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Don Eloy en el centro, 15/05/62, fiesta de san Isidro |
Don Eloy ya forma parte de la memoria de nuestra infancia
En junio de 2014 me
enviaron del Archivo General de la Administración, en Madrid, el expediente
número 48.162, con el sello de Archivo, Mº de Educación Nacional y la palabra Masonería escrita a mano y con mayúsculas, de Eloy Ferrer
Espinosa, maestro de Cañada de Lodbar (Chirivel, 1897- Castilléjar, 1962), que
fue represaliado por el franquismo. El Boletín Oficial de la Provincia de
Almería, del 16 de diciembre de 1936, ordena: en vez de Mojácar se le traslada
a Vera. Esta fue una represalia de las autoridades de la República. En una
declaración jurada del maestro, vienen estas preguntas y respuestas, recién
concluida la Guerra Civil, el 22/04/39, Año de la Victoria: “¿Dónde se
encontraba al iniciarse el Alzamiento Nacional del Ejército?” “Castilléjar
(Granada”. “¿Ha estado afiliado a alguna asociación sindical o partido
político…?”. “Al de Izquierda Republicana, desde noviembre de 1931 a junio de 1936,
y al Partido Socialista desde 1937, y a la F.E.T.E… (Federación Española de
Trabajadores de la Enseñanza). No he ostentado ni cargo directivo…”. “Formó
parte de algún batallón de milicianos…”. “No”. Declara también que su sueldo de
maestro durante la República era de 5.000 pesetas al año.
En otro documento
(03/05/39), Eloy escribe a pluma la relación de hechos que hizo en favor de
personas perseguidas por su ideología nacional-sindicalista: El vecino de
Castilléjar, Juan Antonio Martínez Martínez, tuvo que salir huyendo con todos
sus familiares porque querían matarlo, y con su hijo José vino a mi casa
pidiendo que les amparase, han estado viviendo en mi misma casa los dos y otra
hija llamada Felicidad (...). El actual alcalde de Vera, D. Luis Flores Rubio,
al incorporarse por su quinta fue detenido por fascista por el S.I.M. de Murcia
y yo me trasladé personalmente a esta capital para gestionar su libertad, la
que conseguí (…). Al párroco de Roquetas, D. Domingo González, que estaba
refugiado en Almería, le he auxiliado con víveres y dinero. Al vecino de Cuevas
de Almanzora…, que estaba detenido en el Ingenio (Prisión) de Almería, gestioné
y conseguí su libertad. Al vecino de Oria, D. Pedro Martínez, afiliado a
Falange antes del Movimiento, le fueron arrebatadas todas sus fincas, y como
era Bachiller conseguí fuera nombrado auxiliar docente de la escuela La
Umbría”. Cita a dos personas más que consigue liberar de la cárcel. “El maestro
de El Margen (Cúllar Baza), que además era sacerdote, Sr. Casanova, salió
huyendo y se refugió en una barriada de Oria, pero fue detenido. Intervine en
su favor siendo puesto en libertad. Acompaño documentos que justifican mi
actuación en favor de los detenidos, dos vecinos de Vera… Esta relación de
hechos la dirige a la ‘Junta Depuradora de Funcionarios’, con la declaración
jurada y sendos escritos de las personas citadas que corroboran lo manifestado
por el maestro.
En mayo de 1939, Eloy escribe al Jefe
del Servicio Nacional de Primera Enseñanza, solicitando que le conceda el ser
rehabilitado en su cargo. El delegado de la Junta Local de FET y de las JONS
(Falange Española Tradicionalista y Juventudes Obreras Nacional Sindicalista),
de Albox, José López Alascio, escribe el siguiente informe para que conste y
pueda acreditarlo el interesado donde convenga, con el visto bueno del jefe
local: 1º. Que durante el tiempo que el Sr. Ferrer ejerció el cargo de
alcalde, del que dimitió a primeros de julio de 1936, asistió presidiendo la
corporación municipal, a todas las festividades religiosas y tradicionales, no
impidiendo ningún acto del culto católico. 2º. Que restablecido de la grave
enfermedad que padeció durante dos meses, la primera salida que hizo fue
asistir a una misa de acción de gracias, que celebró el sacerdote D. Simón
Reyes de Baza (...). 4º. Que poco después de las elecciones de febrero de 1936,
se convocó una manifestación, solicitando al Ayuntamiento “la expulsión del
pueblo del cura párroco D. Bartolomé Caparrós (vilmente asesinado por las
hordas marxistas en Almería), el Sr. Ferrer se opuso a tal pretensión
manifestando que mientras estuviera dentro de la ley tendría la protección de
la autoridad. 5º. Que habiendo sido prohibidas con carácter general las
procesiones de Semana Santa, consiguió del Gobernador Civil la celebración de
las mismas, bajo su responsabilidad personal. Sin embargo, el informe del
párroco de Vera es desfavorable a Eloy (19/07/39): Que si bien no conoce a D.
Eloy, por informes particulares recibidos, parece que por su ideología política
social y propaganda, no se le cree apto para que se le pueda confiar la
patriótica y cristiana obra de la educación de esta niñez. Mientras que el
cabo de la Guardia Civil de Albox señala que su conducta moral y profesional
es buena, no es religioso. Por su parte, el administrador del Manicomio
Provincial de Almería escribe (12/12/39) que el maestro y otro se entrevistaron
con el Gobernador Civil, consiguiendo fuesen puestos inmediatamente en
libertad, Juan Sáez Mirón, jefe de Falange Española”, así como otros
falangistas “en un número superior a veinticinco. El informe del sargento de
la Guardia Civil, del Puesto de Vera (15/07/39), dice así: ha sido un elemento
destacado de izquierdas…, y se le atribuye la frase que mientras quedara un fascista vivo, no
habría tranquilidad…, ha observado mala conducta, considerándolo desafecto para
nuestra causa. En la actualidad se encuentra detenido… Por el contrario, el
alcalde fascista de Albox le echa una mano a Eloy (10/07/39): en la iniciación
del Movimiento fue perseguido por los elementos marxistas, quienes le obligaron
a trasladarse a Vera. Su conducta moral es buena… Hay un informe posterior
(02/01/40), dirigido a la Comisión Depuradora del Magisterio, con preguntas y
las respuestas que da el sargento de la Guardia Civil, de Albox (sic): ¿Perteneció a sociedades secretas? Se le supone pertenecía a la Masonería.
Labor en la escuela. La de un mal maestro. Generalmente la tenía casi siempre
abandonada, para dedicarse a la propaganda de la política izquierdista.
Conducta política, moral, social y religiosa. Su conducta política marxista y
no es religioso (…). Cualquier otra noticia de interés. Con la República ha
sido alcalde en esta localidad, diputado provincial por Almería, y muy
simpatizante del fatídico Azaña.
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A la izquierda, la casa donde daba clase
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En contestación al pliego de cargos, de
la Comisión Depuradora del Magisterio de Almería, Eloy contesta en cuatro
folios. Reconoce que sí pertenecía a la FETE y a la Asociación Nacional del
Magisterio. También era miembro de Izquierda Republicana (el partido de Manuel
Azaña), aunque meses después de las elecciones de abril de 1936, se afilió a
Acción Republicana. Sin embargo, niega que perteneciera a la Masonería,
alegando que: consolidé esta formación espiritual en el Internado del Ave
María, que el Venerable Padre Manjón fundara en Granada, pues en él cursé toda
la carrera de maestro en los años de 1911 a 1916. A la pregunta de si ha
desempeñado cargos públicos desde donde se beneficiaban las teorías
destructoras del Frente Popular, responde que el 15 de junio de 1931 tomó
posesión del cargo de concejal y, por fallecimiento del alcalde, fue elegido el
30 de enero de 1934, hasta que le fue aceptada la dimisión el 14 de julio de
1936. También se dio de baja en el partido de Izquierda Republicana con el
firme propósito de apartarme de toda actividad política, pues después del
Alzamiento no he tenido ninguna actuación política ni sindical (…) Y este odio
que me tenían los marxistas por mi actuación en contra de ellos…, fui detenido
por orden del comité revolucionario y sometido a expediente, sancionándome con
el traslado forzoso a Vera (…) pidiendo mi destitución por desafecto a la causa
revolucionaria. Al cargo 5º. Si después del 18 de julio de 1936 hizo
frecuentes manifestaciones de adhesión a la causa roja, el acusado contesta: Además de poseer un aparato de radio, oía las emisiones nacionalistas y
propagaba las victorias de las tropas liberadoras, como lo confirma el párroco
de Roquetas, en su informe, ayudándole con donativos en dinero y especie a
sobrellevar su angustiosa situación y les tenía al corriente de los avances de
las tropas nacionales (…). Mi afecto por la causa nacional queda probado con
examinar la declaración. Se refiere a la del administrador del Manicomio y a
los informes aportados. Cargo 6º. Demuestre que no era ateo con anterioridad
al 18 de julio de 1936. Eloy se defiende con esta retahíla de argumentos
piadosos: Que recibía la visita domiciliaria de Stª Teresita del Niño Jesús,
de que era congregante del Sagrado Corazón de Jesús…, de que al finalizar una
misión parroquial confesé y comulgué, de que era cotizante para el
sostenimiento del culto y del clero, de que se realizaron procesiones en Albox
por decisión mía bajo mi exclusiva responsabilidad, de que era defensor de su
Iglesia y de sus Ministros… Todo esto lo acredita con documentos oficiales y
lanza la pregunta: ¿No revelan de una manera indubitada una actuación
profundamente cristiana y católica?. Finaliza su defensa con esta petición:
Yo espero tranquilo el fallo de esa Comisión Depuradora seguro de que ha de
estar inspirado en la rectitud y en la justicia que es la norma que preside
todos sus actos. Albox, 15/01/40.
A principios de 1940, el jefe de la FET
y las JONS, de Zurgena, Félix Alascio escribe: Nos consta de que cuando tuvo
que retirar el crucifijo de su escuela se lo llevó a su casa y lo ha conservado
hasta la fecha habiéndolo tenido colocado en su dormitorio. En parecidos
términos se expresa el juez municipal de Zurgena, donde el hermano de Eloy trabaja
de secretario en el Ayuntamiento. A pesar de ello, la Comisión Depuradora, a la
vista de los informes negativos de algunos guardias civiles y del párroco de
Vera, propone: Que se sancione al dicho maestro separándole definitivamente
con pérdida de todos sus derechos (10/05/40). La Comisión Superior
Dictaminadora de Expedientes de Depuración, de Madrid, no se queda atrás y
propone al ministro un año después: Separación definitiva en el servicio y
baja en el escalafón. Por si esto fuera poco para el inculpado, en julio de
1941, la Comisión Depuradora de Almería lo acusa de pertenecer a la Masonería
con el nombre simbólico de Costa, Logia Evolución y Grado 1, desde el 27 de
marzo de 1935, basándose en un informe del Servicio Nacional de Información e
Investigación. Eloy contesta en el plazo de diez días, exponiendo las mismas
alegaciones e informes que dispone: En la prueba documental que acompaño,
queda desvirtuado por su inconsistencia el cargo que se me formula. Serón, 7 de
agosto de 1941. En la posguerra hubo miles de depuraciones, encarcelamientos
y, lo que es peor, fusilamientos masivos. Hay un escrito anónimo a mano,
fechado en Madrid (28/04/41), sin que figure el cargo o autoridad, ni el sello,
que ordena lo siguiente: procede a la suspensión de empleo y sueldo por dos
años, traslado forzoso fuera de la provincia con prohibición de solicitar nuevo destino en
cinco años e inhabilitación para cargos directivos y de confianza. En agosto
de 1941, el párroco de Serón informa que el maestro cumple los deberes como un
buen católico habiendo cumplido en los dos años con el precepto Pascual… A la
vista de los antecedentes e informes, la sentencia del Tribunal Especial para
la Represión de la Masonería y el Comunismo (12/01/42), firmada por el conocido
general Saliquet dice así: Resultando que ingresó en la Masonería en noviembre de 1932, en la logia Venus
número 10 de Águilas (…), revelan su escasa malicia y lo insignificante del
daño causado… Fallamos que debemos condenar y condenamos, como autor de un
delito consumado de masonería, a la pena de doce años y un día de reclusión
menor, y accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para el ejercicio de
cualquier cargo del Estado. Sin embargo, la sentencia añade que se eleva la
propuesta al Gobierno para que el indulto alcance a la pena principal y podría
quedar reducida a seis años y un día de prisión mayor. Y eso que reconoce que
la escasa malicia y el daño causado fue insignificante.
Tras pasar varios años en el Penal de
Burgos, en 1948, Eloy envía una solicitud al ministro de Educación, deseando
acogerse a la Ley de 10/02/39 para su rehabilitación (…), proponiendo como
informantes de su conducta pública y privada, a los señores D. Luis Molina
Gómez, a un médico de Albox y al comisario de policía de Granada, Daniel
Cepero. La contestación la recibe a través del secretario del Juzgado
Municipal, Número Uno, de Granada, Nicolás María López: Que como consecuencia
de su instancia, se oficia petición al Excmo. Sr. Ministro de Educación Nacional
dándole cuenta de que por este Tribunal no existe inconveniente en que sea
repuesto en el ejercicio de su profesión de maestro, pero sin ostentar puestos
de mando y confianza… Han quedado atrás los años de plomo y de cruel
represión, ahora la Dictadura de Franco quiere dar otra imagen, pues en Europa
la observan con lupa. En abril de 1949, Eloy de nuevo se dirige al ministro.
Alega que fue suspendido de empleo, cobrando la mitad del sueldo, hasta
febrero de 1942 en que dejó de percibirlo. En esta fecha se encontraba en la
Prisión de Burgos, pero no le notificaron la resolución de su expediente de
depuración profesional, por lo que solicita la revisión del mismo como maestro
nacional propietario procedente de las oposiciones libres del año 1917. En
marzo de 1949, el cura arcipreste de Albox emite este informe: Perteneció a
las distintas asociaciones religiosas. Por información recogida de personas
fidedignas… contribuyendo con su concurso personal a la enseñanza del Catecismo
en las escuelas. El director de la entonces Academia Isidoriana granadina,
Luis Molina Gómez, también le echa una mano: Prestó sus servicios como
auxiliar, cumple con todos sus deberes como buen católico… (25/05/49). Eloy
residía entonces en la calle Molino de la Corteza de San Andrés, nº 9, de
Granada. En su expediente, consta otro informe de Atanasio Martínez, cura
ecónomo de Castilléjar (09/06/59): Es una persona de intachable conducta moral
y religiosa, y de probada honradez y fidelidad. En parecidos términos, pero en
dos folios, se expresa el alcalde de Albox. También viene un escrito, firmado
por el jefe del Registro Central de Penados y Rebeldes, de fecha 27/05/59:
Certifico que consultadas las notas que obran en este Registro, no aparece
ninguna que haga referencia a Eloy… que le impida el desempeño de la actividad
para que se solicita la presente. Esta certificación está solicitada para
ejercer la profesión de maestro nacional. Algún amigo importante intercedió
para que no lo inscribieran en el Registro de Penados.
Eloy tiene ya 62 años y, con esta buena
noticia, de nuevo vuelve a la carga con el ministro: Al desaparecer la
inhabilitación para el ejercicio profesional, queda expedito el camino para
solicitar de V.E. la revisión de mi expediente profesional. En octubre de
1959, el inspector del Consejo de Almería escribe: después de enumerar los
pueblos en los que estuvo ejerciendo de maestro, con buena conducta, Cañada de
Lodbar, Albox y Vera, concluye que en la actualidad reside en Castilléjar y
según informes recibidos observa buena conducta…Y para que conste y se una al
expediente de rehabilitación incoado por el interesado, se expide el siguiente
informe… Por eso el maestro se vino huyendo a Castilléjar, donde nadie podía
acusarlo de rojo, no había cuartel de la Guardia Civil y la represión en la
posguerra fue menor. A pesar de los años de cárcel y de la inhabilitación se
puede decir que tuvo suerte, aunque se pasó el resto de su vida buscando
testigos por todos sitios, que informaran bien de su vida moral y religiosa,
para defenderse de las graves acusaciones, y escribiendo a las autoridades…
La maestra Dorita Carasa me envió esta
carta, en junio pasado: Voy a intentar decirte algo de mi tío D. Eloy: Se casó
con Dolores Avellán Gómez, hermana de mi abuela y tuvo un hijo que murió a los
9 años. Después de destituirlo de su carrera, se fue a Castilléjar y alquilaron
la casa de la calle Rosario donde empezó a dar clases particulares para ganarse
la vida. Como se le juntaron muchos alumnos, de todas las edades, tuvo que
tirar un tabique en la parte de arriba y formar un gran salón, donde daba
clases. Como persona era excelente y como maestro excepcional, con él había que
aprenderse las cosas por pantalones, si no, te tenía allí sentado las horas
muertas hasta que te lo aprendías. Tenía mucho genio, pero sólo cuando
preguntaba algo y no lo sabías, ya que en la vida normal, diaria, era muy
afable y educado con todo el mundo. Recuerdo su gesto, tan temido, de morderse
la lengua cuando fallabas en algo, pero nunca chillaba ni faltaba al respeto a
nadie. A principios de los 60, D. Miguel Lozano y él montaron una academia, con
el propósito de preparar a un grupo de niños/as, en el que yo me incluyo, para
examinarse en Huéscar, en la Sección Delegada del Instituto Padre Suárez que
acababa de estrenarse. Nos apuntamos un buen grupo de niños y tú, como yo, te
acordarás de las calamidades que tuvimos que pasar. Él daba matemáticas, D.
Miguel Geografía, Francés y no sé si algo más y otros maestros, entre ellos D.
Emilio Carmona, que daba ciencias naturales, creo recordar. Hubo después más
maestros, pero no puedo acordarme de sus nombres. Tenía un afán terrible porque
estudiáramos y saliéramos con alguna carrera, algo impensable en aquellos
tiempos, pero él siempre decía a los padres que si había que vender bancales,
que los vendieran, que lo primero era estudiar.
La pena es que un buen día, después de
estar tomando el fresco hasta altas horas de la noche en la plaza, en la puerta
de mi abuela, se despidieron para ir a dormir y al rato fueron llamando a toda
la familia porque había muerto, según dijo el médico de una angina de pecho,
antes de meterse en la cama. La academia siguió, pero siempre se notaba la
falta de D. Eloy, ya que nadie lo pudo superar, sobre todo en matemáticas que
era estupendo y por el gran apoyo moral que nos inculcaba. Siempre fumaba en
pipa o cachimba, no sé si te acordarás y tenía la costumbre de echar la ceniza
en la papelera del cuarto de baño. En una ocasión no estaría bien apagada y los
que estábamos en clase vimos salir humo por el pasillo y es que estaba ardiendo
la papelera. Mi tía subió corriendo y le decía que ya se lo había anunciado
varias veces que iba a pasar, hasta que pasó. Nunca se le oía hablar de
política, era una persona tolerante y educada y jamás demostró ser contrario al
régimen de Franco, lo que pensara se lo guardaría en su interior. Yo era una
niña y no me daba cuenta, pero a mis padres sí los oí comentarlo con
posterioridad y alabarlo en todos los aspectos.
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Entrada a Castilléjar, con los Barrancos al fondo
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Cuando yo tenía
siete años fui a la clase de don Eloy y lo recuerdo con cariño. Yo era un
flojo, pero aprendí pronto que si no te sabías la lección te arreaba un capón
que veías las estrellas. La lección la tomaba sentado en su escritorio y en su
clase permitía que los niños tuviéramos un braserillo de picón, donde poníamos
los pies para calentarnos. Era una lata grande de sardinas, enganchada con un
alambre, y le dábamos vueltas durante el recreo para que se avivara el picón.
El maestro falleció el 23 de julio de 1962, recuerdo que vi su cadáver en el
ataúd y todavía tengo grabada aquella imagen, aunque no recordaba su cara.
Ahora, al cabo de medio siglo, por las casualidades de la vida me he vuelto a
encontrar con el viejo maestro, en un cruel y sórdido expediente de 118 folios plagado
de acusaciones sin fundamento, donde destaca su preciosa letra bastardilla aunque
la mayoría de sus escritos están redactados a máquina. Por esas páginas oscuras
–han permanecido ocultas 74 años– desfilan docenas de testigos, la mayoría a
favor y unos pocos en contra, con alegaciones y razonamientos que a veces hacen
sonreír porque tenía que declarar y demostrar que observaba una buena conducta
y que era buen cristiano. A pesar de la forma culta que redactaba, de sus
hábiles razonamientos y de los testigos que presentaba, sus peticiones apenas
fueron atendidas. Don Eloy viajó y visitó a gente importante, para que
declarara a su favor, pero a pesar de que lo ayudaron muchas personas buenas y
de que las acusaciones de los testigos eran débiles –los informes de la Guardia
Civil tenían mucho peso–, fue condenado a prisión y al final murió con la pena
de no ser rehabilitado para ejercer como maestro nacional. Su delito fue haber
sido masón, socialista y alcalde durante la II República. Con todo, hay que
decir que la condena podía haber sido mayor. Al exalcalde republicano de Orce,
Simón Castellar, lo condenaron a cadena perpetua en el Penal de Burgos aunque años más tarde
salió en libertad. Por pertenecer a la UGT en Castilléjar y auxiliar a la
rebelión, a muchos vecinos les echaron doce años de prisión y, por insultar a
la guardia y auxiliar a la rebelión, fusilaron a otros en Granada.
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El buró de don Eloy. Foto de Julio Carasa
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Debo señalar que al
cura don Atanasio lo conocí en mi infancia. Pero don Eloy es ya patrimonio de
todos los que le conocieron y de aquellos niños que pasamos por su escuela, por
su tesón, por su entereza y dignidad frente a los años terribles que pasó en el
penal de Burgos y por la cruel represión que padeció. Es un ejemplo para los
maestros y los alumnos por su incansable lucha, por su generosidad y talla
humana, pero hoy ya conocemos sus buenas obras a través del expediente que le
abrieron por masón: intercedió consiguiendo la liberación de muchos
encarcelados y salvó a otros de ser fusilados. La verdad estaba oculta y perdida
entre miles de expedientes de represaliados por la Dictadura, concretamente por
el Tribunal para la Represión de la Masonería y el Comunismo, por lo que merece
que le dediquen una calle en Castilléjar, donde está enterrado. Entre unos y
otros hemos sacado a la luz la guerra civil que padeció don Eloy, de ahí que
con 65 años estuviera envejecido completamente y con aspecto cansado, como se
aprecia en la foto que fue tomada dos meses antes de morir. Aparece en medio de Pepe 'el de Rosa' y Emilio Navarro, debajo, Piedad Carasa y varias jóvenes de entonces. Don Eloy lleva los
pantalones subidos pues quiero recordar que usaba tirantes. Es parecida a la
última foto que le echaron al también envejecido Antonio Machado, unos meses
antes de morir.
Quiero dar las
gracias a la escritora Carmen Hernández Montalbán, pues me facilitó la
dirección para pedir el expediente, y a las sobrinas de don Eloy, maestras
también como él: Dorita Carasa, su hermana Josefa (exalcaldesa de
Castilléjar) y Consuelo Triguero.
Publicado en el libro Artículos del Altiplano y de
Granada, de Leandro García Casanova (2014) Abajo, declaración jurada y solicitud al Ministro de Educación, en 1939, de don Eloy