El 2 de noviembre de 2011, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía dictó la primera sentencia contra la polémica Ley de Reordenación del Sector Público de la Junta, que supuso la integración de más de 20.000 trabajadores, de las empresas públicas, en la Administración Andaluza. El citado tribunal decía en la sentencia que el “acceso privilegiado de los trabajadores de la ‘Administración paralela’ a las nuevas agencias supone un desprecio al Estado de Derecho y una flagrante vulneración de los derechos fundamentales”. Con la excusa de una ley, a todas luces ilegal, de una tacada metieron en la administración a trabajadores contratados cuyo único mérito es tener el carné del PSOE o de los sindicatos UGT Y CCOO. El planteamiento y la estrategia es bien sencillo: como posiblemente vamos a perder las elecciones, los metemos por la gatera y dejamos a toda la parentela colocada, y si gana el PP que los indemnice.
La citada ley vulnera claramente los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad, para el acceso a la función pública, según el artículo 103 de la Constitución. Hace unos días, un auto del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo, número 9 de Sevilla advertía del peligro de la situación creada: "Hay que reconocer que si no se adopta la medida cautelar, de consolidarse la integración regulada en el protocolo impugnado sería prácticamente imposible retrotraer la situación en la que se verían afectados los trabajadores y afectará a la estabilidad y a la carrera profesional de los empleados públicos".
En cuanto a los falsos EREs en Andalucía (aseguran que es el mayor escándalo de la democracia), la Junta utilizó desde 2000 a 2010 unos 700 millones de euros para prejubilaciones ilegales a los intrusos. Habría que preguntarse, ¿acaso no es el mismo fraude, y de mayor cuantía, nombrar funcionarios a plena luz del día a 20.000 contratados a dedo, para que usurpen los puestos de trabajo a los funcionarios de carrera? 20.000 contratados a 1.300 euros de sueldo como mínimo al mes, salen a 26.000 millones, sin contar los sueldos de los grupos superiores y cargos. Si esta cantidad la multiplicamos por un año (14 pagas) salen 364 millones de euros. La misma trampa que los EREs: a unos los convierten en pensionistas, sin haber cotizado a la Seguridad Social, y a otros los nombran funcionarios, sin haber concurrido a unas oposiciones. El único mérito en común es que tienen el carné del partido o del sindicato. Tan intrusos son los unos como los otros y tan ilegales son los falsos EREs como los falsos funcionarios. Se ha vulnerado claramente la ley y el fraude es mucho mayor.
A pesar de las numerosas sentencias y suspensiones cautelares en contra de la mal llamada Ley de Reordenación, la Junta no las acata y sigue ‘colocando’ a esta casta de privilegiados, sin preparación, en los centros y en las delegaciones provinciales y, mucho nos tememos, que le salga gratis y que nadie sea condenado por prevaricación, usurpación de atribuciones, etc. Han sacado de la manga una ley –a sabiendas de que es ilegal–, han inventado ocho agencias de colocación –el director provincial de Agapa, en Granada, solo tiene el graduado escolar– y todo, para dejar colocados a miles de los suyos. Sólo esperamos que los tribunales pongan a cada uno en su sitio, pero el daño es irreparable y la guerra civil en la Administración no ha hecho más que empezar. El 18 de febrero, los empleados públicos nos manifestaremos en Sevilla por enésima vez.
Leandro García Casanova
http://www.cartasaldirector.org/2012/03/los-enchufados-de-la-administracion-paralela/
Copio de elEconomista.es, del 23 de octubre de 2012: "La Junta de Griñan cobija a 26.000 'enchufados' en empresas públicas. Los 130 entes de la Administración Paralela andaluza no se fiscalizan. El presupuesto de estos entes procede de transferencias de otros capítulos del presupuesto (a los empleados de la Junta les pagan por el capítulo 'Gastos de personal'), que suman en total 3.300 millones". El sueldo de un funcionario (policía) es de 1.600 euros netos al mes, mientras que el de los contratados en las empresas públicas es de 2.000 o 2.5000 euros. Así anda el tema. Con el dinero que descuentan a los funcionarios y las transferencias del Estado (FLA), la Junta paga a los enchufados.
ResponderEliminarRespondo a la carta del director, de un trabajador de Egmasa, pues no la había leído hasta ahora y por eso la incluyo en el artículo. Lo que le dice un funcionario a un sindicalista, en realidad me ocurrió a mí, es que no pude aguantarme. En las Delegaciones de Medio Ambiente han denunciado los agentes (los antiguos guardas forestales) de que les quitan funciones para dárselas a los del Infoca.
ResponderEliminarEs evidente que los funcionarios entramos por oposición, mientras que los contratados en las empresas públicas suelen ser amiguetes y personas afines al Psoe y a los sindicatos UGT y CCOO. Precisamente, el nuevo secretario general de la UGT de Andalucía ha estado trabajando en Egmasa. Los funcionarios tenemos un ordenador donde fichamos las entradas y salidas, esto es bueno para nosotros porque había gente que se escaqueaba, incluso funcionarios enchufados