El oscense Pascual Dengra falleció en Granada, el 30 de septiembre pasado, a los 91 años. En el artículo La escuela unitaria de don Pascual https://blogdegarciacasanova.blogspot.com/2014/02/la-escuela-unitaria-de-don-pascual.html, que publiqué en mi blog en febrero de 2014, y en el libro Artículos del Altiplano y de Granada (2014), escribí esto: Las casualidades de la vida hicieron que, pasado un tiempo, conociera a Pascual, un hijo del maestro, hicimos amistad y nos vemos de vez en cuando. Me proporcionó información sobre algunos personajes de Huéscar, lo mismo que su hermano Jaime, que me sirvieron para escribir algunos artículos.
El artículo, Carlos
Asenjo, memoria de un siglo, lo publiqué en Ideal en Clase el 27 de agosto de 2023 y en mi blog. Copio este párrafo: Carlos Asenjo también me habla de la tertulia que hacen en la terraza de la plaza del Campillo, en
Granada, Jesús Gil, Pascual Dengra y algunos amigos más, donde se habla de
literatura, política o del tema que toque. Yo asistí alguna vez a la tertulia,
hace años, pero al residir en Las Gabias
me resultaba complicado desplazarme (…).
Recuerdo que este ‘guesquerino’ (hijo del famoso y olvidado maestro, don Pascual Dengra, porque miles de oscenses pasaron por su escuela
unitaria) venía a visitarme a la Biblioteca de Andalucía, donde yo
trabajaba, y echábamos un rato de charla (…). El caso es que escribo este artículo
de verano porque conviene recordar a los viejos amigos y a los personajes
ilustres.
Unos
meses después, Jesús Gil, Pascual Dengra
y yo tomamos café en la terraza de un bar de la plaza del Campillo, en Granada.
Pascual, que vivía en el Edificio
Cervantes, nos habló de los problemas de movilidad que tenía su mujer y desde
hace meses estaban esperando que les salieran dos plazas para irse a una
residencia de la tercera edad, en Granada.
No querían irse a un pueblo, pues de esta forma podían salir a pasear por la
ciudad. “Y en eso estamos”, decía Pascual. Se conservaba bien, a pesar
de su extrema delgadez, y por Huéscar
ya no se pasaban porque vendieron la casa y tampoco tenían hijos. Jesús Gil lo conocía mejor que yo y le he pedido que
me hable de Pascual: Lo
conocí en la tertulia del Hotel Meliá, en la calle Ángel Ganivet, en 2020,
donde iban también el escritor Carlos Asenjo y otros. Me consta que sacó
una brillante oposición de Técnico Superior de Tráfico y que su primer destino
fue Cuenca (influido por su paisano Eduardo Chalud Lillo, a la sazón Secretario
General del Gobierno Civil). Más tarde desempeñó el cargo de Jefe Superior de
Tráfico en Almería y Málaga. Hizo las prácticas de las Milicias Universitarias
como Alférez de la Legión Española en Melilla, siguiendo vinculado a este
Cuerpo durante el resto de su vida y se casó con Mari Tere, una joven de
Martos que por entonces preparaba oposiciones en Granada. Pascual era
lo que se dice un caballero, con el honor como regla de su comportamiento
diario. Le gustaba coleccionar sellos y discos. Éramos buenos amigos, siempre correcto
y lo recuerdo como un hidalgo afable. Todos los días salía de compras con su
mujer, paseaban por el centro y por la Carrera de la Virgen y solían
hacer una visita a la basílica de la Virgen de las Angustias.
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La Carrera de la Virgen |
Llamé por teléfono el 12 de agosto pasado a Pascual, me dijo que
salían a diario aunque Mari Tere tenía dificultades para andar, pero se
iban apañando; quedé en llamarlo un día para vernos en Granada y echar un rato
de charla. Hace una semana llamé a Jesús Gil para quedar los tres en la plaza
del Campillo, allí
bajo los tilos, y fue cuando me dio la mala noticia. Pascual me recuerda a esos personajes de los años
cincuenta, como los que salían en las películas en blanco y negro: vestía
pulcramente, era educado y amable, y siempre empleaba las palabras precisas. Nos enviábamos whatsapp con frecuencia y, mientras escribo estas líneas, observo la fotografía de Pascual sonriendo en mi teléfono móvil. Sin embargo, este año no pudo asistir con
Mari Tere a la tradicional y multitudinaria procesión de la Virgen de las Angustias, el pasado
29 de septiembre, y tampoco les dieron la ansiada plaza en la residencia de la
tercera edad. Pascual fue internado en el PTS y falleció unos días después. Descanse
en paz.
Buenos días, en nombre de mi tía M Teresa Arias, viuda de Pascual, me gustaría agradecerle el artículo tan cariñoso que ha publicado en su blog. Muchas gracias
ResponderEliminarLe cogí afecto a Pascual, pues era un hombre cabal y tenía que dedicarle siquiera unas líneas. Ahora tiene que salir adelante. De pequeño conocí a su hermana Concha, en Castilléjar
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