miércoles, 17 de abril de 2024

RELATOS DESDE LA GRUTA INTERIOR

 






Miguel Ángel Rivas es profesor jubilado de EGB y licenciado en Geografía e Historia. También es investigador histórico que ha colaborado en diversas revistas y periódicos, como Wadi-as, de Guadix, y el diario Patria (1982). Ha sido miembro fundador del Centro de Estudios Pedro Suárez de Guadix, donde ha publicado numerosos trabajos de investigación en sus boletines anuales. Muchas de sus investigaciones tratan sobre Huéneja, su pueblo natal, así como el Marquesado del Cenete, Baza y Ugíjar.

 Relatos desde la gruta interior fue publicada por la Editorial Círculo Rojo, en 2018, y consta de tres capítulos, donde aparecen personajes de su familia. En el primero, Las raíces del tiempo, el autor confiesa en la Introducción que es verdaderamente un ensayo, donde, a través del formato biográfico, el protagonista Miguel Hernández Amézcua describe en primera persona sus orígenes, formación, aficiones musicales y profesión. Es un maestro jubilado, además de músico y fotógrafo, que va recordando su vida en Huéneja y Dólar, dos pueblos de la comarca de Guadix. De esta manera nos introduce en el mundo de la enseñanza desde comienzos del siglo veinte hasta los años de la posguerra. Al mismo tiempo va describiendo sucesivamente las crisis de la Restauración, de la Dictadura de Primo de Rivera, de la II República y de parte del franquismo, en una sociedad rural, bastante atrasada y pobre, que lucha por la supervivencia. Miguel Hernández también menciona algunos datos sobre las muertes infantiles: Debo de decir en este sentido que entre 1921 y 1927 hicieron estragos en Huéneja la abrepsia infantil (atrepsia), con veintiocho casos, la gastroenteritis con treinta y seis, el sarampión con treinta y una muertes y el raquitismo con veinte… Todas estas muertes eran causadas en su mayor parte por la desnutrición, causas a las que no eran ajenas las condiciones higiénicas y de salubridad… Y de esta forma, nos va ofreciendo datos históricos del municipio de Huéneja que, en esa época, llegó a tener nueve molinos, que vienen recogidos en las ordenanzas.

El autor, Miguel Ángel Rivas

 En 1911, el maestro y una compañera dirigen un escrito a la Junta Local de Instrucción Pública: (…), quejándonos de la falta de material pedagógico y la imposibilidad que teníamos de dar enseñanza a nuestros respectivos alumnos… solicitábamos quince pupitres bipersonales, una pizarra mural… En el relato hay otros personajes, a modo de vidas paralelas, como Domingo Ramírez Salmerón, suegro del maestro, así como su hijo, el sacerdote don Ángel Ramírez, cura de Huéneja que falleció en 1938 (personaje querido y recordado por el autor) y los maestros José Riquelme Molina y Gloria García Botacci. El autor de la novela confiesa que fueron personajes reales que sucumbieron de una u otra manera al período trágico que les tocó vivir. En el epílogo del relato nos enteramos que Gloria, la maestra de la escuela de niñas, fue detenida por los milicianos en 1937, porque le encontraron en su casa una imagen de la Virgen de la Piedad (patrona de Baza), pero fue puesta en libertad una vez terminada la guerra. Al final Miguel Hernández hace esta confesión: En tal sentido, mi pretensión máxima ha sido la de mostrar con ayuda de mis propias vivencias, recuerdos y testimonios de diversa índole, cómo era nuestra sociedad rural, cómo fue evolucionando, qué influencias se vio obligada a asimilar y cuales rechazar por impropias. El autor dedica las treinta y siete páginas finales del capítulo a fotografías de familiares y amigos del protagonista, a viviendas de Huéneja, a la iglesia y fiestas religiosas, así como ilustraciones de diversas obras de texto de gramática, geografía, derecho, de mapas políticos… También de obras famosas de autores españoles y extranjeros de la época,  etc.

Agustín Rivas, padre del autor



En el segundo relato, Las dos orillas del Ebro, el autor parte de un manuscrito original y va narrando las peripecias de su progenitor, Agustín Rivas, en la Batalla del Ebro, que tuvo lugar en 1938 y fue la más cruenta de la Guerra Civil, pues murieron miles de españoles y fue decisiva para la victoria final de Franco. Agustín fue dado por muerto en la batalla y la familia le dedicó un responso y la misa de difuntos, pero al final logró sobrevivir de forma milagrosa. En la posguerra pasó del Cuerpo de Carabineros al de la Guardia Civil, tras el decreto de fusión de ambos cuerpos, que dictó Franco en 1940. Agustín Rivas fue destinado a Lloret de Mar (Gerona), donde se casará con Ana Hernández, hija del maestro Miguel Hernández, y años más tarde residirán sucesivamente en Huelva, Castell de Ferro y finalmente en el cuartel de Benalúa de Guadix, en 1957. El autor aporta sendas fotografías de su padre vestido con el uniforme de carabinero y años después de guardia civil, paseando con su esposa, Ana Hernández, en el viaje de novios que hicieron a Gerona, en 1947. El relato viene acompañado de diez páginas, con fotografías de la familia y de otros personajes, así como de documentos.

  El último relato de la novela, Torre Quebrada, se desarrolla precisamente en Benalúa de Guadix y el protagonista es el niño M. (trasunto de Miguel Ángel Rivas), que vive con sus padres en el cuartel de la Guardia Civil, y la acción transcurre desde los cuatro hasta los catorce años del niño. En tercera persona, M. nos va relatando su visión infantil, desde la educación en la escuela con la Enciclopedia Álvarez hasta la ideología imperante del nacional catolicismo, también sabemos de las andanzas de sus amigos, de la pandilla con la que se junta, y de la vida que llevan sus padres en el cuartel. Una ventana alta en la chimenea de la antigua fábrica, de Nuestra Señora de la Anunciación, ya inactiva, le servirá al  chaval de observatorio para contemplar la cercana fábrica de azúcar, así como las interminables caravanas de camiones, cargados de remolacha en el tiempo de la cosecha, y los barrios aledaños al cuartel. M. subía a aquella atalaya, a través de arriesgados peldaños. Unos años después fue internado en el Seminario de Santa Fe y más tarde irá en bicicleta al Instituto de Guadix, hasta que su padre se jubila y la familia se traslada a Granada. El relato finaliza así: Con la llegada del hombre a la Luna, en 1969, todo ese mundo quedará definitivamente atrás… Lo completa con diecinueve páginas de fotografías familiares, de edificios y fiestas de la época, en Benalúa.

El autor con su madre


Las fotos y documentos proceden del archivo familiar, mientras que la información y los datos, Miguel Ángel Rivas los ha obtenido de los libros de actas municipales y del archivo parroquial de Huéneja, así como de la Universidad de Granada, de la biblioteca de don Ángel Ramírez y de su valioso Dietario de Misas. Al final, da las gracias a las personas que le han ayudado, aportando datos e información: don Domingo Aguilera y doña Consuelo Berbel, a su hija Isabel Rivas y al Ayuntamiento de Huéneja. Sin embargo, este profesor jubilado nos da la clave en la Introducción de la novela: En este sentido, por ejemplo, he incidido en el ámbito educativo –a modo de sentido homenaje a los maestros…

 


Comentarios.

Miguel Ángel Rivas: Gracias Antonio Arenas por publicarme estos relatos @ .Espero poder contactar contigo y nuestro común amigo Leandro para hablar de temas de interés para los tres.
Isidro C. Cigüenza. Enhorabuena por el artículo. La Historia de las personas particulares también enseña, ¡Y mucho!. Desde la Pedagogía Andariega optamos por eliminar al funcionariado de la Educación. Propugnamos volver a rescatar el protagonismo de las Juntas Locales a la hora de contratar a los/ las maestras, siendo exigentes y coherentes en su selección. La movilidad del profesorado en el ámbito rural raya lo tragicómico. La sociedad debe de asumir su responsabilidad y dotar de medios en todo lo relativo al aprendizaje de sus vecinos. El Estado garantiza la escolarización, pero ha fracasado rotundamente en lo que se refiere a la educación....
Leandro: Me estoy acordando de un refrán africano, que creo que viene a pelo: para educar a un niño se necesita a toda la tribu
Isidro C. Cigüenza. Et ille qua!!!!!
Leandro: ¡Y ese!, pero no le encuentro el sentido. Ahora me coges a contrapelo, como decía Gila
La Historia general es el fruto de las pequeñas historias locales escritas con el mayor esmero y neutralidad posible. Tantos son los historiadores locales que el amor por la patria chica trasciende, siempre que sepa relacionarse con un contexto general más amplio, a su propia obra y su trabajo es un instrumento valioso -a mi entender- para obras de mayor calado.
Leandro: Miguel de Unamuno la llamaba la intrahistoria,
Juan J. Tribaldos. Buen relato sobre un personaje interesante.
Leandro: Al final el autor confiesa que la novela es «un sentido homenaje a los maestros».
 
https://en-clase.ideal.es/2024/04/11/leandro-garcia-casanova-relatos-desde-la-gruta-interior/?fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTAAAR0qqEF22NJTPcnKsGO3Ummpn-VquPtvZG4Aut65UgI2MgsTt8DwH6v4-vc_aem_AS3dyL0vzbeL6eTcng_6A2sLtABVcZnzrPTmfMQ6DYppYZe4V13Hoekf0ICvYsftdv5LSKJ_ka05zt95EBo0WT7A

No hay comentarios:

Publicar un comentario