A la izquierda, anciano con un andador |
El pasado 1 de julio 2023 venía
este titular en El Mundo: La
soledad creciente de España: los mayores de 65 que viven solos se disparan más
de un 20% en la última década. Informaba que los hogares unifamiliares en esta franja de edad superan ya los dos
millones, y en un 70% de ellos reside una mujer. El censo de población y viviendas del Instituto Nacional de Estadística
(INE) arroja, además de un número de viviendas vacías que llega hasta los
3,8 millones, un fuerte aumento en los hogares unifamiliares. Dato, por tanto,
de personas que viven solas. Y en ese incremento es especialmente llamativo el
repunte que se registra entre los mayores de 65 años: la cifra, a 1 de enero de
2021, superaba los 2 millones de hogares. Esto supone un incremento del
22% respecto al censo de 2011 y en
el retrato de la soledad en el hogar destacan especialmente las mujeres. ‘En la mayoría de estos hogares, el 70,8%, reside una mujer’, explica
el INE en el trabajo. Se trata,
en términos absolutos, de 1,47 millones de hogares unifamiliares en los que
reside una persona de sexo femenino mayor de 65 años. Hace 10 años la cifra era
de 1,27 millones, esto es, que la última década han aumentado en 200.000 las
mujeres mayores de 65 años que viven solas. Los hombres de esa misma franja de
edad que viven solos también repuntan de manera significativa, aunque siempre
en cifras más bajas: son algo más de 600.000 personas, mientras que en 2011 el
dato era de unos 430.000… Finalizaba la crónica de El Mundo con esta conclusión: La tendencia a la vida en soledad, ya sea
buscada o forzada, es clara y evidente.
La crónica ha tenido 85 comentarios y he recogido los que me han llamado la atención.
Por el seudónimo y por las respuestas, señalo los que me han parecido si es
hombre o mujer.
Hombre. Ya no existe la presión
social de que separarse era una vergüenza, de ahí las cifras.
H. La soledad no es la falta de gente, si no la
necesidad de ella, esto te lo dice cualquier buen psicólogo, hay gente que
necesita fumar, o necesita ir al bar o al bingo y gente que no, así que no
veamos problemas donde no los hay. Los
millones de divorciados que hemos huido de un mal matrimonio, estamos
encantadísimos de vivir solos, cada persona es un mundo.
H. La
gente en mi opinión nos hemos vuelto más egoístas, pensamos mucho más en
nosotros, las leyes tampoco ayudan en acabar bien en casos de rupturas, separaciones
y económicamente es un agujero difícil ya de cerrar. Lógico que al final salen
mejor las cuentas en solitario.
Demasiados prejuicios. H. Vivo solo, piso pagado, ni borracho meto a una
elementa en mi casa que se preñe, me denuncie en falso y acabe en un piso
compartido por no poder pagar ni un alquiler…
La respuesta. H. ¿Que
se preñe? Que yo sepa, las señoras
no se preñan solas... Qué poca fe en la humanidad tiene Vd. me da pena.
H. ¿Y quien dice que la soledad es un problema?
H. Mis hijos se han ido a vivir y formar una
familia al extranjero. Les ha obligado la falta de futuro y los bajos sueldos. Con ellos han desaparecido mis nietos y mis
paellas familiares de los domingos. Pero como en España en ningún sitio, uhm!
H. Y las
residencias sin crecer en número, lugar donde si se les tratara bien, que esa
es otra, porque hay que ver algunas para ni siquiera entrar en ellas, y soy
visitante asiduo de ellas, estarían acompañados y bien tratados. Resulta que
no se abren residencias en condiciones aunque aumenten los ancianos... Y antes
vivían con los hijos debido a que normalmente la mujer, mayoritariamente no
trabajaba y podía atenderles y hasta servían de ayuda, pero hoy en día es imposible conciliar niños, ancianos, trabajo y
atención a la casa por parte de ninguno de los dos cónyuges. O sea que mal
apaño tiene el asunto mientras los que deben actuar miren para otro lado o den
a compañías privadas con ánimo de lucro la actuación con los ancianos. Repito,
con ánimo de lucro.
H. Te lo
digo yo mismo, una cosa es la soledad elegida y otra la obligada, ésta última
es una auténtica tortura.
H. El problema veo yo es la gente sola y que no
tiene con quien hablar hay mucho más de lo que la gente se cree y en mayores más mucho más porque la sociedad
tira a la soledad de las personas.
MUJER. Los divorcios y los emparejamientos
temporales sólo cuando conviene, y sin hijos (ni nietos) es lo que traen… Viejo solo, discapacitado y/o enfermo:
dura un 50% menos. Ese es el plan… No
es la soledad sino el egoísmo el problema. Tanta gente sola, ¿por qué no se
juntan entre ellos? ¿Por qué se divorcian personas mayores o cincuentonas?
Porque no quieren cargar con los problemas de otro viejo, sino que los jóvenes
carguen con los suyos… Estará superencantado
cuando le manden de alta del hospital sin poderse valer por sí mismo y no vaya
nadie a recogerlo ni a cuidar de su supervivencia. Espérese unos añitos. La protección familiar exige sacrificio,
aguante y renuncias.
M. El perro es como el efecto placebo para quien
padece soledad. Muchos padecen soledad, viendo la superpoblación perruna. Sin embargo, puedes tener hijos y haber
sido buen padre y que se olviden de ti. Y no te atiendan. Cada persona es
un mundo. Y a veces, muy egoísta.
H. ¿Y qué hacemos con una señora que se ha
quedado viuda, la buscamos otro marido? ¿De dónde se creen que vienen la cifras
de soledad?, de gente que se queda viudo/a y sus hijos ya tienen una familia,
y de gente que fue independiente y libre toda su vida y ahora, a lo que a los 40 se llama independencia, a los 65-70 se llama
soledad y no tienen a nadie que les haga compañía. Queremos arreglar a los
70 los problemas que vienen de décadas antes.
La cruel realidad. H. Francamente, la soledad solo debe
contabilizarse cuando uno no puede hacer sus tareas habituales, ni deambulación ni paseos diarios con otras
personas... y nadie se entera de su
muerte en un plazo de de dos días máximo... ESO si es soledad, estés como
estés. Ese es el momento de tomar una de las medidas siguientes, cada uno
que elija su testamento vital: Residencia. Eutanasia.
Desprecio y soledad. M. En mis paseos por el paseo marítimo, suelo
detenerme a hablar con Isidoro, 93 años. Me dice que cuando va al hospital lo
desprecian y alguien le señaló: No te quejes, ya has cumplido. Obviamente, vive solo y al despedirse me
dice algo que me emociona: Gracias por
hablarme. Una radiografía.
Buen razonamiento. H. Los Progres siempre han existido... vivir la
vida, no tener pareja o tener varias, no tener hijos, trabajar mucho para
buenas vacaciones, etc. De esos Progres
Urbanitas vienen más de la mitad de los solitarios viejos en su casa o en la Residencia-aparcaviejos...
Respuesta. M. Pozuelo, Rivas, Las Rozas... en el lado
opuesto. ¿Clave? La pastuki. Los ricos tienen compañía. Y eso no incluye mascotas
perrunas, que abundan en Torremolinos o Benidorm.
Haciendo rehabilitación en la residencia |
El actor John Wayne se quejaba en la vejez de que se encontraba solo, porque sus hijos
no venían a visitarlo. Era el actor más famoso de su tiempo, se casó tres veces,
se divorció dos veces y su vida sentimental fue un desastre. Charles De Gaulle, que fue presidente de Francia, decía que la vejez es un
naufragio. En 1979 conocí en Madrid
a un actor secundario de películas, que tenía un cierto parecido con mi padre.
Hace unos tres años, salió la noticia en televisión que el actor falleció a
causa de un incendio que se produjo en su casa de Madrid. La tenía llena de
basura y de cachivaches, pues padecía el síndrome de Diógenes. Triste vejez y
triste soledad.
Un matrimonio con hijos pequeños tiene para
entretenerse los problemas que traen los niños, mientras que un matrimonio sin
hijos tiene los problemas que trae la convivencia entre ellos. Sin embargo, una
persona mayor que vive sola le da muchas vueltas a las cosas y la vida gira
alrededor de ella, el caso es que en soledad viven menos años. Y no hace mucho
oí en la radio que el 60% de los
ancianos en las residencias no reciben visitas de los familiares. Cuesta
trabajo creerlo, criar hijos para esto. Recordando a Groucho Marx, habría que decir, hemos alcanzado las cotas más altas de miseria. Cuando mis
hijos eran pequeños, recuerdo que le dije a un vecino de unos sesenta y tantos
años: Los niños dan muchos problemas. Y
el buen hombre me contestó: De mayores
son peores. Lo cierto es que la vida
se hace demasiado dura sobre todo en los últimos años: a las enfermedades,
limitaciones e incapacidades, se unen las incomprensiones de la familia, de la
pareja, la soledad… Creo que la vida se asemeja a las cuatro estaciones: la
primavera sería la infancia y el verano, la juventud; el otoño es la madurez y
el crudo invierno, la vejez. Finalizo con esta cita (que hace reflexionar) del periodista Pedro García Cuartango, cuando
cumplió 67 años. El pasado se agranda
y el futuro se encoge… Dios guarda silencio mientras el tiempo nos devora. Y
cuando llegas a la jubilación, a veces te preguntas con cierta incredulidad: ¿Cómo
he llegado yo hasta aquí?
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