Esta historia es reciente y me la ha contado un
amigo, me ha pasado los datos y yo la reproduzco tal cual. Aquella mañana, Pepe recibió una petición de amistad en
Facebook de una chica joven y
atractiva, que aparecía en la fotografía de portada con una niña de unos diez
años. No la conocía de nada ni le dio más importancia. Al día siguiente, por la
mañana y por la tarde, la chica le escribió por messenger y se produjo este diálogo:
–Hola, ¿como estas?
–Bien, ¿y tú?
–Estoy muy bien gracias por aceptar mi solicitud
de amistad es un placer hablar contigo.
–Lo mismo te digo, J.
–De donde eres?
–De M.
–Vivo en Francia, en una ciudad llamada…, pero en
este momento estoy viajando por África por asuntos personales, pero dime,
¿estás casado, tienes hijos?
–Sí, tengo tres hijos.
–Estoy separada y tengo una hija pero dime ¿a qué
te dedicas como trabajo?
–Trabajo en una oficina…
–Trabajo como cajero en un supermercado pero en
este momento no estoy trabajando ya que estoy viajando por África por negocios
personales, de lo contrario, dime ¿qué estás buscando en la red?
–Creo que haces demasiadas preguntas, mis
publicaciones están ahí por si quieres verlas o hacer algún comentario. Te
agradezco tu sinceridad pues no se encuentran siempre personas así y espero que
seamos amigos.
–Lo primero que busco es iniciar una relación
amistosa, lo que quiero decir es que quiero conocer mejor y conocer a la
persona con la que estoy hablando antes de continuar.
–Por aquí me envían videos y otras cosas a los
que no contesto, pues prefiero la amistad.
–De lo contrario en tiempos normales busco un
hombre serio y sincero con quien pueda iniciar una relación seria y duradera.
–Te deseo suerte y ya sabes dónde me tienes.
–Me alegra que estemos aquí en el mismo lugar y
me gustaría que nos conozcamos si es posible. Me gustaría que me dijeras si
tienes una cuenta de Hangouts para
que podamos conocernos.
–No tengo cuenta, ¿por qué quieres conocerme?
–Me gustaría que instalaras la aplicación Hangouts para que podamos conocernos (le
envía el enlace de la aplicación)
–Ya no quiero más cuentas, ¿cuántos años tienes,
porque veo que eres joven?
–Dame tu numero whatssap. Tengo 35 años y espero que mi edad no te moleste porque
sepas que en la amistad como en el amor la edad no tiene ninguna importancia lo
más importante es amarnos y que la confianza y también saber que una relación
sin confianza es no ajustado. No me gusta discutir aquí por qué me gustaría que
nos conociéramos, en Hangouts, es
más fácil y rápido.
–Yo tengo 56 años y estoy casado. No me digas que
no hay hombres por ahí.
–Escuche, a los hombres que conozco no son nada
serios, no estoy aquí para jugar, estoy aquí para ser feliz y hacer feliz al
hombre de mi vida.
–Te deseo que encuentres al hombre que buscas, yo
no lo soy
–Ok, vale.
Y aquí terminó el diálogo, ya no hubo más mensajes. A los dos días, mi amigo entró en la página de Facebook, donde se ven dos publicaciones con sendas fotografías de la chica con la niña. Tenía varios comentarios de hombres, en idioma francés, y uno aparecía sin foto (suelen ser perfiles o identidades falsas), donde la piropean. Tampoco había imágenes de amigos en su página, cuando lo normal es tener amistades. Entonces, Pepe pensó que aquella cuenta era un perfil falso. Por otro lado, la información que ofrecía la chica era muy escasa: separada, vivía en una ciudad importante de Francia y que actualizó su foto de portada en octubre de 2020. Tres días después, la página de Facebook había desaparecido y en su lugar podía leerse: Este contenido no está disponible en este momento. La chica tiene abiertas cinco páginas y tiene apellido italiano.
Esto es como las cartas nigerianas (te prometen
que vas a cobrar una herencia), donde una chica aparece de repente, te da a
entender que se ha quedado prendada de ti y trata de seducirte con unas cuantas
frases bonitas. Bastaría con preguntarle, ¿qué te ha gustado más de mí?, para
ponerla en un aprieto. Cuando mi amigo le pregunta, ¿por qué quieres conocerme?, la chica le contesta más adelante con
una evasiva: No me gusta discutir aquí
por qué me gustaría que nos conociéramos, en Hangouts, es más fácil y rápido. Ella le escribe unas cuantas preguntas
ya preparadas, un formulario bastante eficaz, posiblemente con el fin de
engañarlo.
Habría que preguntarse, ¿a cuántos incautos habrá
timado esta mujer con sus mensajes de amor?: Me gustaría que instalaras la aplicación Hangouts para que podamos conocernos, dame tu número whatssap, estoy aquí para ser feliz y hacer feliz al hombre de mi vida. Y
cuando el agraciado hubiera picado el
anzuelo, le pediría seguramente: envíame
unas fotografías tuyas, necesito que me hagas una transferencia para pagar el
viaje y el hotel, y después pasaremos unos días inolvidables tú y yo… Y
entonces, le sacará toda la pringue.
Sin embargo, la firme respuesta de mi amigo le trastocó los planes: Te deseo que encuentres al hombre que
buscas, yo no lo soy. De manera que la niña
bonita desapareció misteriosamente, sin dejar rastro.
Hace pocos días publicaron un estudio en los
medios de comunicación diciendo que un alto porcentaje de hombres se deja
seducir fácilmente por las mujeres, en las páginas web de citas. Como aquel compañero
que tenía una agencia matrimonial y me decía, hará unos diez años: Aquí vienen muchos hombres separados, a veces
traumatizados por la separación, pero luego se van con la primera mujer que encuentran,
de manera que a bastantes les va mucho peor que antes. En la elección de
pareja y de amistades, hay que reconocer que las mujeres son más selectivas.
Vivimos en un mundo virtual, enviamos datos y
fotos a gente que no conocemos de nada y por eso en las redes se producen
muchos chascos y desengaños, incluso se han dado suicidios. Hay personas que
cuelgan continuamente imágenes y su vida es una ventana al exterior, una
continua exposición, lo mismo que hay quienes utilizan la red para buscar pareja
cuando hay webs que se dedican exclusivamente a esto. A las personas hay que
conocerlas y tratarlas (incluso así nos llevamos desengaños), en fin, hay que
procurar que no nos vendan la burra y desconfiar
del amor a primera vista en las redes, sobre todo de quien nos dice que lo más importante es amarnos, cuando
no la conocemos de nada. El desaparecido cronista deportivo José María García
nos daría un consejo, ojo al dato, mientras que en los años
sesenta se solía decir, ojo al parche.
Comentarios en Facebook, 26 de julio: Alex Ramos: Si te mandan un enlace para que te instales Hangouts que es una aplicación de Google y que está accesible desde la página del buscador que todos tenemos como página de inicio del navegador, el truco no está en que te vayan a pedir dinero para viajar ni nada de eso, sino en que ese enlace realmente es a una dirección que suplanta la apariencia de Hangouts y donde tú vas a introducir tus datos para darte de alta, seguramente con tu cuenta de Google, y van a tener acceso a toda tu información, tu correo, Google Pay si lo tienes, etc. Y seguramente de camino te descargas un troyano que se va a instalar en tu ordenador o móvil y con el que van a tener acceso a contraseñas de bancos, etc. Las estafas de enviar dinero ya hace mucho que no funcionan. Ahora todo se hace más sibilinamente
ResponderEliminarCarmen Palacios: Espero que sea útil a muchas personas
Charo Arenas: Yo conozco dos casos similares d un hombre y d una mujer. Son estafadores q escogen muy bien a sus victimas.
Leandro: hace unos veinte años vinieron a España muchas mujeres de un país del caribe. se juntaban con hombres en el medio rural, los desplumaban y luego los abandonaban
Ángeles Torregrosa Dengra: Cierto,Yo conozco algún que otro caso.Abandonaron su mujer e hijos y después quisieron volver sin nada.Es muy triste.
Flora Román: las rusas guapas buscan mayores con poder adquisitivo para sus caprichos
Amalia Pedrosa: En el medio rural y en la ciudad ,a Cataluña venían como moscas casi todas eran sudamericanas desplumaron a montones de ancianos que estában solos,a veces incluso se iban a vivir con ellos y después mandaban llamar a su familia y se apropiaban de todo lo que tenía esa persona. Hasta de mi padre,los viejos se volvían ciegos.
Encarna Varón Ruiz: pobre viejos , si ya lo único que le quedaban era alegrar la vista , la vista nunca envejece
Pepe Castellano: Lo peor tener gobernantes que no luchen contra estas pra chicas, en realidad son ellos los estafadores, que nunca se enteran cual es su mision