Aspecto de la excavación. Foto de
MEMOLab |
RESUMEN
1. CONTEXTO HISTÓRICO
En el artículo “Las cuevas, sus barrios y su origen en nuestra tierra”, publicado en la revista “La Sagra” (marzo de 1981), el historiador Vicente González Barberán escribe: “El Catastro del Marqués de la Ensenada, elaborado a mediados del siglo XVIII, registra en todo el término de Huéscar sólo unas 25 cuevas… El fenómeno viene de más abajo: en mi opinión, de las Hoyas de Guadix y Baza, donde había antecedentes cueveros anteriores al siglo XIX”. En esa época, los ayuntamientos concedieron licencias para excavar cuevas, ante la avalancha de nuevos vecinos (los inmigrantes levantinos) y “surgieron auténticos barrios trogloditas”. González Barberán asegura que los moros no las usaron jamás como viviendas y que las cuevas abandonadas, con puertas y ventanas, que encontraron los nuevos repobladores, tras la Guerra de Granada, en los frentes de los acantilados, “son precisamente las conocidas ‘cuevas de moros’, ‘boticas de los moros’ o ‘hafas’ (en Benamaurel las llaman así)”. El historiador aclara que estas grutas son frecuentes en la zona oriental de España, como Granada y Almería. En el estudio “Arquitectura subterránea”, de Lasaosa Castellanos y Ron Cáceres (1989), en referencia a Castilléjar, dice que “la población que vive en cuevas es aproximadamente el 50% de sus habitantes”. Entonces había 239 cuevas y casas-cueva, pero a causa de la emigración muchas se encontraban abandonadas y “una cantidad elevada de cuevas que no se han contabilizado al haber quedado ya relegadas por la casa”.
Cuevas de la Morería, mayo de 2022. Foto del autor |
2. LAS CUEVAS DE LA MORERÍA
“Las Cuevas de la Morería presentan un aspecto ruinoso y alarmante, acabarán cayendo al río si no se actúa pronto, pues el terreno sobre el que se asientan es flojo. Sería conveniente y necesario que la Consejería de Cultura hiciera un estudio del terreno”, escribía este autor en el artículo “Las cuevas moriscas de Castilléjar”, en 2014. En cambio, son completamente desconocidas, incluso para los castillejaranos, las cuevas moriscas de Los Carriones (anejo de Castilléjar). Al compararla con otra foto, que hice en agosto de 2007, se ha desprendido una parte de la pared y de la ladera, que hay al lado del camino. Hay una casa-cueva de piedra roja, con su chimenea, cerca de las cuevas, en fin, un pegote que afea el conjunto. Vistas las cuevas desde el Oeste, el cerro ofrece el aspecto de un barco. En los años sesenta, un vecino colocó una carrucha en el morro del cerro para subir paja a las cuevas moriscas, aunque se han conservado mejor que las de la Morería. En un correo electrónico, que en 2009 le envié a la entonces alcaldesa de Castilléjar, Josefa Carasa, le preguntaba si podía hacer alguna gestión para la conservación y protección de las cuevas, antes de que se pierdan o deterioren. Le recordaba que, entre los monumentos naturales de la provincia, sólo está incluido el poblado ibero de la Balunca, en Castilléjar, pero no vienen las cuevas de la Morería. En cambio, en Benamaurel tienen las “hafas” y cuatro monumentos más, y en Castril, la Peña... “De aquí a cincuenta años, nadie se acordará de nosotros pero quedará el legado histórico de la Morería y de las cuevas moriscas de Los Carriones, como monumentos naturales, si hacemos algo. Como alcaldesa eres la más indicada, podrá haber un Ecomuseo en Castilléjar, pero no es nada comparado con la historia que encierran las cuevas moriscas. Son nuestro pasado. Éstas pueden perderse y deteriorarse por abandono o desidia (como ha ocurrido siempre en el pueblo), son muchas las personas interesadas en la conservación de nuestro patrimonio, aparte de que es nuestra obligación como castillejaranos”.
Cuevas moriscas de Los Carriones. Foto del autor |
Jesús Martínez, que falleció en 1990, me contaba que cuando él nació (creo que por 1910) hubo una fuerte riada que causó el desprendimiento de una parte de la Morería, de manera que cambió el curso del río Guardal. Lo cierto es que esas cuevas las utilizaron los moros, como habitáculo. En Castilléjar existe el barrio del Cenete, que era el antiguo barrio morisco. El nombre proviene de la tribu bereber de Zeneta (los cenitas), una de las más antiguas y principales de África del norte. Las cuevas de la Morería tienen una Catalogación Genérica, por lo que están protegidas, es de esperar que sean declaradas monumento natural. “De vez en cuando se cae un testero”, me dijo un pastor que tiene las cabras por allí, hace siete años. Yo siempre había visto las cuevas de la Morería desde lejos, que es de donde se toman las fotografías, pero al acercarme a ellas se ve este espectáculo. Lo peor de todo es la indiferencia general ante el desmoronamiento que hay en Castilléjar, tanto por parte del Ayuntamiento como del pueblo ante este barrio morisco con tanta historia. En la Morería se aprecia ruina total, con grietas en las paredes y bastantes entradas de cuevas ya caídas, cuando en los años cuarenta había una vereda por donde se accedía a ellas. Quiero expresar mi agradecimiento a Jesús María García, de Galera, miembro del CEPS, y Juan José Martínez, de Huéscar, por la documentación que me han proporcionado para elaborar este artículo.
“Esta es la triste realidad de nuestras
comarcas respecto al Patrimonio Histórico-Artístico local. Qué país es este el
nuestro que da más importancia a los purines que a la preservación de la
Historia. Por desgracia para nosotros no todos son Galera (bien para ellos).
Piensan los defensores de las macrogranjas que primero es el comer y después el
conocer la Historia. Ocurre lo mismo con los defensores de poner contadores de
agua en el campo y tuberías para el riego, dado que el agua escasea y la
desertización avanza. Por desgracia no hay ningún lumbreras que sea capaz de
conciliar ambos intereses, los públicos con los privados. Fijaos lo que ocurre
en Galera por ejemplo: la visita al yacimiento argárico y a Tútugi ha estado
detrás -y lo sigue estando- de su oferta cultural (Museo Arqueológico y
yacimientos) y gastronómica (latas de cordero y vino Galeyra), religiosa
(iglesia parroquial), ligada a la historia de los Moriscos. Esto atrae desde
colegios a particulares y le imprime carácter y personalidad. No hay que
olvidar que nuestras comarcas se encuentran en el furgón de cola de la economía
del norte de Granada, junto con el norte de la cercana Almería. Comarcas que
curiosamente editan varias revistas de Historia de gran interés: Boletín del
Centro de Estudios Pedro Suárez, Revista Velezana y Bastetania, entre otras,
que ponen de manifiesto la gran riqueza histórica, documental y arqueológica
del Altiplano granadino, Vélez Rubio y Vélez Blanco, Baza, Guadix, Cenete,
etcétera. Paradójicamente, en todas ellas la protección de la Junta de
Andalucía y la propia dinámica social de las comarcas han propiciado un enorme
vacío, cuando no la abulia y el olvido de su olvidado y rico patrimonio.
Palacios y conventos abandonados, baños árabes en franco proceso de deterioro,
molinos harineros y ventas de arrieros, desaparecidos o arruinados, aljibes de
campo y balsas de riego encenagados... pero, eso sí, central fotovoltaica del
Marquesado y aerogeneradores sepultando el viejo camino real que lo atraviesa
junto al ferrocarril hacia Almería y elevando la temperatura global del
entorno, la extracción de agua del acuífero que es la divisoria de aguas entre
el Atlántico y el Mediterráneo que es el llano, granjas de cerdos, gallinas y
conejos que bordean la A-92, un Geoparque que no termina de arrancar y que se
disputan Granada, Guadix y Montes Orientales, etcétera. Esta triste realidad
apenas se pone de manifiesto con algunas iniciativas como las que conocemos a
través del Boletín del Centro de Estudios Pedro Suárez y dichas revistas. Esta es la realidad que hay que cambiar”.
Y esta fue mi respuesta: “Expones muy
bien la situación, Miguel Ángel, porque conoces la historia de estas comarcas,
que son de las más pobres de la Unión Europea. Cada pueblo elige su alcalde y
su destino, unos apuestan por el patrimonio y el turismo y otros por las
macrogranjas, como vemos. Tenemos el Geoparque pero los inversores murcianos
instalan macrogranjas (la Junta busca inversores foráneos), pero en el
patrimonio histórico se podría decir, como en el siglo XIX, creo que fue Ángel
Ganivet, que se gastaba más dinero en las caballerías del Ejército que en la
conservación de la Alhambra, que estaba casi abandonada y en ruinas. En Orce,
Galera, Gorafe, Fonelas... se están viendo los resultados con subvenciones de
la Junta y de los citados pueblos, pero creo que se pueden crear puestos de
trabajo (aunque el Altiplano se está despoblando) y conservar el patrimonio
histórico. Habría que procurar que no se perdiera más patrimonio, pues se ha
perdido mucho y se ha llegado a veces demasiado tarde”. Finalizaba el artículo,
con estas reflexiones: “Sé que a muchos les preocupa el patrimonio histórico,
pero lo cierto es que nadie reclama ni dice nada por lo que las Cuevas de la
Morería y de Los Carriones, y el poblado argárico de la Balúnca, siguen en
ruinas desde hace siglos. Los ayuntamientos de Galera, Orce y Castril hace años
que invierten en los yacimientos arqueológicos y en el turismo rural, por lo
que son bastante conocidos en España. Sin embargo, el Ayuntamiento de
Castilléjar apostó por las macrogranjas y sus ganancias, por lo que ya son
muchos los ‘castillejanos’ que se quejan de los malos olores y de la
contaminación de los purines. En definitiva, cada pueblo tiene los gobernantes
y el patrimonio que se merece”.
Restos de la torre.
El 23 de julio realizan una visita a las
excavaciones del antiguo castillo y a la cueva de la Morería, el alcalde de
Castilléjar y algunos arqueólogos, acompañados de varios vecinos. La
exalcaldesa, Josefa Carasa, me envió un audio del que entresaco estas explicaciones
del arqueólogo José María Martín Civantos, que es el encargado de la excavación:
“Hay restos visibles de la torre, el Murallón, en el encofrado tapial, que era
de calicanto. Será visitable, recuperando así la historia de Castilléjar. La
idea es asomarnos a la Morería y a la vega para entender el entorno, pues la
vega con sus regadíos ha sido la subsistencia en los últimos mil años. Esto le
da sentido a la Morería. Debajo del castillo tenemos un granero fortificado,
son cuevas sencillas, de una habitación de tres o cuatro metros, de largo,
comunicadas entre sí. Son parecidas a las que existen en el Rif (Marruecos) y
en la zona de Túnez, de los siglos VIII y XIX, donde utilizan palos o escalas
para subir. La reconquista de Castilléjar se produce en 1488, cada cueva era de
una familia morisca –eran familias numerosas y tenían una estructura tribal– y
aquí guardan el trigo, las legumbres, los documentos de propiedad o la dote
para la hija. A las cuevas les falta una parte que se ha ido cayendo, mientras
que las hafas de [2]Puente
Arriba se han conservado mejor. El castillo y las cuevas son dos estructuras
defensivas, que son complementarias. El castillo es público y pertenece a los
vecinos, y está abastecido de agua, leña…, para defenderse de los ataques. Hay
más castillo de lo que esperábamos, aunque tiene rellenos, se conserva la estructura.
Las murallas están hechas con morteros de cal, arena y tierra, pero tuvo
derrumbes. El murete pensamos que era del castillo, en Benamaurel está el
murallón y la hafa, igual que en el castillo de Benzalema, en Zújar. El
murallón lo derribó Quico ‘el Coca’, el antiguo propietario, en los años setenta.
Tenemos que ir excavando esta semana, esto era una marranera y más allá, al
final de la cueva, se ve la vega. La chimenea tiene un secreto, está rellena de
tierra suelta y de trozos de cerámica,
hay tres metros de relleno contra la muralla”.
Al final, el alcalde, Emilio Sánchez,
dirige unas palabras a los asistentes: “Un día se nos presentó esta cueva, que
era de la heredera de Quico ‘el Coca’. Tuvimos una subvención de la Diputación y la ayuda de la
Universidad. Queremos hacer un proyecto
y un mirador bonico hacia la vega, a largo plazo, y vamos a continuar. Doy las
gracias a José María…”. La citada cueva tiene un pozo de más de diez metros,
que fue excavado por el antiguo dueño, con el objeto de acceder a las cuevas de
la Morería, pero años después lo rellenó de nuevo. Ahora han tenido que sacar
el relleno del pozo (se baja por una escalera metálica) y excavar una mina para
acceder a una habitación de la Morería.
“El Murallón”, como era conocido en Castilléjar. Foto de MEMOLab
El 30 de julio, el “Centro de Estudios
Pedro Suárez” publica varias fotos de las excavaciones en Facebook, con este
texto: “Castilléjar descubre su castillo. Siglos de abandono y transformación
habían perdido toda memoria del castillo andalusí de Castilléjar, considerado
por muchos como una simple atalaya. Sin embargo, las excavaciones dirigidas por
el equipo MEMOLab demuestran la
importancia de este enclave nazarí en los años en que fue frontera del reino de
Granada con Castilla. Hasta 5 obras de reforma y ampliación, incluyendo la
construcción de una antemuralla, han podido documentarse en esta fase. Al tiempo
que lo pone en relación con las cuevas de la Morería y otras del entorno, como
silos para el almacenamiento de grano”. El historiador y profesor, Miguel Ángel
Rivas Hernández, comenta en la página del “Centro de Estudios Pedro Suárez”: “He
aquí cómo en Castilléjar, después de mucho tiempo y mucha tinta sobre papel han
terminado concienciándose de la necesidad de recuperar el pasado en todas sus
dimensiones. Está claro que el castillo o alcazaba se halla estrechamente unido
con las cuevas por cuyo reconocimiento tanto ha luchado Leandro. Magnífica
decisión que ojalá imiten otras localidades”. Y este autor le contesta: “Gracias
por acordarte, Miguel Ángel. Yo llevaba años luchando y publicando pero nadie
me hacía caso, mientras que las cuevas de la Morería se estaban desmoronando
sin remisión. En ti tengo un ejemplo a seguir, por lo mucho que quieres y has
escrito sobre la historia de tu pueblo, Huéneja. Por encima del Murallón del
antiguo castillo de Castilléjar había una atalaya, pero un vecino la derrumbó
en los años setenta, pensando que escondía oro desde el tiempo de los moros”. Miguel
Ángel Rivas interviene de nuevo: “Gracias por tus palabras, Leandro. La defensa
del patrimonio histórico se hace casi siempre ante la incomprensión de los vecinos
afectados para quienes "lo viejo" debe derruirse. Después, cuando se
quiere corregir ese fallo es ya demasiado tarde. Por eso la labor de los
historiadores debe ser la de recoger por escrito todo lo ‘antiguo’ para
concienciar al pueblo de lo que debe de respetarse para que pase a las
generaciones futuras su conocimiento, al menos”.
El
castillejarano, José Miguel Ortiz, hace estas observaciones: “Eso que se ve,
más que muralla era atalaya. Todas las atalayas de la zona, hasta una altura de
unos tres metros, más o menos, estaban rellenas de tierra compactada, que es lo
que se ve en la foto, la piedra que lo cubría estará en las tapias de los antiguos
corrales del barranco. Estoy seguro que en su época, desde la atalaya, se
podría observar las demás torres, la del Campo Valentín, en la carretera de
Huéscar a Castril, la de la Sierra del Muerto y las de Sierra de la Encantada y
Botardo, en Huéscar, o las de la Sierra de la Umbría y el Salar en Orce, al
igual que la atalaya que hay en Fuente Amarga, que pertenece a Galera. Desde
cualquier atalaya de esas se pueden ver todas. Hay otras como la de Ozmín, que
es la única de planta rectangular y se encuentra frente al cortijo Ros, y la
del Salto del Moro, que está en la Sierra Bermeja, frente al camino de las
Santas, en Huéscar”.
Aspecto de la desaparecida torre, en 1928. Foto del médico Eliseo Avellán
Josefa Carasa me envió un segundo audio,
el 31 de julio, donde varios arqueólogos explican a los vecinos de Castilléjar,
los resultados de las excavaciones del castillo, que están llevando a cabo
estos días. El alcalde, Emilio Sánchez, presenta al arqueólogo, José María Martín
Civantos, de la Universidad de Granada, y al equipo MEMOLab (Laboratorio de
Arqueología Biocultural),
con los técnicos y compañeros, que han realizado la primera intervención: “Ha
costado trabajo empezar, pero nunca esperábamos estos resultados, pues fue
complicado: murallas y habitaciones enteras. Hoy ha venido Miguel Castellano,
de Patrimonio de la Diputación, que va a financiar la segunda fase. Estuvo
Leonor, con el tema de la recuperación de las semillas antiguas. Vamos a seguir
y se va a quedar un conjunto precioso. Doy las gracias a los estudiantes de
arqueología y de historia del arte, y a vosotros…”. Seguidamente, interviene el
arqueólogo José María: “Es una alegría presentar los resultados de la
intervención arqueológica, que han tenido unos preliminares muy interesantes. El
castillo y las cuevas de la Morería tienen un enorme valor histórico y
cultural, con el agua forman un oasis, y las cuevas eran un granero
fortificado. El uso del agua y del regadío tiene más de mil años y es la
historia de los campesinos de la comarca. Quiero destacar la labor del equipo
de trabajo: el topógrafo, el especialista de cerámicas, la colaboración del
equipo geológico de España, así como del equipo espeleológico de los Vélez, que
se descolgó hasta las cuevas. Vino también de Madrid una especialista en
estudio de semillas. Las cuevas tienen tres niveles de depósitos: las piedras,
la paja para el ganado y las semillas, como trigo y cebada. También hemos
encontrado cerámicas de los siglos XII y XIII”. Otro arqueólogo hace estas
precisiones: “Llevamos dos semanas de intenso calor. El castillejo es un
gran castillo, los resultados son interesantes y hay un nuevo castillo en la
provincia de Granada. Desde el siglo XII hasta su reconquista, Castilléjar ha
estado en la primera línea de la frontera. El castillo con las cuevas y la
agricultura han sido la base de la subsistencia. Es un hito dentro de la
comarca”. Un miembro del equipo destacó la financiación de la
Diputación y la labor desinteresada de los estudiantes de arqueología,
conservacionistas y de secundaria, así como la comida que les han llevado
algunos vecinos del pueblo y el permiso que otro les ha dado para excavar.
Estudiantes voluntarios, durante la excavación. Foto del ayuntamiento
Según me informó mi paisano, Ángel
Linares, los estudiantes voluntarios trabajaban en la excavación, desde las 6
de la mañana hasta las 13:30 horas, a pesar de las temperaturas, de hasta más
de cuarenta grados, que han hecho durante el mes de agosto, y dormían en una
nave que tiene el Ayuntamiento en el barrio de Los Evangelistas. Ha tenido que
ser un trabajo agotador, vaya nuestro agradecimiento a cuantos han colaborado
en la excavación. Los trabajos se espera que continúen en octubre. Ángel me
aclara que, encima de la cueva de Quico 'el Coca' no había una atalaya,
como se creía, sino que la excavación ha puesto al descubierto que había una
torre. Quiero finalizar con esta frase que Miguel Ángel Rivas me ha enviado por
correo electrónico: “El tiempo y tu buen hacer espero que consigan hacer
reconocer a los responsables de la Junta de Andalucía que este patrimonio que
conserváis es más importante que los purines que os amenazan. ¿Es
que no son capaces de ver que lo que ahora parece hallarse en franca decadencia
o desaparición puede ser lo que más adelante dé prosperidad a esa tierra que
tan abandonada ha estado a lo largo del tiempo?”.
Todos
esperamos que la Junta de Andalucía ofrezca su colaboración, junto a la
Diputación y la Universidad de Granada, en la excavación de la torre
(castillejo) que le da nombre a Castilléjar, y en la conservación y
apuntalamiento de las cuevas moriscas, en completo estado de ruina. Y que la
Consejería de Cultura declare Bien de Interés Cultural (BIC) las cuevas de la
Morería. Es de desear que con el descubrimiento de la antigua torre, con las
cuevas moriscas y con el Ecomuseo, Castilléjar salga del ostracismo y del
abandono de siglos y que recupere su historia y su identidad. Estoy seguro que,
con esta oferta cultural, con sus paisajes insólitos y su gastronomía, atraerá las
visitas de colegios, de particulares y del turismo rural.
Cano García, Gabriel M: Introducción de su libro “La comarca de Baza” (1974).
González
Barberán, Vicente: “Las cuevas, sus barrios y su origen en nuestra tierra”,
publicado en la revista “La Sagra” (marzo de 1981).
Lasaosa
Castellanos y Ron Cáceres: “Arquitectura subterránea” (1989).
García Casanova,
Leandro: “Las cuevas moriscas de Castilléjar” (2014).
García Casanova, Leandro: “Leandro: Castilleja de los Rios en blanco y negro” (2020).
FOTOS
Envío
siete fotos, con pie de texto:
1.
723/3 Aspecto de la excavación,
con Castilléjar y los Barrancos al fondo.
Foto de MEMOLab.
2.
Cuevas de la Morería, mayo de 2022. Foto del autor.
3. Cuevas moriscas de Los Carriones. Foto del autor.
4. 357 Restos de la
torre. Foto del autor.
5. “El Murallón”, como era conocido en
Castiilléjar. Foto de MEMOLab.
6. Aspecto de la desaparecida torre, en el
barrio de San Marcos, en 1928. Foto del médico Eliseo Avellán.
7. Estudiantes voluntarios durante la
excavación. Foto del Ayuntamiento.
Las Gabias, 18 de agosto de 2022
[1] “Me gusta más el gentilicio “castillejanos”, de Castilleja de los Rios…. Entre los años veinte y cuarenta del siglo pasado cambiaron el topónimo por Castilléjar, luego suprimieron el apellido De los Rios y ya desgraciaron el pueblo”. Copiado del prólogo de mi libro “Leandro: Castilleja de los Rios en blanco y negro” (2020).
[2] Aldea de Benamaurel.
Posdata. Esta es la colaboración que envié para el Boletín, del ‘Centro de Estudios
Pedro Suárez’, tal cual, como no la publicaron ni recibí ninguna comunicación
(¿para qué?), envié una reclamación al presidente pidiéndole los informes de
los evaluadores. Según estos, mi trabajo no cumple las normas de edición incluso
un informador utiliza ataques personales
y me denigra, como puede verse en el informe escaneado de abajo (a la derecha),
todo ello con la aprobación del
presidente. Este informe lleva la misma fecha que mi reclamación, 10 de marzo, y
lo encargó el presidente. Debo señalar que en “el Boletín número 33, de 2020,
vienen 11 artículos de miembros y 19 de investigadores, o lo que sean, ajenos
al CEPS. Y en el Boletín, número 35, de 2022, vienen 23 trabajos
publicados: 8 son de miembros del CEPS, mientras que los 15 restantes
(casi el doble) son de personas ajenas”, se supone que son amigos del presidente.
Entre los miembros incluyo la memoria
del secretario, pero no puede ser considerado como un trabajo de investigación.
Muchos de estos trabajos ni siquiera cumplen las normas de edición, que nos exigen
a los miembros. El descubrimiento del castillo y de las cuevas ocurrió tal y
como lo describo (el CEPS también se hizo eco de la noticia en su página de
Facebook, lo mismo que los medios), con dos audios que me envió la exalcaldesa,
donde los arqueólogos y el alcalde de Castilléjar dan explicaciones de la excavación
al público asistente, comentarios de testigos y de historiadores, siete fotografías
(visité el lugar con posterioridad a los hechos), bibliografía de cinco autores
sobre la comarca y las cuevas, etc. Como puede verse en el informe de abajo, el
evaluador de marras concede a mi trabajo un punto en los cuatro apartados,
cuando la valoración está entre uno y cinco puntos. La peor nota. Y en los aspectos relevantes, es tanto el cinismo
y el desvarío sin límites del evaluador que ahora pasa del insulto a la mentira
por sistema (lo subrayado): “La primera imagen está parcialmente velada, los
pies de fotos de todas están incompletos en su redacción, no aparece el autor y
en alguna no existe el pie de foto”. Sin embargo, las normas de edición no pueden ser más claras: “Los textos se pueden
acompañar de gráficos y fotografías…, vayan con sus correspondientes pies de
imagen con indicación de autoría y fuente”. A estos extremos hemos llegado en
el CEPS.
Valoración de un evaluador |
Observaciones del mismo evaluador |
Comentarios en Facebook y en Los Amigos de Castilléjar. 43 me gusta, 23 comentarios, 12 veces compartido. 277 lecturas
ResponderEliminarMari Triguero. Muy bien explicado Leandro gracias
Leandro. Gracias a ti, que hagan esta faena con un acontecimiento tan importante en el Altiplano
Gloria Blázquez M. Muy interesante Leandro, como todo lo que escribes sobre nuestro pueblo… pena que se derribase la atalaya. El pobre hombre no sabía la importancia que tenía… Ahora se va a hacer famosa y conocida por la lucha de la supervivencia de su Río cuando Salgamos en la tele
Angustias Ortiz F. No he leído en mi vida nada PEOR escrito, expuesto, argumentado ni sentenciado que lo que has publicado en tu blog!!! (y mira que leído de todo). No me extraña que te lo hayan rechazado Leandro. Aunque yo no habría podido ser tan indulgente como quienes han tenido el valor de evaluar algo INVALUABLE. No sé quién es más atrevida, si la ignorancia o la soberbia.
Silvestre Fabryce T. Angustias Ortiz Fajardo Sabes que hay médicos y psiquiatras muy respetables que pueden ayudarte a comprender y controlar tus impulsos perversos.
Angustias Ortiz F. "El aconsejar es un oficio común que lo usan muchos y lo saben hacer muy pocos" (fray Antonio de Guevara, obispo de Guadix).
Leandro. Silvestre Fabryce T. Acabo de ver los comentarios, pues ayer estuve bastante liado. Le pedí a Angustias Ortiz, “Explica tus razones y no utilices calificativos, como el evaluador de marras”, pero no ha contestado. Hizo otro comentario peor en mi anterior artículo y son ataques feroces, sin sentido. Silvestre Fabryce debe de conocerla bien, cuando le responde: “… que pueden ayudarte a comprender y controlar tus impulsos perversos.”. Gracias, Silvestre, has acertado en el diagnóstico, por eso bloqueo a esta persona para que deje de hacer daño.
Mariluz Gómez M. Angustias Ortiz Fajardo No te conozco tia , pero bonitas amargura por los cuatro costados. Como se pude ser tan desagradable!
Leandro. En este caso, se puede aplicar el refrán "y dale con la burra al trigo" (que la tía vuelve a lo mismo)
La Bajita Plateá. Angustias Ortiz Fajardo El día que tocaba educación en casa de tus padres o no estuviste o simplemente ese día no existió… hola Leandro simplemente decirte que hay personas que no merecen ni tu tiempo ni tu energía, la.señora con su modo de expresarse de define.
Leandro. La Bajita Plateá. Tengo dificultades para responder. Ya ves que no entré al trapo y después no se atrevió. Gente rara
Mari Triguero. Siempre hay alguien k mete la pata
Leandro. Va con la intención de hacer el mayor daño posible y a veces se le vuelve en contra
Leandro. Mi agradecimiento a Josefa Carasa por los dos audios que me envió, al historiador y amigo Miguel Ángel Rivas, por la ayuda que me prestó, así como la información que me ofrecieron mis paisanos y los comentarios que recogí sobre el tema … En las observaciones a mi trabajo, escribe el primer informador: “En primer lugar, los datos sobre las cuevas de la Morería que facilita son conocidos desde hace mucho tiempo y no ofrece información complementaria”. Aquí debo decir que la Alcazaba de Guadix es conocida también desde hace mucho tiempo. Estas y otras son las ocurrencias de algunos informadores, más propias del maestro Ciruela, que se dedican a evaluar los trabajos de investigación, de manera que la mayoría de los miembros no damos la talla.