viernes, 28 de febrero de 2025

LA LECCIÓN DE JOSÉ SARAMAGO

José Saramago


Cuenta una antigua leyenda maronita que hace muchos siglos existió un beduino bastante rico, llamado Amaar, el cual tuvo muchas mujeres y numerosa descendencia. Y cuando sus hijos se hicieron mayores, muchos de ellos se dispersaron por los confines del mundo: Europa, África, América, Palestina, Arabia... Los que arribaron a Europa, con el tiempo hicieron una revolución, levantaron una fortaleza en sus costas y, en general, vivían bien. Lo mismo ocurría con los norteamericanos. En cambio los hijos de Amaar, que no emigraron, siguieron viviendo en las tierras cálidas de los desiertos: se alimentaban de dátiles y, como sus antepasados, se desplazaban en austeros camellos. A pesar de que oraban varias veces al día, vivían prácticamente en la Edad Media y bajo las arbitrarias órdenes de los califas. Peor aún les fue a los africanos: cuando dejaron de ser explotados por sus hermanos del Norte, los colonos europeos, se desangraron en continuas luchas tribales. Al final vivían poco menos que en la Prehistoria y siempre estaban gobernados por ‘tiranuelos’, como Mobutu Sese Seko o el sargento Idi Amín Dadá. Sin embargo, en Palestinala tierra prometida- dos pueblos convivieron pacíficamente durante siglos: los palestinos, que ocupaban la mayor parte del territorio, y los israelitas –ellos se consideran el pueblo elegido-, que eran una minoría. Pero con el tiempo, los israelitas, ayudados por sus poderosos amigos, los norteamericanos, fueron echando a los palestinos de sus tierras. Y hoy Palestina se ha convertido en un polvorín, donde las madres claman venganza por la muerte de sus hijos, porque dos personajes un tanto siniestros imponen su ley: Sharon y Arafat. Se da por hecho que la paz en Oriente Medio no vendrá de la mano de ellos.

Pasaron los años y Amaar, el Beduino, se quedó ciego. Cuentan quienes le conocieron que, al final de sus días, lloraba amargamente su desgracia: ¿Pero, cómo es posible que mis propios hijos no hagan otra cosa que hacerse la guerra, o que unos exploten a los otros? ¿Y cómo se explica que la mayoría de ellos esté pasando hambre, mientras que unos pocos tiran la comida y viven en la más desvergonzada opulencia? Y a los vecinos que le preguntaban les decía, como tratando de justificarse: Yo crié a mis hijos bajo este techo y siempre les di a todos por igual, y mis mujeres los amamantaron con sus pechos. En medio de la más absoluta desolación, razonaba así: No me importa que mis hijos no sean iguales, incluso que unos tengan más que otros, porque esto es ley de vida. Pero no les perdonaré jamás a estos bastardos que se maten entre ellos, o que no se ayuden ni se miren como hermanos. ¡Y yo, desdichado de mí, que creí haberles inculcado algunos sentimientos...! Al final -dice la leyenda maronita-, Amaar se vio abandonado de sus ingratos hijos y murió de tristeza, al comprobar que su vida había sido un completo fracaso, y que ya no tenía ningún sentido seguir viviendo: ¡Si yo no hubiera nacido, mis hijos no estarían matándose!, fueron las últimas palabras de Amaar, el Beduino.

Pero lo cierto es que una ola de egoísmo e incomprensión se extendió entonces por la Tierra: los orgullosos europeos eran incapaces de comprender las costumbres y el atraso de sus hermanos árabes. Y al revés. Éstos creían que todas sus desdichas se debían a sus hermanos más ricos y no a sus sistemas políticos caducos. Y el tan siempre perseguido pueblo de Israel, cuando se sintió fuerte, oprimió a sus hermanos más pobres, los palestinos, mientras ahora ‘orvalla’ (llueve) sobre Ramala. El caso es que los hijos de Amaar, el Beduino, siempre andaban enredando, enfrascados en guerras interminables, o robándose los unos a los otros. Pero está escrito en el libro del Génesis: Al principio creó Dios el cielo y la Tierra. Pero la Tierra era informe y vacía y las tinieblas cubrían la superficie del abismo. Y unos días más tarde, dijo Dios: Hagamos al hombre a imagen y semejanza nuestra. Y más adelante, dice lo siguiente: Dios había plantado al Este del Edén un jardín delicioso, en que colocó al hombre que había formado. Pero lo que no dice el libro del Génesis –ni siquiera llegó a sospecharlo el desventurado Amaar- es que Dios, el Misericordioso, el Todopoderoso y el Sembrador, al esparcir los granos en el Paraíso, algunos cayeron en  pedregales donde había poca tierra y se secaron porque no tenían raices. Y desde entonces, aquel Paraíso de delicias, en que el Señor Dios puso al hombre para que lo cultivase y guardase, se convirtió para siempre en la Tierra del Egoísmo. Este cuento lo escribí en 2002 y tanto Sharon como Arafat hace años que fallecieron.

Guerra en Gaza


Precisamente en el mes de marzo de 2002, José Saramago, Premio Nobel de Literatura (falleció en 2010), visitó Cisjordania e Israel y en todo momento mostró su solidaridad con el pueblo palestino y criticó la actitud las autoridades israelíes. En una de las televisiones israelíes llegó a decir que lo que se estaba haciendo con la población palestina era lo mismo que los nazis hicieron con la población judía, comparando a Ramala con Auschwitz. El escándalo que generó en medios israelíes fue mayúsculo y, en una larga entrevista publicada en abril de ese año en la Revista Diners, Saramago dejó clara cuál era su postura.

¿Qué quiso decir al recordar a Auschwitz?

Quise decir exactamente lo que dije: cercadas por el Ejército israelí, rodeadas por más de 200 asentamientos de colonos, las ciudades y las aldeas palestinas, incomunicadas por carretera, están transformadas en auténticos guetos, donde no se puede entrar y de donde no se puede salir sin la autorización de las fuerzas militares israelíes. El comportamiento de esas fuerzas y, sobre todo, el espíritu que las impulsa se parece perturbadoramente a la acción y al espíritu nazi. Simplemente, la palabra Auschwitz, en Israel, es una palabra ‘prohibida… Auschwitz es, para los judíos, al mismo tiempo, una herida que nunca cicatrizará y un muro que no les permite ver la realidad. Al decir Auschwitz pretendí sacudir a la sociedad de Israel, forzar un debate, y el debate está abierto. Llamarme antisemita no resuelve nada. Para los judíos todo el que no es prosemita es antisemita (...).

¿Pidió perdón por lo que dijo?

Al serme preguntado, en una entrevista de la televisión israelí, si sería capaz de pedir perdón a las personas que se sintieron heridas por la palabra Auschwitz, respondí que sí, pero solo por haberlas herido, no por haber pronunciado la palabra. Si la palabra maldita les ofende, que la sustituyan por éstas: ‘Israel comete todos los días contra los palestinos crímenes que entran en la definición de crímenes contra la humanidad’.

La pregunta es: ¿qué no diría hoy José Saramago con los cerca de cuarenta mil muertos civiles (ancianos, mujeres y niños) en la guerra de Gaza, llevada a cabo por el Ejército israelí, en medio de tanto silencio cómplice? Sin embargo, ningún intelectual alza la voz hoy día ante tanta carnicería. Y en este plan, ¿de qué ha servido que miles de ucranianos hayan muerto defendiendo a su patria ante la invasión del tirano ruso, para que hoy venga el presidente de los Estados Unidos, un patán sin escrúpulos, legitimando la invasión y las muertes y, no contento con esto, quiere quedarse con las tierras malas de Ucrania. También quiere expulsar a los dos millones de habitantes, que viven en la Franja de Gaza, a Jordania y Egipto, cuando la Corte Internacional de Justicia ha dictaminado que se está cometiendo un genocidio. Ante tanta vergüenza y silencio, alguien tendría que alzar la voz y decir: La derrota de Ucrania es también la derrota de Europa. ¿Cuál será el próximo país europeo que invada Putin? Se repite la historia del acuerdo firmado en la conferencia de Munich, en septiembre de 1938, entre Alemania, Italia, Gran Bretaña y Francia: se cedió a Alemania la región checoslovaca de los Sudetes, que Hitler había invadido previamente, para no desairarlo. Sin embargo, cuando Alemania invade Polonia, en septiembre de 1939, se vieron obligados a declararle la guerra y entonces comenzó la II Guerra Mundial.

 Una tarde, a comienzos de siglo, el escritor portugués dio una conferencia en la Facultad de Ciencias de Granada y recuerdo que le pedí al escritor y actual director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, que me lo presentara, pero en un momento dado me indicó de lejos que me acercara a saludarlo. Y allí me presenté yo solo: Mire usted, que yo soy de un pueblo al lado de Castril… Recuerdo la mirada fría y distante de José Saramago, como el que se pregunta: ¿Y este, de dónde ha salido? Poco después dio la conferencia en la facultad, abarrotada de estudiantes, pero había dado una lección de solidaridad al mundo denunciando el gueto de Israel a los palestinos.

Artículo publicado en Ideal en Clase

https://en-clase.ideal.es/2025/02/26/leandro-garcia-casanova-la-leccion-de-jose-saramago/?fbclid=IwY2xjawIuOJBleHRuA2FlbQIxMAABHfx4xLkygdfdDb8EUZ7bivA_Qjr9LbxKnEiifkhGM90iCWRdT3ktOWXM6w_aem_6glxXPmwl9rwQG43WEkPTA


miércoles, 19 de febrero de 2025

CASTILLÉJAR DIGITAL, junio de 2009

 

Portada de Castilléjar Digital, 2009



Textos copiados de la revista CASTILLÉJAR DIGITAL, número 4, de junio de 2009, elaborada por Luis Dengra Felgueres. Entonces era dinamizador del Centro Guadalinfo y actualmente trabaja en Punto Vuela Guadalinfo. Hay que señalar que las autoras recuerdan la vida y las costumbres del pueblo, a finales de los años treinta y de los cuarenta en adelante.

1.    Historia de Castilléjar

Castilléjar es una villa situada en la parte norte de Granada, a 140 km de la capital. Tiene 1800 habitantes y 4 anejos: Los Isidros, Los Olivos, Dolosa y Los Carriones. Los pueblos que la rodean son: Huéscar, Galera, Benamaurel y Castril. Es un pueblo fundamentalmente agrícola. Tiene una hermosa tierra de regadío y su mayor cultivo son los cereales y legumbres. En la tierra árida se cría esparto y hay espejuelos. El esparto se coge como medio económico, su elaboración es útil y bonita. El espejuelo esta bajo tierra, son piezas pequeñas y grandes, de varios colores: grises y otros rubios transparentes. Una vez sacado de la tierra, se cuece en hornos de leña, se extiende y se pica con un rulo grande, enganchado a las bestias. Se cernía y quedaba fino para la construcción. Por el pueblo pasan dos ríos, llamados Guardal y Galera. Los dos riegan nuestra vega. El pueblo se abastece de agua del río Guardal. Contaban los antepasados que hubo una sequía grande, todas las fuentes quedaron secas a excepción de la de este río y a raíz de esta sequía vino una epidemia de cólera. La gente moría sin remedio hasta que, al cabo de unos meses, se formó una tormenta, el río salió fuera de su cauce, arrastró un tronco más de cien kilómetros y se paró en una orilla del pueblo. La gente quedó asombrada. Aquel tronco era algo misterioso, así que los vecinos del pueblo pensaron en hacer una imagen de Santo Domingo de Guzmán con él. También construyeron una ermita en el mismo sitio. Todo se llevó a cabo y, tanto lo adoraron, que aquella fatal enfermedad desapareció milagrosamente. Desde entonces, Santo Domingo es el patrón de Castilléjar. Su fiesta se celebra el día 8 de Agosto. Antiguamente, desde la ermita se subía la imagen a la iglesia para hacer las novenas y el último día de feria se bajaba de nuevo a la ermita.


Plegaria a santo Domingo, años 50













Como todos estos términos, Castilléjar también fue poblada por los moros. Hay muchos puntos donde dejaron sus tesoros y reliquias. En la  Morería han encontrado ornamentos religiosos, La Balunca ha sido excavada varias veces y también han encontrado cerámicas y restos humanos. En el camino hacia La Balunca había una piedra enorme en forma de huevo. Esa piedra estuvo centenares de años allí y un día, por los años 50, apareció rota. Decían que tenía un tesoro, no se supo quién la rompió. Castilléjar siempre ha sido un pueblo agrícola, ha tenido poca industria aunque hace muchos años había caldera de aguardiente y esencias, almazara para hacer aceite, telares para tejer, picadora para picar esparto y seis molinos para moler trigo. De todo esto ya no queda nada. El pueblo tiene dos plazas, la Plaza Nueva y la Plaza Mayor, donde está situada la iglesia de la Purísima Concepción. De estilo mudéjar, es del año 1657 y fue inaugurada el 20 de febrero 1756. En la ermita de Santo Domingo decían misa los primeros domingos de cada mes y el Domingo de Ramos se bendecían las palmas. En aquel entonces había muchas fiestas, la más importante era la de la Virgen del Rosario y la del Señor Resucitado. Novenas había casi todo el año y hermandades todos los santos tenían la suya. La del Santísimo era de las más importantes. Los terceros domingos de cada mes dentro de la iglesia había una exposición con el Santísimo y el palio. A este acto se llamaba Minerva. La Hermandad de la Virgen del Rosario y la de las Ánimas eran la misma. Hacían alegres las navidades. Había Misas de Gozo, empezaban el 16 de diciembre y duraban hasta la Nochebuena, en que terminaban en la Misa del Gallo. Suponía un sacrificio levantarse a las 6 de la mañana, pero merecía la pena oír tocar las guitarras y cantar los villancicos todos los días de Navidad. Era fiesta, incluso el Día de los Inocentes, que era costumbre romper un cántaro en el coro para dar la inocentada a la  gente (todos nos asustábamos). Después de la misa la hermandad iba por las calles, entraban en las casas y decían se canta o se reza. Donde había luto rezaban, donde no, cantaban. La gente les daba cosas del campo, embutidos o dinero, y todo lo que recogían, el Día de los Reyes lo subastaban en la plaza. La Hermandad de San Antón también tenía una tradición, que era comprar un cerdo y echarlo de careo. Corría todo el pueblo, la gente le echaba comida y agua. Cuando estaba gordo, lo rifaban. La iglesia ha sido siempre el lugar más significativo para los creyentes. Es donde celebramos bautizos, comuniones, casamientos y el adiós a nuestros seres queridos. Había mucha devoción, se hacían los siete domingos a San José, los nueve viernes al Corazón de Jesús, estaban los grupos de Acción Católica, las Hijas de María y las Marías del Sagrario. Todo ya se ha perdido, solo nos quedan recuerdos de aquellos tiempos.

Primi Ybar

Consagración de Castilléjar al Corazón de María, 1954 

 2.    La ermita de San Marcos

En las Eras Altas teníamos la ermita de San Marcos. Era muy antigua, ni se sabe la antigüedad que tenía. Fue  vendida a finales de 1980 por el párroco de Castilléjar, D. Mariano, para restaurar la iglesia de la Purísima Concepción o así lo dijo él. Todo el pueblo sentimos mucho la desaparición porque teníamos grandes recuerdos de ella. El 25 de abril, día de San Marcos, todos los años por la mañana un grupo de personas bastante grande salíamos de la iglesia de la Purísima cantando las letanías, que por aquel entonces se cantaban en latín, hasta llegar a la ermita. A continuación, la santa misa. Después de la misa, el sacerdote salía a la puerta de la ermita y bendecía los campos. La ermita estaba muy limpia para ese día, porque las vecinas de la barriada se preocupaban de limpiar, vestir el altar y adornarlo. La imagen de San Marcos muchas personas no la conocimos, porque en la guerra fue destruida. También la ermita se utilizaba para despedir a nuestros queridos difuntos. Cuando moría una persona, el sacerdote, el sacristán y los acólitos iban a por el difunto a la puerta de su casa, de allí a la iglesia y la última despedida era en la puerta de la ermita, donde el sacerdote rezaba un responso y subían al cementerio viejo a enterrarlo. Toda esta ceremonia la hacían andando con el difunto a hombros, pues entonces no había coches fúnebres, y por el contrario sí había muchos familiares, pues todos éramos familias numerosas. Para descansar del difunto se llevaba una mesa vestida de negro.

Resurrección García


3.    Las niñas en la escuela, en 1938 y 1940

En el mes de mayo vestíamos todas las niñas, con ayuda de la maestra, un altar a la Purísima Concepción. Nos mandaba al campo a coger flores silvestres para ponérselas a la Virgen, flores como el majoleto, flor de tapaculo, zapaticos de la virgen, peos de rana, amapolas, etc. Porque en el pueblo no había nada más que un rosal, el de la tía Fabiana, que vivía en la cuesta del río, al lado de la posada, y las vendía a perrilla la rosa pero como no teníamos dinero, las niñas nos conformábamos con ir a verlas. Todas las tardes, en la escuela, le rezábamos el rosario a la virgen y le cantábamos canciones como:

Catalina Pérez

Bendita sea tu pureza,

eternamente nos sea pues todo

un Dios se recrea en esta graciosa

belleza, a ti celestial princesa,

Virgen Sagrada María te ofrezco

en este día, alma, vida y

corazón. Mírame con

compasión, mírame con

compasión, no nos dejes madre

mía, no nos dejes madre mía...

También le decíamos versos como:

Virgen María, madre de Dios,

de Castilléjar toma una flor,

María, blanca paloma, si no

tienes flores toma mi corona,

como soy tan pequeñita y tengo

tan poca voz, pero sí puedo

decir viva la madre de Dios, etc.

Catalina Pérez

La Virgen del Rosario, 1955


 4.    Oficios perdidos: la capota

Entre los años cincuenta y principios de los noventa, desde mayo hasta primeros de agosto, principalmente, las mujeres y los niños tenían un oficio: la capota. Aunque nosotros la llamamos así, su nombre es alcaparra. Era una manera de sobrevivir en verano. De ahí salían las compras como el pescado, las verduras o algún caprichillo de esos. Las mujeres más guardosas se preparaban de arroz, harina, azúcar, fideos, etc. Así tenían para empezar el invierno con más facilidad. Los niños se compraban la ropa para la feria y el día de la Virgen de Agosto, aunque también disfrutaban de los helados. Yo misma también compraba la capota y la embarrilaba. Eran unos barriles de madera, se echaba la capota y en otro barril aparte se hacía el aguasal, con un pesa sales. Se ponía el agua a punto de sal y se iba añadiendo al barril de capota hasta que se llenaba. Se tapaba el barril y se dejaba todo el verano al sol para su cocción. Luego se lo llevaban a los almacenes para guardarlos en botes pequeños y distribuirlos. Hubo quien puso secanos de escaparreras porque la pagaban bien: 1 kg de pequeña, 1.000 pts (6 €). 1 kg de gorda, 250 pts (1,5 €). También se compraba revuelta, a 300 pts (1,8 €). Estaba muy bien. En aquellos años, el que cogía capota rápido se ganaba unas 5.000 pts (30 €), para el medio día. Otros días ibas y no encontrabas nada, porque era un hervidero de gente por todos los cerros. Gracias a que solamente las dejabas de coger durante dos días y ya tenían otra vez. Es una mata que cuanto más las coges, más echan, y cuanto más sol, también. Recuerdo que cuando llegaban las doce del medio día y en adelante, se formaban muchas polémicas en los sitios donde compraban la capota, porque había que cribarla, y algunas cribas tenían los agujeros más gordos que otras, y eso se miraba mucho. Ahora en los años que vivimos todavía se coge, pero da vergüenza ver que la pagan a 2 €, que no te da ni para alpargates, además de que no la compran nada más que en Benamaurel, así que no la coge casi nadie. A mí me da pena ver las escaparreras llenas de flores y de capota, así que la cojo para echarla en aguasal y hago las ensaladas tan ricas, a la vez que recuerdo tiempos pasados.

Ángeles Ramón Carrión, Cuca



 http://www.castillejar.es/digital/index.asp  

guadalinfo.castillejar@andaluciajunta.es

http://www.castillejar.es/digital/datos/castillejar_digital_junio_2009.pdf

 
Anotaciones.
Copio estos datos de Castilléjar: Moriscos y cristianos. 1488-1570. Señorío de los Abduladines, del conde de Lerín y del duque de Alba. Su autor fue Rafael Carayol Gor (párroco de Galera e historiador), que falleció en la Navidad de 2001 y le dediqué un artículo en Ideal, con motivo de su fallecimiento. Este trabajo fue publicado en Úskar. Revista Histórica y Cultural de la Comarca. Número 4, año 2001. 
El viernes 12 de marzo de 1501, Juan García Rama, con el consentimiento y testimonio de cristianos y mudéjares de la villa convirtió la dicha mezquita en iglesia, y mandó que se la llamara de San Gregorio… Quizá, por estar dispersa la población, junto al baño, que estaría cerca del rio, había otra mezquita. El mismo día 12 la tomó en posesión el clérigo lorquino imponiéndole el nombre de Santa Ana. Y en una nota a pie de página, añade: Muchos años después allí se levantó la ermita de Santo Domingo.

 Transcribo este párrafo del Diccionario Geográfico (1776), de Tomás López.
Se halla situada esta villa entre dos ríos, el uno llamado Guardal y el otro nombrado de Galera; ambos se juntan a distancia de doscientos pasos y sin tener más puente que unos palos para el paso preciso de caballerías… Las enfermedades más comunes en este pueblo son tercianas: los muertos igualan por lo regular a los nacidos, que suelen ser cada año unos diez y nueve o veinte.
Fiesta de San Isidro, 2009



Las tres estampas religiosas las guardaba mi madre en el misal. La Consagración de Castilléjar al Corazón de María tuvo lugar el 10 de octubre de 1954, en la Plaza del Caudillo, siendo alcalde Nicolás Martínez y párroco don Atanasio Martínez, mientras que el orador del acto fue el padre guardián del convento de san Francisco, de Orihuela. 
 
Posdata. Si alguien tiene una foto de la ermita de san Marcos o que esté relacionada con el artículo, la publicaría aquí con su nombre. La terciana es la malaria o paludismo, una enfermedad infecciosa transmitida por los mosquitos. La fiebre se repetía cada tres días y de ahí le viene el nombre. Finalmente, expresar mi agradecimiento a Luis Dengra por recoger estos antiguos recuerdos de castillejaranas en la revista, de hace casi noventa años. Y señalar que me ha llevado muchas horas darle forma al artículo.

lunes, 17 de febrero de 2025

VIAJE CULTURAL A MADRID III

 

El Retiro, al fondo el Palacio Real y la Almudena 


El 15 de enero visitamos la basílica de Jesús de Medinaceli, donde destaca la impresionante imagen del Cristo de Medinaceli, y seguidamente fuimos a la iglesia de los Jerónimos, donde se casaron los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, en 1906. Después estuvimos en el Parque del Retiro, con más de 15.000 árboles, aquí solía venir a pasear el escritor vasco Pío Baroja, en sus últimos años. El Palacio de Cristal estaba de obras y nos echamos fotos con el lago al fondo. Nos advirtieron de varias jóvenes carteristas, que charlaban amigablemente sentadas en un banco, unos metros más allá. Una se acerca al incauto turista y le pide la firma para una obra social, mientras que otra le abre el bolso o hurta la cartera. De regreso pasamos por la puerta de la Real Academia de la Lengua, que tiene izada la bandera en el balcón. Aquí vienen los honorables académicos a sus reuniones, pero hoy más que nunca hay muchos analfabetos que están destrozando nuestra lengua (con los anglicismos en los medios, el lenguaje inclusivo, etc.), la que nos legaron nuestros padres. También pasamos de largo por el Museo del Prado (había un prado, de ahí el nombre), pero iré a visitarlo en otra ocasión. Madrid, Madrid, ¡qué bien tu nombre suena / rompeolas de todas las Españas!, escribió el poeta Antonio Machado en 1936. Pasamos por delante de la mítica plaza de toros de Las Ventas, donde había largas colas de aficionados para sacar el abono en las ventanillas. Por la tarde fuimos al Palacio Real de Aranjuez, de estilo renacentista, situado en el Real Sitio y Villa de Aranjuez. Es una de las residencias de los reyes, aunque está gestionado por el Patrimonio Nacional. Aquí se conservan los aposentos de la reina Isabel II, La de los tristes destinos, como la denominó Pérez Galdos en uno de sus Episodios Nacionales, después de entrevistarse con la exreina, exiliada en París. Él era republicano y la había criticado mucho. También había cuadros de Fernando VII y de otros reyes. En los Jardines del Príncipe visitamos el pequeño Museo de las Falúas, donde destacan unas seis lujosas embarcaciones de recreo que los reyes utilizaban para navegar por el río Henares.

Escolares juegan en el patio de El Escorial


El último día la visita fue al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, se puede decir que entre estos muros (fue considerado como una de las maravillas del mundo) se encuentra la historia de España. Fue ideado en la segunda mitad del siglo XVI  por el rey Felipe II  y su arquitecto, Juan Bautista de Toledo, aunque posteriormente intervinieron Juan de Herrera y otros. Situado en la Sierra del Guadarrama, desde 1984 forma parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad. Incluye un palacio real, una basílica, un panteón, una biblioteca, un colegio y un monasterio. Sus pinturas, esculturas, cantorales, pergaminos, ornamentos litúrgicos y demás objetos suntuarios, sacros y áulicos hacen que El Escorial sea también un museo. La biblioteca tiene libros incunables y frescos en los techos, mientras que en los panteones se encuentran depositados los restos de las familias reales, como el de la reina María de las Mercedes, que falleció a los pocos meses de casarse con el rey Alfonso XII. Su muerte prematura dio lugar a la famosa canción Romance de la Reina Mercedes. También me llamó la atención el sepulcro con la estatua yacente del valeroso Juan de Austria, hermano bastardo de Felipe II, que combatió en las batallas de Lepanto y contra los moriscos rebeldes de Galera (Granada), entre otras.

Aspecto de la biblioteca


En el Panteón Real se encuentran los restos de casi todos los reyes y reinas pero no permiten echar fotos. ¡Cuánta historia hay en esos ataúdes, cuando España dominaba en los cinco continentes del mundo! Recordar que, en el monasterio de Yuste (Cáceres), el emperador Carlos V, envejecido por la gota y por las guerras en Europa, abdicó en su hijo Felipe II aunque desconfiaba de su valía. Y Felipe II encerró en una celda a su hijo don Carlos porque conspiraba contra él. De joven le hicieron una trepanación que le causó daños en el cerebro y se mostraba muy agresivo. Sin embargo, la leyenda negra lo convirtió en mártir. Es conocida la anécdota de Felipe II que, cuando pasaba delante de un cuadro de los Reyes Católicos, solía decir: A ellos se lo debemos todo. En los muros de la Sala de Batallas, del monasterio, el citado rey encargó realizar un fresco representando la batalla de La Higueruela, que es seguramente la pintura histórica más extensa. Tuvo lugar el 1 de julio de 1431, en las inmediaciones de Medina Elvira, situada en la Sierra de Elvira, término municipal de Atarfe (Granada). Solo quedó en pie una pequeña higuera que dio nombre a la batalla. Copio este párrafo, del granadino Lafuente Alcántara: Juan II no sacó provecho de su victoria; mal aconsejado por algunos de sus nobles… decidió levantar el campo y replegarse hacia Córdoba, con el pretexto de que eran escasas las provisiones. Se contentó el rey con imponer un nuevo rey en el trono granadino, recibir su homenaje y tributos.

En esta casa nació Miguel de Cervantes


 Por la tarde visitamos Alcalá de Henares, patria del insigne Miguel de Cervantes y también de Manuel Azaña, que fue presidente de la II República y el más destacado intelectual. Paseamos por la Universidad de Alcalá, que fundó el cardenal Cisneros, y donde cada año tiene lugar la entrega del prestigioso Premio Cervantes. Y aquí finalizamos el viaje cultural. Debo añadir que escribí una reseña favorable del hotel de Aranjuez donde nos hospedamos, por el buen servicio que nos dispensaron; también envié una reclamación al Imserso, por el pésimo servicio de un restaurante de El Escorial. En el viaje de regreso a Granada, el viejo autocar (a la mitad de los viajeros no nos llegaba la calefacción) nos dejó tirados en la carretera, una vez pasado Despeñaperros, por lo que estuvimos una hora esperando a que viniera otro autocar. Una vez en marcha cogí el micrófono y elogié a Rafa, el guía del grupo, pues fue amable y servicial, así como el conductor. Un elogio seguido de aplausos nunca están de más. En conjunto, el viaje a Madrid nos encantó a la mayoría y también hubo buen ambiente entre todos, pero no se entiende que cada año el Imserso saque menos plazas de viajes culturales y que los hoteles y autocares sean de menor calidad.

 Publicado en Ideal en Clase

 https://en-clase.ideal.es/2025/02/20/leandro-garcia-casanova-viaje-cultural-a-madrid-y-iii/?fbclid=IwY2xjawIk865leHRuA2FlbQIxMAABHZZCWfoBM2xE2S7SAE85Z7DO7JZTPDE42Ub29zGEWk3dqXdoLeJlxJUQzQ_aem_5znfY_eNYdk7kaVtJ020cg

          

viernes, 14 de febrero de 2025

VIAJE CULTURAL A MADRID II

 

La devoción por la Almudena


El 14 de enero visitamos la Catedral de Santa María Real de la Almudena, de estilo neoclásico. En la cripta se encuentran los restos de personajes madrileños y de políticos importantes, está considerada como una de las mayores de toda España. La Catedral tiene cinco naves y, a sus lados, veinte capillas. En ellas han intervenido artistas como Mariano Benlliure (autor del monumento de Isabel la Católica y de Colón, en Granada) en los relieves, o Maumejean, con sus magníficas vidrieras que iluminan las capillas. Una de las capillas está dedicada a San Pedro Poveda, sacerdote, pedagogo y escritor que fundó la Institución Teresiana, y fue fusilado durante la Guerra Civil. El padre Poveda estuvo en el Seminario de Guadix y dio clase a los niños gitanos de las cuevas, los turistas suelen visitar la antigua escuela en el barrio de la Ermita Nueva. También es de admirar el desfile de  visitantes que suben y bajan las escaleras para contemplar la imagen de la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid. Al lado de la catedral se encuentra el Palacio Real, que mandó edificar Felipe V, el primer rey Borbón; según la guía, el monarca estuvo detrás del incendio del anterior palacio real (había manifestado que no era de su gusto), aunque nunca se pudo demostrar. En octubre de 1975, Franco, bastante enfermo y deteriorado, dirigió unas palabras desde el balcón del Palacio Real a los miles de madrileños, que se congregaron en la Plaza de Oriente para manifestarle su adhesión. Como es sabido, falleció al mes siguiente. Ahora todo me parece más pequeño y menos mítico que cuando veía las imágenes en aquella televisión en blanco y negro.

Plaza de Oriente y el Palacio Real


Por la tarde el paseo fue por el Barrio de los Austrias, también por calles céntricas de Madrid. En la Calle Mayor se produjo el atentado contra el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia (sobrina de la reina Victoria de Inglaterra), en mayo de 1906. Se casaron en la iglesia de los Jerónimos y, al pasar la carroza real por la Calle Mayor, un anarquista lanzó una bomba, camuflada en un ramo de flores, desde la cuarta planta de una vivienda, pero golpeó en los cables de la catenaria del tranvía y desvió su dirección. La explosión produjo 28 muertos y un centenar de heridos, pero los reyes lograron salvarse. Un monolito con la estatua de un ángel recuerda el suceso: En memoria de las víctimas del atentado... La reina Victoria Eugenia, que transmitió la hemofilia a su hijo heredero, recordaba así sus años en España: Me recibieron con una bomba y me despidieron con la proclamación de la República.

La Puerta del Sol


La joven guía (no es la del día anterior) nos lleva por calles y placetas con tiendas antiguas, algunas del siglo XIX, y nos detenemos ante un restaurante, con una placa escrita en la fachada: Galdós recordó este restaurante en Fortunata y Jacinta. En la Calle de Cuchilleros (en Granada también están las calles de Cuchilleros, Almireceros…, que vienen de los antiguos gremios) vimos tiendas de cordelería-alpargatería, espartería, zapaterías, peluquerías, una antigua relojería… Copio los nombres de algunas calles: Calle de la Pasa, Pasadizo del Panecillo, Calle de la Sal. Después echamos fotos en la Plaza Mayor y en la Puerta del Sol

La Plaza Mayor, la guía está a la izquierda

La primera vez que estuve aquí fue en noviembre de 1977 (tras la muerte de Franco, las primeras elecciones generales fueron en junio de ese año) y recuerdo que me quedé paralizado cuando observé aquel espectáculo: un grupo de unos veinte jóvenes pasó por delante de la Dirección General de Seguridad (entonces estaban los famosos calabozos de la Policía Nacional y hoy se encuentra la Presidencia de la Comunidad de Madrid, con la torre del reloj que da las famosas campanadas de fin de año), mientras iban destrozando papeleras y lo que encontraban a su paso, a la vez que gritaban consignas. Unos instantes después salieron corriendo varios policías (les llamaban los grises) con las porras en las manos y un land rover gris persiguiendo a los jóvenes. Serían de las Juventudes Comunistas, bastante activas por aquellos años. El caso es que nunca había visto nada parecido y me temblaban las piernas. En aquella época, una noche vi a los actores Fernando Fernán-Gómez y  a José Luis López Vázquez que iban hablando por una bocacalle, cerca de la Puerta del Sol. Después del paseo por el Barrio de los Austrias, una mujer del grupo se dio cuenta por la noche que le habían robado la cartera del bolso, con toda la documentación y las llaves. Puso la denuncia en comisaría al día siguiente y le proporcionaron en el acto un carné de identidad nuevo. Barcelona y Madrid son las ciudades donde más carteristas hay y más robos se producen.

Capilla dedicada a san Pedro Poveda


Artículo publicado en Ideal en Clase