo y de la ciudad. Pero el factor primordial de toda colonización es el hombre, para el que se construyen a ritmo creciente pueblos alegres, donde su vida y el de su familia alcancen el nivel que impone el movimiento salvador de España.

Antiguos colonos con sus hijos, junto a un pantano



Sin embargo, el historiador Antonio Cazorla no opina igual: “Los pueblos de colonización son un proyecto de la dictadura para dos cosas: fijar población a la tierra y dar un mensaje a la población de que Franco está haciendo la justicia social”. Una mujer mayor recuerda muy bien el sorteo: “A cada colono le dieron una yunta de vacas para el arado, una yegua y una vaca suiza. Los primeros años, como los pobres no tenían nada, fueron muy difíciles…”. A continuación, en la pantalla de la televisión sale sobreimpresionado el título del programa: ‘Colonos, entre el mito y el olvido’. Aparece una anciana leyendo un folio: “Cuando nuestros padres salieron emigrando hasta aquí, eran tiempos difíciles, buscaban un porvenir. Ellos dejaron atrás sus casas, amigos, familiares y recuerdos de la infancia, así emprendieron el rumbo a tierras extrañas”. Oyendo esto da la impresión que emigraron a Cataluña, a Alemania o la Argentina. Pero una voz sobrepuesta desmiente el infundio: “Juana es hija de colonos, con 19 años llegó a estas tierras del noroeste de Extremadura, con sus padres y cinco hermanos. Junto a 54 familias de otros puntos de la región, fueron los primeros colonos en Begaviana”. Quiero añadir que mi esposa es hija de colonos, que vivían en la comarca de Jerez de los Caballeros, y se trasladaron a la casa con la parcela que les tocó (centenares de vecinos no tuvieron esa suerte), en Brovales, a unos nueve quilómetros. Lo normal es que los colonos se quedaran dentro de la comarca o de la provincia (se construían los poblados para los vecinos de los pueblos colindantes) y entre ellos conozco a varios que malvivían en chozos, tal era la pobreza en algunos lugares de la provincia de Badajoz, en los años sesenta. Hay que señalar que en la ‘década del desarrollismo’, de 1960 a 1970, emigraron unos dos millones de españoles a Europa y regiones del norte de España.

Acudiendo a la misa del domingo


El locutor de Informe Semanal explica el proceso: “En septiembre de 1939 se crea el Instituto Nacional de Colonización, que se convertirá en el instrumento de la política agraria franquista, planificó la construcción de infraestructuras hidráulicas y más de trescientos nuevos pueblos. Había que convertir secanos en regadíos y retener población en el campo. Cada colono recibía una casa y un lote de tierra, pero quedaba vinculado al Estado, que les tutelaba durante cinco años, pero tenían que devolver lo recibido en dinero y cosechas. Las familias numerosas tenían prioridad y había que demostrar un pasado limpio (…). Miles de hectáreas se expropiaron a grandes latifundistas, en Andalucía y Extremadura. Un proceso que resultó beneficioso para algunos latifundistas…”. Acto seguido aparecen en la pantalla unas imágenes del NO-DO (el Noticiario Cinematográfico Español), ‘La nueva Andalucía, 1961’: se concentran los colonos de las localidades de la zona para ver a Franco, que pronuncia unas palabras sobre la reforma agraria y entrega los nuevos títulos, mientras recibe los aplausos… Laureano Carbonell es miembro de la Asociación Patrimonial de Esquivel (Sevilla): “El arquitecto Alejandro de la Sota construyó Esquivel en forma de abanico y lo hizo a escala humana, con su arquitectura propició el encuentro y acercamiento de todas esas familias que venían de diferentes puntos de España, pudieron conocerse y vivir bien. Cambiaron el paisaje agrícola y son un referente esencial de nuestra historia”. Comparto completamente su opinión. Ana Amado, fotógrafa y arquitecta, lo observa desde su profesión:Ver cómo habían evolucionado estos pueblos, setenta años después. Nos interesaba mucho esta arquitectura y este urbanismo experimentales que se habían desarrollado durante el franquismo”. Mientras que el arquitecto Andrés Patiño expresa su admiración: “El arquitecto Fernández del Amo construyó Sierra de Gata en Cáceres, es un pueblo con una asombrosa naturalidad en la dehesa extremeña, sin alterarlo en lo más sustancial. El paisaje agrícola está en el interior del pueblo para que gozase de estas plazas y lugares”.

Los árboles, integrados con las casas


En Lacanau, Departamento de la Gironda en el suroeste de Francia, yo he visto chalés integrados en medio del bosque. Sin embargo, en España lo que se suele hacer es talar los árboles del bosque para construir chalés o viviendas, por no hablar de los grandes destrozos en edificios históricos que hicieron en Granada, entre los años 1965 al 1975. Y ahora quieren instalar un enorme parque de placas solares en el Fargue y el entorno de la Alhambra, talando los árboles y destruyendo la vegetación. Volviendo al citado Informe Semanal, una anciana (la mayoría han fallecido) de un pueblo de colonización recuerda que “en la Sección Femenina nos enseñaban a leer y muchísimas cosas, a que fuéramos buenas personas y buenas madres…”. Sin embargo, el historiador Antonio Cazorla reconoce que, “era una sociedad basada en las redes de la solidaridad, que eran esenciales”. En Brovales, con unos doscientos habitantes, los vecinos se ayudan los unos a los otros en las matanzas y en otras tareas, mientras que a los niños los ves en las casas de los amigos, celebrando un cumpleaños, de manera que en el invierno se contagian y se resfrían con frecuencia, por lo que hay unos lazos fuertes de solidaridad. En las casas suele haber un trasiego continuo de vecinos y familiares.

Las casas de colonos, en la actualidad


Andrés Patiño también lo ve así: “Construir un pueblo no es elevar unos muros ni poner unas cubiertas, sino que es generar unos vínculos entre personas, que llegaron y no se conocían, pero tuvieron que apoyarse mutuamente en una situación histórica”. Por su parte, Ana Amado opina que “a través de las fotos, fueron llamados injustamente los colonos de Franco durante toda su vida, y esto ha hecho que sus vidas hayan permanecido invisibles de una forma totalmente injusta…”. Y concluye: “Nosotros buscamos la arquitectura y nos encontramos con la gente.” Por lo que se ve, cometieron una enorme injusticia con los colonos, según la fotógrafa. No hace falta decir que muchos españoles vivían en la extrema pobreza, España era un país atrasado en los años cincuenta: las cartillas de racionamiento las retiraron en 1953 y en la escuela nos daban leche en polvo. Al menos les proporcionaron a los colonos una casa, con su parcela y unos animales (que tuvieron que pagar al Instituto durante treinta o más años), pero esto les salvó de tener que emigrar al extranjero. La misión de los medios de comunicación es informar, educar y entretener, pero resulta que la televisión pública, financiada con los impuestos de los ciudadanos, mezcla información con opinión y en Informe Semanal se vierten afirmaciones sin fundamento y cuando no sesgadas: “55.000 familias que fueron desplazadas, entre los años cuarenta y setenta, por el Instituto Nacional de Colonización, a municipios levantados de la nada, en tierras baldías (…). Sus habitantes se sienten los grandes olvidados y sobre ellos perdura el estigma por una vida llena de sacrificios…”. En Brovales, las casas de los colonos tenían tres dormitorios, un cuarto de aseo –en los años sesenta la mayoría de las casas rurales no tenían aseo– salón, cocina y un patio con trescientos metros cuadrados, dos cuadras para los animales, una dependencia y el pajar arriba. Hoy la mayoría están restauradas y las poseen los hijos y nietos de los antiguos colonos, porque ya no vive ninguno.

Según Informe Semanal, la construcción de más de trescientos nuevos pueblos de colonización, durante la Dictadura de Franco, desplazó a miles de colonos a tierras extrañas. Sin embargo, hay que señalar que la actual Ley de Vivienda del Gobierno ha sido un fracaso, sobre todo en la limitación de precios, de forma que los jóvenes tienen que vivir más años en casa de los padres. Copio estos titulares del El Debate, del 4 de octubre de 2024:De las 184.000 viviendas prometidas por Sánchez solo se ha entregado el 5,5%. Únicamente se han puesto a disposición de las familias 10.206 viviendas en un año y medio, y la gran mayoría proceden de la Sareb. España necesita 700.000 casas de alquiler asequible para atajar la crisis de vivienda.” Hacen falta más viviendas sociales, porque el alquiler se ha encarecido con precios prohibitivos y los jóvenes no tienen futuro.

Aspecto de Brovales



Recuerdo un programa de televisión española, hace más de veinte años, que trataba sobre los emigrantes españoles en Alemania, en Düsseldorf, en los años sesenta. Un emigrante denunciaba que los alemanes no los dejaban entrar en los bares y otro decía que, si los veían en la plaza, les pegaban. Los españoles que iban a la vendimia de Burdeos, en Francia, dormían en barracones o en antiguas cuadras de caballos… Al menos los colonos permanecieron en su tierra y pudieron tener una casa y parcelas en propiedad. Hace unos quince años entrevisté a varios colonos de Brovales, donde contaban sus vivencias y recuerdos cuando llegaron al poblado, y salió publicado un reportaje de una página en el diario Hoy de Badajoz. Entablé amistad con varios de ellos y hoy me emociono al recordarlos, incluso pedí en un artículo que colocaran una placa en la plaza, con los nombres de aquellos ‘colonizadores’. Pero no sirvió de nada.

Publicado en Ideal en Clase

https://en-clase.ideal.es/2025/10/16/leandro-garcia-casanova-colonos-entre-la-verdad-y-el-recuerdo/?fbclid=IwY2xjawNeBqNleHRuA2FlbQIxMAABHnJj-PXitJ4-SPcfRqAs3TiGNWpFPkOX7ctg2ltm33JN2F5hL0cl2XWx6TA-_aem_5cMMXrZgFEBhHmOiRSxNoA

 Los pueblos de colonización
https://www.eldebate.com/historia/20251014/pueblos-colonizacion-proyecto-rural-republica-acabo-construyendo-franquismo_344095.html

viernes, 3 de octubre de 2025

LOS PEREGRINOS DE LA VIRGEN

 

Los peregrinos, en medio de la Vega. Rafa Bertos



A las 6:45 horas del día 28, último domingo de septiembre, quedamos un grupo de veinticinco vecinos (más mujeres que hombres, entre mayores y jóvenes) de Las Gabias, en un punto de la calle Real de Málaga, para salir en peregrinación a Granada, a la Basílica de la Virgen de las Angustias. La han organizado Rafa Bertos y Belén, a través del boca a boca. No era el clásico sendero, que discurre entre montes y veredas, sino que tenía el aliciente de ser un peregrino durante una mañana, atravesando la Vega de Granada. A la salida de Gabia nos incorporamos al carril bici que discurre paralelo a la Base Aérea de Armilla. Es de noche y el espectáculo es impresionante: a lo lejos titilan las luces de los pueblos que cuelgan en las faldas de Sierra Nevada, desde Cumbres Verdes, en La Zubia, pasando por Cájar y Monachil, hasta Huétor Vega. A esta panorámica hay que añadirle el resplandor que despide al fondo la iluminación de Armilla, que estos días celebra las fiestas de su Patrón, el arcángel San Miguel. Más adelante entramos en Churriana de la Vega y, por las naves del polígono industrial, nos desviamos hasta el vial. Aquí nos adentramos por un camino de tierra de la Vega y poco después salimos a la carretera de Armilla (la del Supermercado Dani); desembocamos en la carretera comarcal GR-3303 (caminando por un arcén estrecho), que discurre paralela al río Genil, y dejamos a la derecha el Parque de Tico Medina. Por la calle de los Juncos (el río Genil tiene aquí unas vistas preciosas), cruzamos el Camino de Ronda y subimos por el Paseo del Violón. Poco después llegamos, sobre las nueve de la mañana, a la Carrera de la Virgen, donde se encuentra la Basílica de las Angustias. Calculo que habremos caminado unos nueve quilómetros y medio.

Amanece por la Vega


Por el camino he ido preguntando a algunas mujeres del grupo. Manoli es una modista jubilada y recuerda que en los años setenta fue varias veces a la Romería del Cristo del Paño, en Moclín, que se celebra el 5 de octubre, y a la festividad de Santa Rita, en Monachil, donde asistió a la procesión. Entonces fuimos andando por la Vega, me dice. A Belén la conozco desde hace años, es funcionaria del Ayuntamiento de Las Gabias y hasta hace poco nos enviaba por el wasap toda la información cultural de la localidad: Vengo a la peregrinación por una promesa que le hice a la Virgen, porque mi hijo ha tenido meningitis y estuvo a punto de morir. La vida golpea fuerte y hay que dar las gracias por ir saliendo adelante. Nieves es una gabirra octogenaria: Varias veces he venido andando a la Basílica de la Virgen de las Angustias y también he subido a Dílar, hace ya muchos años. Recuerdo que atravesamos el río montados en un camión, con motivo de las fiestas de la Virgen de las Nieves. Señalar que es también la Patrona de Sierra Nevada y de Las Gabias. A la peregrinación han venido también los hijos de Nieves, José Antonio y Goyo (encargado de los deportes en el ayuntamiento), mientras que a su marido Pepe (con 93 años) lo han traído en un coche.

Caminando por Ribera del Violón


A las nueve de la mañana la basílica estaba casi llena, los peregrinos llegaban en oleadas de los pueblos y en el portón de la entrada había un continuo trasiego. Varias mujeres de una hermandad de Churriana de la Vega llevaban pañuelos blancos anudados en el cuello. Una mujer mayor se movía entre las puertas de la entrada, se acercaba a los que pasaban y les repetía siempre la misma cantinela: Un padrenuestro y un avemaría por el alma de Juan Manuel. A mí también me lo dijo, pues se acercaba como si te conociera. Entonces le pregunté: ¿Quién es Juan Manuel?, mi marido que falleció, ¿cuándo?, hace un tiempo, ¿hace un año?, mira, tengo que atender a la gente. Y entonces la mujer dio la espantada. Los devotos de la Virgen le piden la curación de enfermedades, que los libre de penalidades y también vienen a darle las gracias. Hoy no existe el fervor religioso de antaño, del tiempo de nuestros padres, sino que cada vez hay menos fieles en las iglesias, a mayor progreso menor religión, pero en nuestros genes persiste la tradición. Con los años y con los bandazos de la vida, sin darte cuenta, uno va regresando al pasado y al tiempo olvidado de nuestros padres, hasta que compruebas que es el mismo que el de tu infancia.

Misa del peregrino, a las nueve horas


Es tradición que el último domingo de septiembre se abren las puertas de la Basílica de la Virgen de las Angustias, Patrona de Granada y de su Archidiócesis, para acoger a todos los peregrinos que llegan de madrugada, desde la provincia y la ciudad de Granada. A las seis de la mañana se celebra la primera de las misas y se van sucediendo cada hora para los fieles y devotos, hasta las diez de la mañana. Al final de cada misa se canta el tradicional Himno a la Virgen de las Angustias. Recojo estos renglones de Granada Hoy, del 28 de septiembre: En la tarde del sábado, día 27, llegaron más de cien peregrinos de Albuñol, mientras que durante la madrugada del domingo vinieron del Valle de Lecrín y de Escúzar. A las seis de la madrugada asistieron a misa grupos de peregrinos de Albolote, Arenas del Rey (dicen que salieron a las cinco de la tarde anterior), la Malahá, Güejar Sierra, Cozvijar y Dúrcal. A las 13 horas la misa será presidida por el arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo. Y a las 16:30 horas se abrirán de nuevo las puertas de la basílica para solemne procesión de la Virgen.

Los peregrinos, delante de la Basílica. R.B.


Copio este párrafo de Ideal, del 28 de septiembre, de la crónica de María Dolores Martínez: La madrugada de adorno al paso de la Patrona, con nardos, granadas y flores: A las cinco de la madrugada de este domingo los floristas Javier Guerrero y Jesús Lizana, de Las Gabias, finalizaban todo el arreglo floral del paso de la Virgen tras una intensa noche de trabajo que comenzaba sobre las nueve y media (…).En el pebetero y en las cuatro esquinas, como es tradición, un total de 2.000 varas de nardos y en el Calvario, una alfombra de claveles blancos. Otro detalle significativo son las granadas que salpican el paso para representar a todos los granadinos a los pies de la Virgen.

Le pregunto a Rafa Bertos y me dice: He venido a la basílica los últimos seis años, siempre andando por la Vega, y algunas veces lo he hecho yo solo por la devoción que le tengo a la Virgen de las Angustias. Hoy es cuando más gente ha venido de Las Gabias, incluso de Cúllar Vega. Y es que ha funcionado el boca a boca. En cambio, yo no llevaba nada en las alforjas, quiero decir que no vine por devoción ni promesa sino que participé para intentar plasmar en un artículo la peregrinación. Para mí ha tenido el aliciente de caminar durante dos horas (atravesando Las Gabias y Churriana de noche y contemplando el amanecer por los caminos de la Vega), para asistir a una misa de peregrino y, lo que es más importante, contemplar el fervor que sienten los granadinos, de los pueblos de la provincia, por su Patrona. Realmente me cautivó el paisaje otoñal y romántico de la Carrera de la Virgen, parecida a unas ramblas granadinas, con multitud de paseantes por estas fechas. Uno se queda prendado en la Fuente de las Granadas (un homenaje a la ciudad), un poco más adelante contemplas la portada y las esbeltas torres de la Basílica de la Virgen de las Angustias y terminas en la Fuente de  las Batallas, oyendo los surtidores del agua, y este recorrido lo haces en cuestión de varios minutos. No sé si en otoño habrá un lugar más bello y concurrido en Granada, y ahora con el decorado verde de las hojas de los árboles. Los granadinos tenemos fama de ser poco emprendedores, de negativos y de estar desunidos, por no hablar de la malafollá. Pero si algo nos une es la tradición de cada año: la devoción y el amor a la Virgen de las Angustias, porque son ya quinientos años como Patrona y madre de los granadinos. Cuando finalizó la misa, nos desperdigamos por el centro para desayunar churros y, más tarde, unos regresaron andando y otros en el autobús. Pero estoy seguro que el año próximo vendremos más peregrinos.

El paso de la Virgen de las Angustias. R.B

https://en-clase.ideal.es/2025/10/02/leandro-garcia-casanova-los-peregrinos-de-la-virgen/?fbclid=IwY2xjawNMMplleHRuA2FlbQIxMAABHjkNRl-lyz9uNc7VkEHwf89yISuxicwaSQzdfy_bt-HujWMxKyd0xOqpeWS-_aem_rS9JQ00PtPjn-SOtxDbUgQ