Según los videos que publicó 'El País', el pasado 25 de abril, el diputado de ‘Junts Pel Sí’, en el Parlamento catalán, Lluís Llach, dijo que la aprobación de la ley de transitoriedad jurídica obligará a todos los funcionarios que trabajan y viven en Cataluña. "El que no la cumpla será sancionado. Deberán pensárselo muy bien. No digo que sea fácil; al revés: muchos de ellos sufrirán, porque dentro de los ‘Mossos d'Esquadra’ hay sectores que son muy contrarios", dijo en un acto organizado en marzo, por ‘Òmnium Cultural’ en Sant Sadurní de Noya (Barcelona). Lluís Llach también apuntó en diversas conferencias que la Consejería de Economía está preparada para sancionar a los contribuyentes que incumplan sus obligaciones fiscales: "Nuestras primeras declaraciones de renta reales serían en 2018. ¿Qué está previsto? Que quien no pague en Cataluña será sancionado. Nada más que esto. El Estado amenazará, pero aquí es donde cada uno de nosotros y de los funcionarios verá qué hace y se responsabilizará de sus actos”, recalcó.
Más bajo no ha
podido caer este titiritero con sus intolerables amenazas (lo han utilizado, pero alguien
debería denunciarlo en el juzgado), pero esto indica muchas cosas: los
independentistas están muy nerviosos, sobre todo desde que el juez ha metido en
chirona al hijo del patriarca de la independencia, Jordi Pujol. El que
pregonaba “España nos roba”. Ya era hora de que el juez lo encarcelara.
Cuando se recurre a estas burdas amenazas contra los ciudadanos de Cataluña, contra
los funcionarios y contra los mozos de escuadra es porque carecen de
legitimidad y de razones. Las encuestas indican que los independentistas están
bajando, mientras que el porcentaje de los españolistas es mayor. ¿Quién va a
querer una Cataluña independiente y sin futuro, fuera de la Unión Europea y, lo
que es peor, de la mano de unos aventureros, que no son de fiar? Artur Mas
también está imputado. Parece que no les ha servido de nada la lección de Gran
Bretaña, tras su salida de la Unión Europea: la libra ha bajado y Escocia pide
un referéndum para independizarse, pues quiere seguir perteneciendo a Europa. En
definitiva, la orgullosa Inglaterra se ha pegado un tiro en el pie. Cada vez
son menos los que creen en estos iluminados de la independencia.
El 27 de abril,
la juez Mercedes Alaya hizo estas sorprendentes declaraciones, en una
conferencia en Valencia, a instancias del ‘Foro de Opinión Cívico’. “Yo
estoy en la Sección Séptima (de la Audiencia Provincial de Sevilla) porque no
se me permitió quedarme —mediante una comisión de servicios— porque el Consejo
General del Poder Judicial votó unánime, PP y PSOE, y por el Tribunal Superior
de Justicia de Andalucía”, según recoge el periódico digital ‘Valencia Plaza’.
Los dardos más punzantes los dirigió contra los fiscales Anticorrupción: “No
mueven un dedo si no reciben órdenes de Madrid, porque lo he vivido”, apuntó la
juez (algo parecido me dijo un abogado, en Granada, hace varios años). Son,
precisó, “la extensión del gobierno de turno”. Según su diagnóstico, “el
Ministerio Fiscal tiene dos problemas, la jerarquía y la unidad de actuación. El
Gobierno elige al fiscal general del Estado, y éste a los de Anticorrupción. El
Gobierno está presente en todos los casos de corrupción”, dijo.
La juez también
dejó jugosos titulares sobre las formaciones políticas tradicionales. Después
del 15-M, “hay un pacto de no agresión entre los grandes
partidos para asegurarse la supervivencia”. PP y PSOE convinieron en que “no
comentes mis abusos, yo no comento los tuyos”, según recoge el periódico ‘Valencia
Plaza’. Mercedes Alaya estaba investigando los Eres y los cursos de formación,
de la Junta de Andalucía, unos dos mil millones de euros que no se han
justificado. No le permitieron quedarse y su juzgado fue ocupado por la juez María
Núñez Bolaños, que empezó a trocear los procedimientos, donde las
responsabilidades se diluyen. A finales de abril, la Audiencia Provincial de
Sevilla ha anulado el primer archivo de la juez, sobre una ayuda irregular de
los Eres, pues, considera que “el sobreseimiento, por no encontrar intrusos fue
precipitado”. En alguna prensa la tachan de juez amiga, mientras que es
evidente que los partidos políticos aplican el refrán de “hoy por ti y mañana por mí”. El “do
ut des” de los romanos, doy para que des.
El 19 de enero
pasado, la juez Alaya advirtió también de la paulatina y grave pérdida de
independencia que padecen los jueces: “Hay una justicia para poderosos y
hay una justicia para los que no lo son”. Esto salta a la vista, en Granada
estamos hartos de ver cómo los tribunales archivan los casos, cuando afectan a
políticos. Hay una vara de medir para el pueblo y otra para los de arriba, como
decía el humanista Tomás Moro. La juez Alaya también se quejó, en otra ocasión,
de la que policía no colaboraba con ella. De diez policías que había dedicados
a los Eres, los dejaron en cuatro, comentaba un periodista de Tv13. Y es sabido
que la Junta no cubría las bajas de los funcionarios, por traslado, que se
producían en su juzgado.
El 25 de abril
venía este titular de la agencia Europa Press: “La Intervención General de la
Junta detecta ‘irregularidades’ en la gestión de contratos de la Alhambra”. Y
aclaraba que “dado que algunas de las actuaciones revisadas podrían haber
ocasionado “un menoscabo de ingresos,
insta al Patronato de la Alhambra a que inicie todas las actuaciones necesarias
para exigir a las correspondientes autoridades y personal relacionado con las
mismas a fin de recuperar las cantidades indebidamente pagadas o dejadas de
ingresar por el Patronato”. Esta noticia salió reproducida en las páginas
interiores de algunos medios de comunicación, hasta que buscando uno se entera
que el citado menoscabo de ingresos es
un agujero de más de seis millones de euros, en más de 200 contratos, donde
está imputada la exdirectora de la Alhambra, María del Mar Villafranca. El juicio
sobre las entradas a la Alhambra tardó bastantes años, de manera que algunos
encausados murieron antes de celebrarse, me dijo uno. Está visto que alguien tendrá que escribir ‘Las
cuentas de la Alhambra’.
Cuando fueron
imputados los expresidentes, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, junto a otros
veinte excargos de la Junta, por los 854 millones de euros de los Eres, su
presencia en los medios pasó casi desapercibida y apenas salieron en la
televisión. A la presidenta, Susana Díaz, le faltó tiempo para decir que creía
en la inocencia de los expresidentes y esperaba que salieran absueltos. A esto hay que añadir que al juez
Pedro Izquierdo, exalto cargo de la Junta, le ha tocado llevar el caso de los Eres de los
expresidentes, por lo que ha sido recusado por el PP. ¿Alguien piensa que Chaves y Griñán saldrán condenados? Hace unos días, el
periodista Alfonso Rojo dijo: “El País le dedicó 92 portadas a los trajes de
Manuel Camps (el expresidente de la Comunidad de Valencia), que ascendían a
15.000 euros”. Y no digamos el tiempo y los titulares que le dedicaron los
medios de comunicación a la malograda Rita Barberá, por los mil euros que
recibió.
No es difícil
imaginar la de portadas que les hubieran dedicado algunos medios, si el dichoso
menoscabo de ingresos en la Alhambra,
o los 854 millones de los Eres, los
hubieran protagonizado Rita Barberá, Manuel Camps o el exalcalde de Granada, Torres
Hurtado? Está visto que pedir objetividad a la hora de informar, en algunos medios, es pedir demasiado. Lo cierto es que tenemos una democracia enferma y, lo que es
peor, de las más corruptas de Europa. Los partidos tradicionales no han sabido
regenerarse ni apartar a los corruptos (más bien, los han protegido) y este
desencanto ha dado lugar a que los ciudadanos voten a los nuevos partidos. Pero
estos dejan mucho que desear, andan entre el populismo leninista de Iglesias y la falta
de madurez de Rivera.
Llevas razón, democracia corrupta solo eso es bastante,
ResponderEliminarLa corrupción está en todos lados mientras el pueblo callaba
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