viernes, 31 de marzo de 2023

LA CITA

 




Pasé una noche de perros, en duermevela, me dormía y al poco me despertaba… Harto de estar en la cama, cogí el despertador como de costumbre y, asombrado, vi que eran las 8:20 de la mañana; instintivamente me acordé que tenía una cita en el ayuntamiento a las 8:30 horas. Suelo levantarme a las seis horas pero, precisamente ese día, me había quedado dormido. Me vestí de prisa y corriendo, con dentífrico en el dedo me froté los dientes y me lavé la cara. Le dije a mi mujer que abriera la puerta de la cochera, cogí los documentos y a toda velocidad salí con el vehículo por las calles, pensando cual era el camino más corto para ir al ayuntamiento, que estaba a unos dos kilómetros. Aparqué en la acera de un antiguo edificio, pero antes tuve que esperar a que hiciera la maniobra un principiante, en un vehículo de autoescuela, que estaba atravesado en la calle. Pensé en llamar al teléfono del técnico, diciéndole que me iba a atrasar un poco, pero eché a correr como un chiquillo cuesta abajo, unos trescientos metros, por una calle estrecha. Cuando llegué a la puerta del consistorio, le dije al policía municipal: Es que tengo una cita con… Pues, saliendo del ayuntamiento, a mano izquierda, la casa que hay al lado de la tienda, me aclaró el guardia. Ya salgo y se lo indico. Después de señalar con el dedo el portal, salí corriendo. No hace falta que corra, que no hay prisa, me recomendó. A las 8:33 minutos, un servidor estaba llamando en la puerta de la tercera planta.

 Me recibió el técnico embozado en la mascarilla y le dije que a mí se me había olvidado con la prisa, pues suelo llevarla siempre. Le mostré los documentos y las fotografías, también le di las oportunas explicaciones, pero nada le parecía bien y me aconsejó que llevara los papeles a otro organismo. Viéndolas venir, me levanté de la silla como un resorte, como si una fuerza interior me empujara: Mire, si no va a hacer nada, me marcho pero le haré un escrito al alcalde explicándole lo que ha pasado aquí. Creo que no pensé lo que le dije, simplemente me salió la rabia que llevaba dentro por la mala noche que había pasado. Aquello fue mano de santo, pues el técnico empezó a recular y me admitió los documentos que minutos antes rechazaba, les sacó fotocopias y me dijo que ya me avisaría con el resultado de la gestión. Me lo repitió varias veces, por si no lo había entendido, y me despedí dándole las gracias. Subí la dichosa cuesta y al poco estaba en mi casa, un tanto satisfecho. Nada más llegar, me dice mi esposa: ¿Has ido a la entrevista con esas boqueras? Y le respondo. ¿Cómo dices? ¿Qué boqueras? Me miré en el espejo y vi que tenía la pasta de dientes, ya reseca, en las comisuras de los labios, como si fuera a salir a la pista del circo. Resulta que, cuando me eché agua en la cara, lo hice de prisa y corriendo, olvidándome de limpiarme bien la boca. Pa vernos matao, como suele decir un paisano. Lo cierto es que, a mi edad, nunca hubiera creído que en diez minutos de vértigo pudiera hacer tantas cosas esa mañana, después de pasar una noche de perros. En fin, el caso es que trato de imaginar lo que pensarían el guardia de puertas y el técnico al verme esa mañana: con los papeles en la mano, la bulla en el cuerpo y la cara de no haber dormido, la barba sin afeitar y con la pasta de dientes en las comisuras de los labios. Seguro que dirían: ¿De dónde habrá salido el tío este?


domingo, 19 de marzo de 2023

IN MEMORIAM, VICENTE GONZÁLEZ BARBERÁN

 









Ayer falleció en Granada el historiador Vicente González Barberán, había nacido en Murcia, en 1930. Reproduzco este artículo de mi libro Artículos del Altiplano y de Granada, publicado en 2014.

 CONVERSANDO CON GONZÁLEZ BARBERÁN

Aquella tarde había quedado, en el otrora famoso bar Suizo, con Vicente González Barberán, historiador del Centro de Estudios Históricos de Granada y del Instituto de Estudios Pedro Suárez de Guadix. ¿Cómo te trata Huéscar?, le pregunté de sopetón, pero él respondió con su pizca de humor: Estoy preparando mi entierro, pues quiero que toda mi biblioteca vaya a parar allí y no se quede desperdigada. Ése es mi deseo. Cientos de miles de fichas, archivos de prensa, artículos de revistas, doce mil libros..., debidamente clasificados, ocupan todos los rincones del piso donde desarrolla su labor de investigación: Es el trabajo de toda una vida, me dice este hombre, de pelo cano y expresión alegre.

 Sentimental y familiarmente estoy unido a Huéscar, me siento ligado al paisaje que se ve desde la Sagra. Aunque yo nací en Murcia, todos los veranos me he ido a Huéscar, con los amigos iba a bañarme a una cieca y, al final, acabé casándome con una zagala de la zona, apunta González Barberán. Fue delegado provincial de Cultura, en Granada, con el Gobierno de Adolfo Suárez, aunque no se le exigió pertenecer a la UCD. En aquellos años convulsos de la Transición, él proponía planes de obras, reunía la documentación y con orgullo recuerda que se declararon más monumentos en la provincia que los que había hasta entonces. En el Altiplano destacan los Baños de Baza, el Castillo de las Siete Torres de Orce, el artesonado mudéjar de la iglesia de Galera, el convento de los dominicos de Huéscar, hasta el término de Castril fue declarado ‘paraje pintoresco’... En fin, todas las construcciones y demoliciones de Granada pasaban por mis manos –y añade el historiador–. Pero, hasta entonces, la zona del noreste de la provincia, de Baza para arriba, estaba dejada de la mano de Dios.

 Se arregló también el archivo parroquial de Orce, y me dice que Galera conserva un buen archivo civil, mientras que en la Puebla sólo había cuatro papeles. En Huéscar –asegura–, durante la Guerra Civil, quemaron casi todo lo que había en las iglesias. Ambos creemos que Castilléjar debe recuperar su antiguo nombre de Castilleja de los Ríos, donde recientemente funcionarios de la Diputación han clasificado su archivo municipal. Allí sólo falta la mano del historiador o de algún experto. González Barberán tiene encargados los escudos de los municipios de Diezma y Castilléjar, y ha diseñado y promovido, entre otros, los de Caniles, Benamaurel y Albolote. Desde 1972 fue consejero provincial de Bellas Artes (sin sueldo), durante 15 años, lo que suponía ser patrono del monumento nazarí. A la sazón, Granada tenía bastantes monumentos sin proteger pues, aquí lo único que se protegía era la Alhambra. En 1969 fue nombrado gerente del recién creado Polo de Desarrollo de Granada: En aquellos años se hacen los Polígonos de Juncaril y de Asegra, se construyen el aeropuerto, los pantanos de Quéntar y de Canales, y se mejoran las carreteras. Ya, en la década de los ochenta, fue presidente del desaparecido Centro Artístico, que estaba en la Acera del casino.

Cuadro de Antonio Jaenada


 

Ahora ve el pasado con cierta añoranza: Cuando tenía cuatro años, ya leía libros de Historia en la biblioteca de mi padre… De la Alhambra he visto todos los rincones y allí tuve una posición privilegiada. Él tiene claro que esta tierra no era Andalucía, esto era el Reino de Granada. Le recuerdo que la comarca de Huéscar está bastante deprimida, de manera que no se le ve ningún futuro: Sin embargo –dice–, fue una zona muy rica por el ganado y por sus bosques: la reserva forestal más importante de España. González Barberán publica artículos, principalmente sobre la historia del noreste de Granada, y se siente muy orgulloso de haber sido nombrado hijo adoptivo de Huéscar y de Castril. Su legado servirá a quienes quieran estudiar la historia de aquella tierra entrañable, jalonada de atalayas moriscas. Pero hoy, como antaño, el Altiplano parece dejado de la mano de Dios.

 Publicado también en La Opinión de Granada, el 9 de abril de 2005

 Posdata: en mayo de 2013 nos reunimos varios escritores de la Asociación de Escritores del Altiplano y Pozo Alcón, en el Ayuntamiento de Huéscar. Después asistimos a una comida con el alcalde y la concejal de Cultura, donde tuve a mi lado a González Barberán: era una enciclopedia recordando la historia de la comarca. Meses después, donó su biblioteca al Ayuntamiento de Huéscar.

Miembros del CEPS, en Huéneja, el 19/10/2015

 Recojo el recuerdo que le dedica el Centro de Estudios Pedro Suárez, en su página de Facebook, y varios comentarios más de compañeros.

Ha fallecido en Granada nuestro compañero Vicente González Barberán. Nacido en Murcia, aunque oriundo de Huéscar, se licenció en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid. Organizador y jefe de la oficina de prensa de la Presidencia del Gobierno, regresó a Granada como gerente del Polo de Desarrollo Industrial y delegado provincial del Gran Área de Expansión de Andalucía. Secretario de la Fundación Infantes-Duques de Montpensier, dirigió el Archivo Orleans-Borbón y el Archivo-Biblioteca de la Alhambra. Generoso, afable y trabajador infatigable, destaca su papel como consejero provincial de Bellas Artes, desde el que promovió la declaración monumental de numerosos bienes del patrimonio histórico granadino, impidiendo su destrucción y restaurándolos. Refundador del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, era hijo adoptivo de Huéscar, Castril, Castilléjar y Caniles, medalla de honor de Huéscar a la que legó su valiosa biblioteca personal. Protector incondicional de este Centro de Estudios, por su trayectoria le concedimos el Premio Pedro Suárez en 1998. Descanse en paz.

 Miguel ángel Rivas, miembro fundador del CEPS. Lamento su pérdida enormemente. Le conocí desde su época de consejero de Bellas Artes en GRanada hasta su etapa como miembro del Centro de Estudios Pedro Suarez. Mi agradecimiento a su apoyo en distintas ocasiones y mi reconocimiento a su labor intelectual y a su carácter afable a quien tuve la fortuna de conocer. Descanse en paz.

Juan Antonio Díaz Sánchez,  miembro del CEPS. Acaba de dejarnos un MAESTRO con mayúsculas. Un MAESTRO que puso en valor el patrimonio histórico de Granada y su hermosa provincia. Un MAESTRO que nos enseñó a generaciones enteras de historiadores, conservadores, restauradores, archiveros..., y condujo por la senda de la investigación. Dios lo tenga en su Santa Gloria ya. Descanse en Paz y brille para él luz perpetua. Fue todo un HONOR ser su discípulo y AMIGO.

 Jesús Daniel Laguna, miembro del CEPS. Su primera decisión como consejero provincial de Bellas Artes fue la paralización del permiso de derribo del viejo convento de Santa Paula de Granada, en la Gran Vía. Fue nada más tomar posesión cuando acudió a su despacho y firmó el documento. No tengo que decir nada sobre la importancia de esa decisión. Lo conocí personalmente en 2001 o 2002, por mediación de mi amigo y su familiar Rafael Díaz Nieto (...) Nos queda su legado cultural, su biblioteca y su colección de documentos y el recuerdo de su amistad para los que fuimos sus amigos.

 Jesús María García Rodríguez, miembro del CEPS. Esta misma mañana le decía a alguien que don Vicente era un señor en toda la extensión noble de la palabra. Eso es todo.

 Leandro, miembro del CEPS. Pensaba llamarlo estos días, pero lo fui dejando. Era una enciclopedia y no paraba de contar historias de la comarca de Huéscar, cuando hablaba con él. Descanse en paz este historiador afable y sabio.

Mimejorbaza. Desde la tristeza, y la satisfacción; de haber sido Mimejorbaza beneficiaria desde su generosidad, y su conocimiento. Hoy lamentamos la pérdida de tan insigne personaje, que, como todos los grandes, no dudó en impulsar a nuestros pueblos más desfavorecidos y olvidados. ¡Los del Altiplano...! Como a este defensor a ultranza del Reino de Granada, le ha gustado llamar siempre.

Entrega de la Medalla de Huéscar, en julio de 2017, junto a la corporación municipal, con el alcalde José García Giralte colgándole la medalla. Gabriel Pozo, El Independiente de Granada. 

El Ayuntamiento de Huéscar ha decretado cuatro días de luto oficial. Desde la foto de Huéneja, nos han dejado Manuel Jaramillo, Mariano Martín, Leovigildo Gómez y Vicente González.


Enviado por Cuatro Clavos del Sacromonte: 

A él se debe a que la Abadía del Sacro-Monte fuera declarada por Real Decreto del 26 de enero de 1979, monumento histórico-artístico, de carácter nacional (BOE, 15/03/1979). (Foto: Hoja del Lunes, 13/04/1981). Descanse en paz. Un saludo


Informe para la concesión de la Medalla de la ciudad de Huéscar, de Jesús Mª García Rodríguez










sábado, 18 de marzo de 2023

LA MUERTE DEL POBRE

             

El incendio, en el piso de Huelva



En el invierno es cuando se suelen producir los incendios en las viviendas, donde muchas personas mueren calcinadas por las llamas o por la inhalación del humo. Las causas suelen ser los braseros eléctricos, de butano y de picón, que prenden las enaguas, o bien las estufas, chimeneas, radiadores, calentadores… Hace tres años, murieron varios jóvenes mientras dormían en una cochera, por los gases de un brasero de palos de madera, que habían encendido para calentarse. Recuerdo que, cuando yo entraba al piso de mi madre, en los años ochenta, olía a butano desde la entrada y eso que tenía el brasero encendido en el otro extremo de la vivienda. El monóxido de carbono del butano y del brasero de picón adormece y produce una muerte dulce. En los años noventa, Concha, la Carbonera, vendía picón en la calle Elvira, número 26, detrás del Banco de España, hasta que cerró el local. El oficio perdura en los pueblos, que es donde más se consume carbón, y lo inmortalizó Julio Romero de Torres, al final de su vida, con su mejor cuadro, La chiquita piconera.

 Tengo un recuerdo imborrable de mi infancia. Una noche fui al cine con mis padres y, al regresar a casa, mis dos hermanos que se habían quedado no contestaban a los golpes en la puerta y en la ventana del comedor, donde se veía la luz encendida a través de las rendijas de la madera. Entonces, mi padre subió a la terraza y entró en la vivienda forzando la puerta. Mis hermanos se habían quedado profundamente dormidos en la mesa camilla, al calor del brasero de picón, y con la puerta del comedor cerrada. Si tardamos más tiempo en llegar, posiblemente hubieran fallecido por el monóxido de carbono del brasero de picón. Todavía tengo miedo cuando echamos las ascuas de la chimenea en el brasero de la mesa camilla, pues te adormilan con el calor y sobre todo con los gases. 

 En el cementerio de San José, de Granada, siempre me llama la atención una lápida negra, grande y semicircular, a la altura del suelo, en memoria de la muerte de cinco niños, en el incendio de una vivienda en Granada, en 1933. Y alguna vez he leído el trágico incendio que tuvo lugar por esos años, en una casa del Camino de Purchil, donde también fallecieron varios niños. En febrero pasado ardieron varias habitaciones de un ático en Guadix, porque se incendiaron las cortinas. Son muchas las negligencias que se cometen a diario en las viviendas, como poner ropa a secar en la estufa o en los radiadores, con frecuencia se prenden las enaguas en las mesas camillas, colocar un sillón cerca del fuego de la chimenea, ropa al lado del calentador de gas, fumar cigarrillos en la cama, por no hablar de los numerosos incendios que se producen en las cocinas, a causa de los hornos, del aceite de la sartén...

La chiquita piconera, de Julio Romero


 Resumo tres incendios recientes, con víctimas, que salieron en la prensa.

Mueren tres jóvenes, uno de Sevilla, en el incendio de un piso de estudiantes en Huelva

Incendio Huelva, última hora: el suceso ha tenido lugar en una vivienda de la calle Villanueva de los Castillejos del barrio de Isla Chica y, según la Policía Nacional, otras siete personas consiguieron salir con vida

Los jóvenes fallecidos en el incendio de Huelva estaban celebrando el fin de los exámenes del cuatrimestre

Un brasero posible causa del incendio de Huelva que se ha cobrado la vida de tres estudiantes

P M. MOGUER / A. BAREA. Huelva, 31/01/2023

Al parecer, en el piso había hasta siete personas más, que escaparon del piso sin lesiones y se encuentran en buen estado de salud. El origen del fuego «supuestamente ha sido por una estufa en el salón», añade la Policía.

 Mueren calcinadas dos personas en el incendio de su casa en Entrevías

Las personas fallecidas, un hombre de 83 años y una mujer de 57, han sido víctimas del fuego originado en una de las habitaciones de la vivienda.

TELEMADRID. 26 de febrero de 2023 - 08:00 EUROPA PRESS

 Muere un anciano en el incendio de una vivienda en Tarragona

EFENOTICIA

 Las dotaciones de bomberos encontraron el cuerpo del anciano en su casa de la localidad tarraconense de El Vendrell.

En el comedor de la primera planta, localizaron a la persona, ya sin vida. El personal médico del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), que desplazó cuatro unidades, confirmó la muerte del anciano. Las ocho personas que residían en los pisos de las plantas 2 y 3 no pudieron pasar la noche en su casa y fueron realojadas a través de la Policía Local.

 

Copio parte del artículo de Adela Muñoz Páez, catedrática de Química Inorgánica de la Universidad de Sevilla y miembro de la Red de Científicas Comunicadoras, que publicó en elperiódico.com, el 1 de diciembre de 2019

Braseros asesinos y canarios salvadores

Con el invierno llegan las nevadas, abren las estaciones de esquí y las carreteras del norte se colapsan. También llega una plaga de muertes silenciosas y evitables cuyo responsable es el monóxido de carbono, CO, la primera causa de intoxicación en el mundo que en España mata a más de 100 personas al año y origina entre 5.000 y 10.000 intoxicaciones.  ¿Cómo mata este gas tan insulso que ni huele, ni tiene color, ni es irritante? Vuelve loco al hierro de la hemoglobina de la sangre que, por su culpa, abandona al oxígeno, O2, causando la muerte de las células de nuestro organismo (…).

Si el canario moría...

¿Y los canarios? En épocas pasadas, cuando había que estar en lugares cerrados y mal ventilados en los que había combustión, como las minas, se empleaban animales pequeños con un metabolismo de transporte de oxigeno similar al humano pero más sensible al CO, para que alertaran a los mineros de la presencia de gas tóxico: si el canario dejaba de cantar y moría, tenían el tiempo justo para salir de la mina para no morir asfixiados. Hoy no hace falta que sigan muriendo canarios porque hemos sido capaces de construir sensores que desempeñan esa función, pero también necesitamos de conocimientos básicos de los procesos químicos que tienen lugar a nuestro alrededor y sentido común para evitar este tipo de muertes.

Detector de incendios


           

   Hay que destacar que en Francia,  desde 2015, y en otros países de Europa, es obligatorio instalar el detector de incendios en todas las viviendas. Y cuento esta anécdota que ocurrió el pasado mes de enero. Una tarde encendimos la estufa de pellet y, sobre las diez de la noche, sonó la alarma del detector de incendios. Estábamos adormilados mi mujer y yo, pero no sabíamos lo que sonaba hasta que nos dimos cuenta. El salón de la cueva es amplio y el techo semicircular tendrá dos metros y medio de alto, pero, cuando miramos hacia arriba había una capa espesa de humo que salía por los tubos de la estufa. Si no es por el detector de humos, nos hubiéramos quedado dormidos y posiblemente no estaríamos vivos. El detector es un aparato pequeño, que se coloca en el techo, cerca de la cocina, su precio no llega a diez euros y funciona con una pila. Emite señales acústicas y luminosas en caso de humo o de incendio. No se explica cómo no es obligatorio en España, pues salvaría un centenar de vidas humanas y cientos de viviendas no se incendiarían, sobre todo en los edificios de pisos, supondría además el ahorro de millones de euros en reparar las viviendas afectadas. Pero, cada vez que oigo la noticia de que alguien ha fallecido a causa del monóxido de carbono, de los braseros, pienso que ha tenido la muerte del pobre.