domingo, 3 de diciembre de 2023

LA PENOSA VIDA DE NUESTROS PADRES Y ABUELOS


La Alpujarra querida

La Alpujarra la recuerdo
como algo singular
y mucho más a mi pueblo
que nunca pude olvidar
ni triste y menos contento
aunque me digan pesado
siempre hablo de mi tierra
me siento muy afortunado
de nacer frente a la sierra…

 

Esta fotografía la ha publicado José Montero, en Facebook, en noviembre (también he copiado un fragmento de su poesía), y ha sido bastante comentada y compartida. He recogido los comentarios que he considerado interesantes y he corregido algunas faltas de ortografía. No he querido poner los nombres y apellidos de los que intervienen y me he limitado a indicar si es un hombre o una mujer.

 Comentarios en Facebook.

Hombre. Un buen recuerdo a la anterior generación y más aun a la de los años de lucha sin recompensa en mi caso a la de mis abuelos

Mujer. Así se vivía y éramos felices

M. Se añora todo aquel tiempo cuando nos muestran fotos como esta. Pero... ¿Quién volvería a vivir aquella vida? 

M Que recuerdos tantas veces fui así en la burra y qué buena era.

M. …Qué a gusto y felices vivimos hoy día, no nos damos cuenta que pena esa pobre gente cuanto sufrió

M. Pues sí se ha perdido la humanidad y los amigos verdaderos todos éramos una familia ahora es mucha abundancia de todo, aquellos años eran más sufridos pero había más unión y no tanta libertad y había más educación que ahora, preciosa la foto gracias por compartir desde Valencia un saludo

H. Lamentablemente con tanto avance tecnológico, lo rudimentario, sano y artesanal quedó atrás, solo queda el recuerdo.

H. No nos confundamos, la agricultura y la ganadería nunca mueren y estos pueblos están muy vivos todos, la gente emigra buscando medios de vida, pero si tienes propiedades y las haces rentables nadie las cambia por una gran ciudad donde no se conocen ni los vecinos d escalera

H. Mucho trabajo pasaban estos grandes abuelos. Un homenaje. Bravo por ellos

M. Pues sí, si se piensa bien éramos ignorantes de ciertas cosas, pero al final éramos felices con lo que teníamos poco. Pero al final sano y bueno y poco o ningún STRESS

H. …tuvimos que emigrar a las capitales grandes ó al extranjero durante años, como es mi caso, 3 años en Paris y así fuimos levantando España y después en la industria y no por nadie más. Conozco la Alpujarra yo también soy andaluz, la añoranza es lógica éramos jóvenes y podíamos con todo, pero la música va por dentro, saludos paisanos

H. La progresión de los tiempos, con tan poco que se tenía esos matrimonios fueron capaces de criar seis, siete, ocho y más niños que aportaron a la riqueza de país que somos ahora y que en muchas reuniones familiares eran dignas de admirar con el ejemplo de los padres: por nada del mundo no riñas con un hermano, ahora por una miseria dejan de hablarse

M. Ahora nos multarían por montarnos en la burra tampoco verían bien la cabra atada

H. Que recuerdos me trae esta foto, cuando veía a la gente pasar a los mercaos por mi pueblo .que felices vivíamos con tan pocas cosas .a mí esto me llena de ilusión y me emociono. Me gustan mucho estas fotos y estos recuerdos

H. Tiempos pobres pero buenos en todo orden de cosas, los valores eran reales

H. Desde Argentina comparto todo esto, siendo de Uleila del Campo tuvimos que emigrar como se decía antes hacer la América había prácticamente muy poco trabajo así que hacer las maletas y emprender un rumbo totalmente desconocido, decía mi tía hacia las Antípodas en el fin del mundo

H. Este ha sido mi vehículo desde los 6 años hasta los 15 que me fui a Barcelona, amo a las bestias, burros, mulos, caballos, etcétera

H. Hoy sería maltrato animal

M Una foto preciosa!! Soy de Argentina, y los campos han quedado vacíos, la gente se ha ido a vivir a los pueblos o a las grandes ciudades. En las ciudades estamos llenos de gente que vive en situación de calle. Pero los campos se trabajan, lo hacen sin vivir en ellos.

H. Jamás serás pesado por presumir y estar orgulloso de tu tierra, conozco muchos andaluces que renuncian a sus raíces por vivir en Cataluña, eso sí que es una pena moral

H. Era una agricultura de subsistencia prácticamente no había industria, cuando crecía la población había que emigrar no había oportunidades pero los recuerdos son bonitos. Hoy está mejor que nunca pero solo para domingos y vacaciones, económicamente esta KO. (Se refiere a la Alpujarra)

H. Así es, es que tampoco llueve, pero que le vamos hacer yo si puedo el año que viene iré a despedirme si estoy vivo, un saludo amigo

H. En esta zona de España llueve muy poco, peros las plantas crecen con el relente, así estoy yo que no soy muy alto

H. Son recuerdos de niñez. Y buenos son. Pero quién puede negar que se quedaron despoblados por necesidades básicas. Lo peor, muchos se han olvidado de sus orígenes y ni en fiestas ni en vacaciones vuelven, al principio sí, ya algunos son mayores o no están entre nosotros y los nietos se han vuelto de ciudad. Una pena porque la Alpujarra por muchos siglos fue un lugar privilegiado, comparado con otros lugares.

H. Si tienes razón pero ya sabes que en el mundo habemos de todo, yo si Dios me da salud este año el día del patrón San Marcos iré a despedirme antes de morir, un saludo amigo

H. Yo tengo 80 me vine con 18 y no he dejado de visitar a mi tierra ni un año

M. Bonita foto eran otros tiempos más tranquilos con más humanidad, respeto y educación

M. Que hermosa fotografía, eran otros tiempos pero no peores que estos, eran más trabajados, pero mucho más sanos y muy humanos, de esto último, ahora, andamos más bien escasos, debemos retomarlos.

M. Falta mucho respeto y mucha educación. Una foto muy bonita me recuerda mi niñez.

H. No sería tan buena la vida, cuando los pueblos se han quedado desiertos

H. Gracias a la política de progreso de los políticos, que son los únicos que progresan

H. El mundo evoluciona, no era ni buena ni mala vida era la que había, y en aquellas épocas en el campo siempre había algo que llevarse a la boca

       En la imagen, que nos lleva a los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, unos abuelos van montados en una borrica y tras ellos llevan a una cabra. La abuela, con el pelo blanco, lleva el pañuelo en la cabeza echado hacia atrás y un chal negro le cubre los hombros, mientras que el abuelo, con gorra, va montado detrás, estas eran las prendas típicas en aquella época. Ambos van abrigados y montan de lado sobre el animal de carga, mientras la anciana mira de frente al fotógrafo, un tanto extrañada, el hombre mira hacia adelante y con la boca abierta parece como si estuviera diciendo algo a su compañera. Posiblemente el fotógrafo y los ancianos se conocían, pero si por algo destaca la imagen es por la espontaneidad y la frescura que destila, a la vez que refleja la dureza de la vida en el campo, tanto en La Alpujarra como en cualquier pueblo de España. Entonces, las caballerías abundaban mucho en el mundo rural pues eran imprescindibles en las laboriosas faenas del campo, mientras que los automóviles y las motos escaseaban. En vez de las aguaderas, con los cántaros, llevan una vieja y rudimentaria caja de madera a lomos del animal, donde posiblemente va encerrado algún ave de corral, y un cesto de mimbre colgando. El animal, a pesar de la carga, camina con el paso firme y las orejas levantadas mientras que la cabra sigue a sus amos. Van por un camino de tierra y al fondo se divisa una tapia alargada, por donde sobresalen los grandes cipreses (cupressus sempervirens) del cementerio, del pueblo.

Los ancianos puede que fueran al mercadillo del pueblo, pues entonces eran muy concurridos y se podían encontrar los mejores precios, en las frutas, legumbres, ollas, sartenes y toda clase de utensilios para la casa. Allí acudían los vecinos del pueblo y de las aldeas cercanas, de los cortijos y de las casas aisladas aunque solo fuera para llenar los cántaros de agua en las fuentes, pues en muchos lugares carecían hasta de agua potable. Es una imagen típica de la España rural, de la gente  humilde y callada, que vivía del campo y de los animales, que trabajaba de sol a sol y muchas veces se alumbraba con un candil de aceite, como hacían mis abuelos en la cueva, porque el agua no llegó a la aldea hasta los años sesenta y la luz llegaría unos años después. Entonces se vivía con los cuatro muebles imprescindibles y no se tiraba ninguna comida ni siquiera había recogida de basura por las calles. No se tiraba nada, por eso a los nietos incluso a los hijos les resulta difícil comprender a sus ascendientes, porque no vivieron la pobreza y la escasez de aquella época.

La fotografía me recuerda a mi tía con mi prima, tendría tres años, en el día de San Juan. Ese día venían de Galera al Cortijo del Cura, unos cinco kilómetros, montadas en el burro. En la cueva se reunían los cuatro hijos y los ocho nietos (en unos años vendrían cuatro más), para celebrar la fiesta del patrón de la aldea y la onomástica del abuelo. Como recuerdo ha quedado una fotografía de mis abuelos con los nietos junto a la noguera que había por debajo de la cueva, al lado de la acequia del Botero. Mi abuela iba toda vestida de negro, la falda le llegaba hasta los pies, y un pañuelo negro le cubría la cabeza, mientras que el abuelo llevaba la chaqueta y la camisa blanca de los domingos. Ambos están sentados a los lados y cada uno sostiene a un nieto pequeño en sus piernas. Los dos nietos mayores posan la mano sobre los hombros del abuelo, como era costumbre en aquellos años, mientras que otra de mis tías, vestida con ropa oscura y con un pañuelo estampado en la cabeza, aparece detrás. Mis abuelos tendrían unos sesenta años, pero están envejecidos y aparentan diez o quince años más pero el retrato ha quedado como una reliquia para la familia. Sobre todo en las aldeas, las mujeres a partir de los cincuenta años vestían de negro, como si ya fueran viudas.

Sobre los comentarios de Facebook, tengo que añadir que después de la Guerra Civil vino la represión, las penurias, el hambre, las cartillas de racionamiento, el estraperlo, por lo que nuestros padres y abuelos conocieron la peor época y la más oscura del siglo XX. En los años sesenta llegó el desarrollismo y cierta apertura al exterior del régimen, de manera que el nivel de vida y las comodidades que disfrutamos hoy se lo debemos al sacrificio de ellos y al mayor período de paz que ha habido en los países democráticos. A comienzos del siglo XX, cuando aparecieron los automóviles y las motos en las ciudades, decía el escritor vasco Pío Baroja: Lo que el progreso te da con una mano, te lo quita con la otra. Y llevaba razón. Antes los vecinos eran más solidarios, puesto que había escasez de alimentos y de todo lo necesario, de manera que se necesitaban unos a otros (en algunos pueblos de Extremadura y en otras regiones todavía se ayudan los vecinos en las matanzas), pero hoy somos más autosuficientes y por tanto más insolidarios. Antes estaba el autoritarismo de los padres, mientras que las mujeres apenas tenían derechos (mi padre tuvo que darle permiso a mi madre para que pudiera vender unos bancales que heredó de sus padres), había abusos de los señoritos con los criados (así se les llamaba), de los empresarios con los trabajadores, pues no existían los derechos ni libertades que tenemos hoy. Había mucho analfabetismo y pobreza, en un país donde mandaban la oligarquía y el caciquismo. Miles de españoles tuvieron que emigrar, cuando hoy los inmigrantes vienen a España a trabajar en el campo o en otros oficios, que no quieren los españoles. Hoy en cambio tenemos más derechos y libertades, pero más delincuencia, hoy puede ir a la universidad el que quiera estudiar, cuando antes solo iban los hijos de la clase media. En fin, la fotografía de los abuelos nos trae la nostalgia de la infancia y de nuestros padres (conforme discurren los años, los recordamos más), pero cada época tiene su lado bueno y su lado oscuro. Por eso, no debemos confundir el recuerdo sentimental con la penosa realidad de aquellos años. 

 

 

1 comentario:

  1. Ha tenido setenta comentarios y ha sido compartido tres veces. Copio algunos comentarios.
    H En casa teníamos un burrito y mi papá falleció de repente y cada día un vecino pasaba a la finca con el burrito y tenía q pasar por la puerta del cementerio y el burrito se paraba en la reja y casualidades de la vida o no el burrito murió en la puerta del cementerio al mes de morir mi papá su dueño, esto es verdad.
    M Pues me siento identificada con mis abuelos juan y María me metían en las agüeras yo en una agüera y mi hermano José más pequeño q yo en otra Agüera y a la contra un cántaro y nos íbamos a la fuente del Cuco a por agua…La verdad lo recuerdo con mucho cariño
    M Había muchas penurias, pero yo creo que se vivía más feliz que ahora
    M Así es y ahora no estamos conformes con nada
    M Tiempos difíciles pero aún así los añoramos
    H. Esto me trae recuerdos cuando yo tenía entre dos y tres años trasladaron a ni padre de la isla mayor del Guadalquivir al cortijo de miraflores en Sevilla y fuimos en burro toda la familia. Se llevaron a mi padre a esa parte de Sevilla a comprobar si por esa parte se podía criar arroz
    M Pasamos muchas penurias , pero añoramos esos años , y somos sobrevivientes .
    M Recuerdo cuando ibamos a galera a comprar con la burra y alguna vecina que se juntaban para ir todas juntas no recuerdo como se llamaba solo me acuerdo de Mercedes y la señora Blasa un saludo
    M Si tu abuela y la mía hacían el pan en el horno de tu abuela yo estaba con mi abuela Rosa y mis tíos en el cortijo del cura, con tu abuela vivía un hijo
    M Y a pesar de todo se adaptaban a las circunstancias tan adversas y aprendían de ellas
    M Lo he vivido, y lo recuerdo con mucho cariño, nada de dramas ,a pesar de tener pocos recursos eran bonitos tiempos
    H Teníamos muchos más valores que tiene esta sociedad que hemos creado entre todos no la envidio nada
    M Como era lo que teniamos y lo unico que conociamos la verdad que para nosotros no era ningun trauma ,al contrario, eramos felices y viviamos muy conformados
    Puede que todo fuese ignorancia ,pero nosotros viviamos mas tranquilos que ahora con mucha diferencia, lo que nos hace entender que el tener mas no nos da mas felicidad..
    M Lo he vivido con mis tíos y era muy duro

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